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Me despierto sobresaltada por los gritos de mi hermano mayor Thomas, hoy es mi primer día de clases, al fin voy a cursar el primer año de mi carrera universitaria. Ciencias de la educación.

Me da demasiada pereza levantarme y alistarme; sin embargo, mi hermano se encuentra del otro lado de la puerta tocando y gritando. No va a parar de hacerlo a menos de que le abra o le responda, así que me levanto y camino hacia la puerta hasta abrirla.

– Por favor Thomas deja de ser tan insoportable –le suplico ampollándome con el codo en el umbral de la puerta y sacudiendo mi cabello.

– Oh vamos nena, tienes que llegar temprano, es el primer día de clases – dice eufórico, ya lo tengo muy claro no tiene que recordármelo – Por cierto, mamá y papá ya se fueron. Dijeron que te despidiera de ellos y te diera un beso – besa mis dos mejillas y luego da la vuelta y empieza a caminar – Te espero abajo. Tu desayuno ya está listo.

Cierro la puerta con un leve estrellón, ni siquiera le respondo. Me desvisto, me coloco la toalla y voy a darme una ducha, luego de terminar la ducha, lavar mis dientes y vestirme, tomo mi bolsa y me coloco mis lentes para bajar a desayunar.

Luego de desayunar, mi hermano me lleva al instituto, ya que él es el único que tiene auto propio.

Ya dentro del campus me encuentro guardando los cuadernos cuando llega Alice mi mejor amiga desde la infancia y ahora compañera de carrera – Mi queridísima Aria – me abraza tan fuerte que siento que me falta el aire – Tanto tiempo sin verte, ya me hacías muchísima falta.

– Si, tu igual a mí y si me sigues apretando así creo que te seguiré haciendo falta. Me ahogas – la empujo un poco para que se aleje.

– Tienes que contarme cómo fueron tus vacaciones, quiero saberlo todo – pone cara de pícara y levanta una ceja – ¿Algún amorío o romance?

– Sinceramente no, no tengo tiempo para buscar chicos – me coloco el bolso y empiezo a caminar hacia el salón de clases, nos toca matemáticas.

Alice deja de hablar sobre el tema y todo el camino hacia el salón lo hace totalmente en silencio, ella sabe que no me gusta hablar esos temas y mucho menos luego de aquel incidente. Al llegar al salón tomamos asientos juntos y luego de unos minutos aparece la profesora por la puerta y empieza a impartir la clase.

Al llegar la hora del receso estamos caminando Alice y yo hacia los casilleros, y siento que me empujan por el hombro y mi bolso cae al suelo, volteo y veo que es Irina, la misma que lleva desde el año pasado tratando de hacer mi vida imposible y ahora también se encuentra en el mismo campus.

– ¿Puedes fijarte por dónde caminas? – le hablo irritada mientras cierro los ojos unos segundos para calmarme.

– ¡Disculpa! Cosa – me mira de arriba abajo – Tú no tienes derecho de dirigirme ni siquiera una sola palabra – me empuja con el dedo índice como si tocarme le resultara repugnante, doy un paso adelante y Alice me toma del brazo y me detiene. La miro y luego vuelvo a ver a Irina quien se voltea y sigue su camino.

Me agacho para recoger mi bolso y al mismo tiempo se agacha alguien más, levanto la vista y me encuentro con unos ojos café.

Él toma mi bolso y se levanta primero sin dejar de mirarme a la cara – Toma – me tiende el bolso y con su otro brazo me ayuda a levantar.

– Gracias... – me toma un momento responder gracias a que me quedo embobaba estudiando sus rasgos.

Es un chico realmente apuesto, cada facción de su rostro es embriagadora y por debajo de su ropa se nota un cuerpo muy bien trabajando.

Luego de entregarme mi bolso él sigue su camino y yo como boba lo sigo con la mirada – Está guapísimo el desgraciado cierto – Alice me empuja el hombro y le tira un beso.

– ¡Que! No... Claro que no boba – digo y me coloco un mechón de cabello tras la oreja con nerviosismo – Tómalo todo si quieres porque yo no lo quiero.

– Oh vamos Ari, que no vez cómo te estaba mirando – me empuja con el coso – Es claro que le gustaste – solo ruedo los ojos y sigo mi camino.

Al llegar a casa subo a mi habitación y enciendo la computadora para ver si ha llegado alguna respuesta de alguna de las universidades a las que envié mis notas, pero no ha llegado nada aún.

Bajo a cenar, ya en la mesa se encuentran mis padres y mi hermano – Aria mi niña linda ¿Cómo fue tu primer día de clases? – pregunta mi padre mientras mi madre me coloca el plato de comida.

– Fue un día tranquilo, aún los profesores no dejan tareas – remuevo algunos guisantes del plato no me gustan para nada.

– Flaca a que no adivinas a quien me he topado esta tarde – comenta Thomas – A John – me revuelve el cabello y yo quedó totalmente petrificada no puedo creer que se esté acercando a mi familia.

– Amor no entiendo por qué lo dejaste, él era un buen tipo – habla mi madre esta vez – Tú y él hacían una muy buena pareja.

– ¡Basta! – golpeo la mesa con el cubierto en la mano muy molesta - Él y yo jamás debimos tener una relación. ¡Él arruinó mi vida! – me levanto y corro hacia mi habitación.

Me tiro en la cama e imágenes de aquel día vienen a mi mente y trato de dejarla en blanco. Sin lograrlo dejó que todo el dolor que ha regresado salga mientas muchas más imágenes de ese perturbador momento vuelven. 

Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora