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Mi pequeño empieza a crecer ya han pasado cuatro meses y cada día me enamoro más de él.

Mis padres han dejado de exigirme que le diga a Nathan, estoy consciente de que él es el padre no quiero estorbar así que no lo voy a obligar a estar conmigo, tal vez en algún momento se lo cuente; pero, no quiero que este en este proceso conmigo, ni siquiera sé si le pueda agradar la idea o simplemente quiera que me deshaga de él.

Hoy estoy en el centro comercial, estuve buscando durante semanas apartamentos, he decido independizarme; mi madre no estuvo de acuerdo cuando se lo conté por el hecho de que voy a estar sola y necesitaré ayuda con él bebe; pero, después de unas cuantas discusiones y de acceder a que ellos me costearían el lugar donde viviré aceptó, cuando mi bebe nazca ella se va a quedar en el apartamento conmigo y como dentro de poco cumplo 20 decidí que es momento de vivir sola.

Estoy en una tienda de bebes viendo cunas, he visto unas cuantas cunas bellísimas y además son muy caras, mi padre me va a costear las cosas para el cuarto del bebe, escojo una cuna de madera y un pequeño mueble con gavetas. Solo voy a comprar eso, es lo más necesario, aún no sé si es niño o niña.

Me pongo a ver ropita de bebe, me imagino a un pequeño niño de cabello naranja.

– ¿Aria? – volteo y me sorprendo al ver a la persona que está parada frente a mí.

– Carol... – ella ve mi vientre.

– ¡Estás embarazada! – toco mi vientre y asiento.

– ¿Qué haces aquí? – miro la ropita que tengo en la mano y la colocó donde estaba.

– Pasaba al lado de la tienda, te vi y decidí entrar a saludarte – ¿Cuánto tiempo tienes? – señala mi vientre

– Estoy a punto de cumplir 17 semanas – veo mi vientre otra vez y coloco mis manos en él, la miró y sonrió.

– ¡Wau! – Sonríe – Nathan me ha dicho que lo has estado evadiendo, la ha pasado muy mal.

– Él no tiene por qué sentirse así – camino a la caja para pagar y ella me sigue – Dejo muy en claro que lo único que quería conmigo era solo sexo.

Desarman el mueble y la cuna y me los entregan – Déjame llevarte – dice ella – Por favor – lo pienso muy bien.

– Está bien – saco mi celular – Le avisaré a mi hermano que no pase por mí – le envió un mensaje a Thomas informándole que me iré con una amiga que me encontré – Listo.

Dos chicos cargan las cajas de los muebles y ella nos conduce a donde está su auto, luego de que colocan las cajas en el auto les doy las gracias y un poco de propina por haberme cargado las cajas, sé que es su responsabilidad, pero me gusta hacerlo. Nos subimos al auto y me abrocho el cinturón.

– Nath... – me mira un momento mientras conduce – ¿Él es el padre?

– Por favor, no quiero que él lo descubra – le suplico y miro mi vientre – Él no va a estar de acuerdo con que lo vaya a tener, por favor.

– Bueno....

– Ya no vivo en casa de mis padres – le digo antes de que tome la dirección a la casa – Rente un apartamento – le doy la dirección y cuando llegamos ella me ayuda a subir las cosas al apartamento, me reclamo porque no puedo subir las cosas en mi estado; sin embargo, le dije que podía ayudarla y que no me haría daño y acepto. Luego de subir las cajas le ofrezco un vaso de limonada.

– Está un poco vacío – le muestro el apartamento – Poco a poco lo voy amueblando.

– Es un apartamento bellísimo y grande.

– Gracias – abro una puerta – Este es el cuarto del bebe, aún no he tenido el tiempo pintado, lo haré cuando nazca.

– ¿Has decidido no saber el sexo hasta que nazca? – me dice emocionada y tapándose la boca – ¿Me permitirías formar parte de todo este proceso?

– Por supuesto, no le negaría a mi hijo el derecho de conocer a su tía – sonrió y una lágrima rueda por su mejilla – Solo, por favor no se lo cuentes a Nathan, sé que en algún momento tengo que contárselo; pero, no ahora.

– Sé que no es lo correcto. Además eres tú la madre – me abraza – No tengo poder sobre eso, no le diré nada, lo prometo.

Luego de despedirme de Carol tomo un baño y luego una siesta.

Escucho que tocan la puerta y me levanto rápidamente, se me había olvidado que los chicos vendrían a visitarme.

– Hola – saludo al abrir la puerta – Pasen, estaba descansando un poco – me hago a un lado u ellos entran.

– Eso de dormir se te ha vuelto una costumbre – habla Armando

Nos reímos y nos sentamos en unas sillas – ¿Cuándo comprarás un sillón? – Se queja Alice – Esto me da dolor de nalga.

– No puedo comprar todo de una vez, papá y Thomas son los que me ayudan a comprar las cosas y no quiere que por el momento consiga un trabajo – me levanto a buscar unos vasos – ¿Quieren limonada? – asienten y les sirvo – Alice y ¿Will?

– No pudo venir como estamos por graduarnos ha estado buscando trabajo y hoy tenía una entrevista.

Ella y Will ya llevan todo este tiempo juntos y la verdad es que pensé que ella y Thomas terminarían juntos. De seguro solo fue un revolcón y ya. 

Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora