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Carol...

Recibo una llamada de Nathan, me dice que si puede pasar a la casa. Su tono de voz estaba algo alterado. Tocan la puerta y corro a abrirla.

– Hola – está parado en la puerta con el brazo apilado en el marco y cuando alza la mirada, veo y siento su dolor, ha estado ¿Llorando? – Pasa – entra y se queda parado mirándome.

– Esta... – las palabras no le salen y sé lo que está a punto de decirme – Está embarazada – susurra.

– ¿De qué hablas? ¿Quién está embarazada? – sé la verdad, sé de quién habla, lo que no entiendo por qué ha estado llorando.

– Ella. Carol, Aria está esperando un bebe – camina y se sienta en el sillón – Esta tarde la lleve al hospital, me introduje en el consultorio del doctor y me enteré de que casi tuvo un aborto – cubre su rostro con sus manos y vuelve a llorar - Me sentí tan... Sentí que...

– Oh Nath – me siento a su lado y lo abrazo.

– Cuando escuche que estaba embarazada – me duele ver a mi amigo así – Sentí algo muy grande en el pecho – se palmea el pecho – Algo que ya había sentido antes y jure no querer volver a sentirlo. Por eso la alejé de mí.

Es tu hijo Nath, tuyo y no puedo decírtelo, porque le prometí a su madre que no lo haría – No pienses en eso Nathan, es pasado, por favor no revivas algo que ya no te duele como antes.

– Es de un chico del campus – descubre su rostro – Pero, no imaginas lo que sentí – me mira con dolor – Sentí que esta vez debía protegerlos a los dos. Aún que no sea mi hijo, debía hacer todo por él.

Y esas palabras me destrozaron más de lo que ya lo estaba, ese pequeño por el cual él siente el deber de proteger es su hijo y tengo que ocultárselo. Ese bebe hará que cambies Nathan, hará que vuelvas a vivir y seas el hombre que un día fuiste.

– Cuando Any y mi hijo murieron, mi mundo murió con ellos – No sigas por favor, suplico – Ellos lo eran todo para mí, mi hogar, mi mundo, mi amor.

– Nathan por favor... – cierto los ojos.

– No quería estar con Aria, no porque no la quisiera – una lágrima rueda por su mejilla – No quería hacerla sufrir, no quería sufrir yo. Estaba supe asustado de perderla a ella también – se limpia las lágrimas

– Nathan... – le tomo las manos – Sé que la amas, sé que ella hizo que volvieras a vivir y vieras el mundo con muchos más colores, junto a ella te veías tan feliz. Me sentía bien viéndote tan feliz, porque hacía mucho que no te veía así.

– La he perdido Carol – llora desconsolado y me recuerda haberlo visto sufrir por la muerte de Any y su hijo – La he perdido Carol, ahora ella está con él y tendrán un hijo.

No es así Nath no la has perdido, te dará un hijo, tu hijo. 

Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora