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Ya me encuentro en el campus, subiendo las escaleras para llegar al segundo piso en donde me toca clase de español y alguien más viene bajando, puedo escuchar pasos. Levanto la mirada poco a poco, lleva tenis de color blanco y ropa deportiva color vino ¡Es el chico guapo de ayer!

Él me sonríe y rápidamente bajo la mirada – Hola – saluda ¡Dios mío! Había olvidado su sexy y melodiosa voz – ¿Cómo estás? – Vuelvo a levantar la mirada para verlo "Por Dios Aria respóndele, no te quedes callada" pienso.

– Ho... Hola... – ¡Que! No puede ser acabo de tartamudear, malditos nervios. Sigo mi camino ignorándolo.

Volteo a mirar atrás y él está mirándome con una gran sonrisa en sus hermosos labios, "por Dios Aria ya deja de pensar así" Sigo mi camino y llego al salón.

Camino hasta mi puesto y tomo asiento, Alice quien se encuentra delante de mí voltea a verme – ¡Cielos! Al fin te dignas en aparecer, mira la hora que es – miro la hora en mi móvil, ¡Oh por Dios! He llegado quince minutos tarde – Te has salvado gracias a que la profesora aún no ha llegado – no puedo creer que me haya tardado tanto en responderle a ese chico. De seguro piensa que soy una rara o enferma mental.

Ya han pasado las dos horas de español y nos tocan tres horas más de gimnasia.

Alice y yo nos hemos tardado en salir de los vestidores, ya que le estoy contando lo sucedido esta mañana y sobre lo que me contó Thomas anoche. Tengo que hablar de John, luego de amarrar mis tenis salimos y caminamos a donde ya están todos los demás rodeando al profesor.

Veo que el profesor se levanta y me detengo, no lo puedo creer, es él.

– Cierra la boca y no te desmayes – Alice me hala con un poco de diversión – Así que el chico guapo y sexy es nuestro querido profesor – susurra en mi oído.

– Chicos siéntense en las gradas – su voz hace que me dé cuenta de lo que está sucediendo y vuelva a la realidad. Nos unimos al grupo y me siento en una esquina mientras que Alice se sienta en la parte de arriba a charlar con William, al parecer le empieza a agradar ese chico – Mi nombre es Nathan Samper y seré el que les impartirá deportes este año. Primero necesito que se pongan en parejas – miro a Alice quien me sonríe y me guiña un ojo – Me aclaro, en pareja, un chico y una chica – ¡Que! ''Es una puta broma'' pienso, no hablo con casi nadie del salón. Miro a todos lados y veo que ya todos están en pareja menos yo – ¿Cuál es tu nombre? – lo veo señalándome con el bolígrafo.

– Aria – volteo a ver a mis compañeros que me ven como si fuese una cosa rara y vuelvo a verlo.

– ¿Aria Ripoll? – mira la lista y luego me mira a mí – Ustedes son todos lo de la clase no hay ningún otro; por lo tanto, tú me ayudarás a explicar la clase, seré tu pareja – sonríe.

Pongo los ojos como plato y volteo a ver de una vez a Alice quien me mira con cara de pervertida y guiña el ojo, solo ruedo los ojos y miro de nuevo al profesor.

– Además, así me será mucho más fácil de explicar la clase – en este momento debo de estar más que sonrojada.

Pasan dos horas de la clase en las que él explicó y dio el material que estaríamos viendo durante todo el año.

– Bien necesito que tres chicos me ayuden a traer las tres colchonetas, vamos a dar principios de gimnasia – dicho esto, se va a donde están las colchonetas; Carlos, William y Eduardo lo siguen.

Alice se me acerca por atrás y me abraza por el cuello mientras mira hacia ellos – Mmm... Creo que me ha empezado a gustar esta clase – suelto sus manos de mi cuello y volteo muy seria para que vea qué no me resulta para nada gracioso lo que acaba de decir – Está bien, lo siento, no he dicho nada – levanta los brazos en señal rendición.

Luego de haber colocado las colchonetas cada uno esta con su pareja, Nathan y yo estamos en una colchoneta; mientras que Alice y William en una; Naomi junto a Fernando en otra; y los otros esperan su turno en las gradas.

– Quiero que hagan o intenten hacer lo que vamos a hacer Aria y yo – se posa detrás de mí y se acerca a mi oído. Puedo sentir su embriagante aroma – Necesito que te relajes primero – coloca sus manos en mis hombros – Y luego pongas todo tu cuerpo totalmente derecho y firme cuando estés arriba – musita en mi oído y al separarse siento sus labios rozar mi ojera, o tal vez fue imaginación mía. Solo asiento y él quita sus manos de mis hombros y se coloca frente a mí.

Si quiere que no esté nerviosa como cree que voy a hacerlo. Con su cercanía y unas simples palabras es suficiente para que me descontrole mentalmente.

Coloca sus dos manos juntas abajo frente a mí – Coloca tu pie e impúlsate hacia arriba con mis hombros y luego haces lo que te dije – hago lo que me dice y cuando estoy arriba separo mis piernas – Tranquila, me mira rápidamente – pongo mi cuerpo totalmente rígido como me pidió y luego él me deja caer, siento que voy a quedar regada en el suelo y se me escapa un jadeo, al abrir los ojos y levantar la vista me topo con sus lindos ojos.

Cada pareja intenta hacer lo mismo, algunos lo lograron y otros no, así que Nathan dice que todos debemos practicar más.

Al terminar las clases voy al casillero a sacar mis cuadernos y alguien lo cierra así que tengo que quitar mis manos antes de que queden machucadas. 

Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora