Mi Profesor

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Me levanto gracias a mi celular sonando, indicando que tengo una llamada, la contesto sin revisar de quién es.

"Llamada"

– ¿Hola?

– Hola, Ari soy Alice, oye iré a comprarle algunas cosas a mi sobrino, quiero que vengas.

– ¿Para esto me llamas a esta hora? – Veo la hora – Son las diez de la mañana sabes que los fines de semana duermo hasta las doce del mediodía ¿Es necesario que vaya?

– Si... – insiste.

– Está bien. Iré, dejarme arreglarme.

– Abre la puerta que estoy afuera.

– ¿Es en serio?

– Si – cuelga.

"Llamada finalizada"

Dios mío esta panza crece cada día más. No me deja ni levantarme de la cama tengo que dar vuelta y bajar primero los pies. ¿En qué momento me embaracé? Me pregunto a mí misma ¿cómo es posible que me haya creído lo que él me decía? Siempre supe que lo nuestro no podía suceder, además de que no me amaba. No puedo decirle a nadie que es el padre y aunque él no quiera nada conmigo y no esté conmigo siempre será el amor de mi vida.

Abro la puerta – ¿Por qué tardaste tanto? – pregunta entrando.

– Esta barriga ya no me permite levantarme normalmente de la cama – Alice se echa a reír.

– Te ves hermosa – me acaricia la panza.

– ¡Cállate! Que parezco ballena – cierro la puerta después que ella entra – Espera voy a darme un baño y me arreglo.

– Toma todo tu tiempo – sonríe y ruedo los ojos.

Luego de darme un baño me colocó un vestido de rayas y unas zapatillas blancas.

Cuando llego a la sala Alice me voltea a ver y sonríe – Oh... Pero que mamá tan sexy.

– Espero que le compres cosas lindas a mi hijo.

Salimos del apartamento y agarramos un taxi, Alice le da la dirección del lugar. La verdad no sé a dónde vamos, Alice no le ha dado la dirección del centro comercial al taxista. Cuando llegamos nos bajamos y ella le paga al taxista.

– Oye ¿A dónde vamos? – me empiezo a preocupar.

– Oh ya verás – sonríe y sigue caminando ¿De qué habla?

Llegamos a una sala de fiestas y cuando entramos me sorprendo. Todo es bellísimo hay muchos globos amarillos, decoraciones amarillas y grises y un gran letrero que dice Baby shower. Me tapo la boca por la sorpresa, todos están aquí mis padres, mi hermano, Armando y algunos tíos.

– ¿Tú hiciste esto? – le pregunto a Alice evitando llorar.

– Pues la verdad ayude un poco – se encoge de hombros - La que lo hizo todo fue Carol – señala a un lugar.

Volteo a un lado y Carol viene caminando hacia mí – Te agradezco por permitirme estar presente en la vida de tu hijo – me toma de más manos y luego me abraza.

– No tienes por qué agradecerlo – una lágrima de felicidad hace presencia y la limpio – Has sido muy buena conmigo, a pesar de que no he querido decírselo a Nathan.

– Tenemos que hablar de eso luego – me besa el cachete – Ahora disfruta de tu día. Feliz cumpleaños – hasta ahora lo recuerdo, se me había olvidado por completo que mi cumpleaños es hoy y que mejor que celebrar el baby shower de mi bebe el mismo día.

Todos se acercan a mí y me felicitan. Estoy muy emocionada y contenta; pero, hay algo que falta, mi felicidad no está del todo completa. Lo necesito a él, lo extraño y me lastima no tenerlo a mi lado. No estuvo cuando escuché por primera vez su corazoncillo ni cuando lo vi por primera vez y todo porque se lo he negado, le he negado la oportunidad de ser padre.

Cada vez que estoy frente a él mi pequeño hace presente con sus movimientos y pataditas, sabe que es su padre.

Le niego a mi hijo la oportunidad de tener un padre y le niego a un padre la oportunidad de ser padre.