Estuvimos toda la tarde platicando de nuestros gustos y la verdad Benjamín me agrada mucho es un chico agradable y chistoso toda la tarde me ha hecho reír.
– Bueno tengo que irme – la estoy pasando bien; mas, no me siento bien luego de haber visto a mi profesor con otra chica; no sé por qué me siento así.
– Bueno te acompaño a tomar un taxi – se levanta, y hago lo mismo – espero que la hayas pasado bien.
– La verdad si me la pase muy bien, gracias – antes de que él abra la puerta alguien más la abre y quedamos frente a ellos. Allí frente a nosotros están mi profesor y la chica; pero, la chica ahora lleva el cabello muy corto y gris.
– Buenas... profesor – sonríe Benjamín – ¿Cómo está?
– Hola, chicos – él me mira – Muy bien ¿Cómo la están pasando? – vuelve a mirar a Benjamín.
– Bueno la pasamos estupendo. Lastimosamente Ari ya se tiene que ir – Benjamín me mira y me sonríe – Iba a acompañarla a tomar un taxi.
– Y la chica... – pregunto sin pensar. ¡Dios nunca puedo quedarme callada! – Perdón no es de mi incumbencia – niego.
– Oh... – dice y mira a la chica; pero, su mirada vuelve rápidamente a mí – Ella es una...
– Su novia – dice ella sin dejar que él termine de hablar y extiende su mano – ¿Ustedes?
– Carol, ellos son Benjamín y – hace una pausa por unos segundos y sus ojos buscan los míos; pero, evado su mirada – Aria... ellos son mis alumnos.
– ¡Ay que lindos! – dice con una gran sonrisa en su rostro – ustedes son una linda pareja.
Miro rápidamente a Nathan que tensa la mandíbula y frunce el ceño.
– De hecho – miro a Benjamín que se rasca la nuca y me mira – No... No, nosotros no somos novios.
Un peso grandísimo se me quita de encima – Bueno tengo que irme, adiós – paso por en medio de ambos y camino lo más rápido posible, Benjamín me alcanza y luego me detiene.
– Oye lo de... – intenta hablar y lo interrumpo.
– No te preocupes – no dejo que termine – Si somos algo o no, nadie tiene porque enterarse, es problema nuestro – él se queda callado.
Veo que viene un taxi así que le hago señas y se detiene – Bueno tengo que irme la pase muy bien gracias, nos vemos mañana – me despido y le doy un beso en la mejilla.
Al llegar a casa subo a mi habitación y me cambio de ropa por algo más cómodo me acuesto en mi cama y de pronto me llega a la mente mi profesor, no sé por qué él hace que me sienta así, por qué me afecta que tenga novia. Si tengo que alejarme de él lo haré; tengo que evitarlo, él simplemente es mi profesor y yo su alumna, una de tantas, él no siente lo mismo por mí, además lo nuestro jamás puede suceder. Eso me pone mal; sin embargo, tengo que resignarme.
Tocan la puerta - Cariño ¿estás despierta? - habla mi madre detrás de la puerta - ¿Puedo pasar?
- Si mamá, pasa - ella abre la puerta y luego se sienta a mi lado.
– ¿Cómo fue tu día? – Pregunta y acaricia mi cabello – Tu hermano me ha dicho que tenías que hablar conmigo.
Oh vaya creo que el momento de contarle a mamá ha llegado – Eh... La verdad si – bajo la mirada - ¿Te acuerdas del día que me fui a la fiesta con Alice?
– Si, lo recuerdo – tomo el paquete de toallas húmedas de la mesita de noche, saco una y me limpio el maquillaje del rostro. Mi madre se queja y lleva sus manos a la boca – ¡Por Dios! Mi niña ¿Quién te ha hecho esto? – toca mi labio.
– John – digo y esta vez su nombre sale de mis labios con odio – Intento llevarme con él, trate de soltarme y cuando se dio cuenta de que no iría con él me pego – me quito los lentes y quito una lágrima que intenta escapar de mis ojos.
– ¡Por Dios! Mi niña – me soba la mejilla y luego me abraza – lo siento demasiado, talvez si no me hubiera encaprichado con que salieras con él o que su relación siguiera... Todo esto es mi culpa.
– ¿De qué hablas mamá? Tú no tienes la cumpla de nada
– Ese día él llamó a la casa y me pregunto por ti, me dijo que tenía que hablar y arreglar las cosas contigo – veo como las lágrimas salen de sus ojos – Yo le dije en dónde estabas. Mi niña lo siento tanto, es mi culpa.
La abrazo lo más fuerte posible – No mamá, nada de esto es tu culpa – dejo salir las lágrimas que estaban luchando por salir – Él se obsesionó conmigo, por eso termine nuestra relación, mamá... Él intentó violarme – ella llora aún más - Tranquila mamá, no llores más por favor olvidemos eso, es algo que no quiero olvidar y no quiero en mi futuro.
Ambas lloramos y nos abrazamos la una a la otra con toda la fuerza y todo el amor de madre a hija e hija a madre.
Me recuesto en sus piernas y ella peina mi cabello con sus manos hasta que me quedó totalmente dormida.
Al despertar miro la hora en el despertador y me doy cuenta de que sigue con la misma hora de ayer así que tomo mi celular y veo que aún estoy temprano tomo una toalla y voy al baño, tomo una rápida ducha y me pongo lo primero que encuentro. Me coloco las converse, también me coloco las gafas y bajo a desayunar como siempre que mamá ni papá están tomo un plato y le hecho cereal y leche.
– ¿Lista? – Pregunta Thomas y asiento – bueno vamos que tengo que hacer un mandado y ando apresurado.
Tomo mi bolso y el del profesor en el cual coloco su ropa – Okey vamos.
Al llegar al instituto me despido de él y bajo luego alguien me toma de la mano
– ¿Podemos hablar? – Es el profesor Nathan – Tenemos que hablar.
– Tenga profesor – le entregó su bolsa – Disculpe tengo clases – lo ignoro y me voy.
– Que bueno que llegas – dice Alice cuando llego al salón el cual está vacío. Reparo que ya hay algunas bolsas de algunos compañeros – Aria no me he sentido muy bien últimamente.
– A ver no me digas – ruedo los ojos – ¿Otro chico al que le rompiste el corazón? – veo su rostro y no hay rastro de relajo, entiendo que es muy serio lo que me está diciendo.
– No Ari - me toma de la mano – ¡En serio! Creo que estoy enferma ¿podrías acompañarme al médico al terminar las clases?
– Está bien iré contigo – digo seria.
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Mi Profesor
RomanceAria Ripoll es una estudiante universitaria. En su primer día como estudiante en la Universidad se encuentra con Nathan. Aria descubre pronto que tiene sentimientos hacia Nathan y se niega sacarlos a la luz. Aria y Nathan finalmente deciden salir; p...