Mi Profesor

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Voy de camino a la oficina de Nathan, hemos quedado para discutir cómo voy a hacer para recuperar las notas y así no perder el curso porque él no ha querido que de la clase en mi estado.

Toco la puerta de su oficina y él abre – Hola – saluda y se hace a un lado a un lado para que pase – Adelante.

– Hola... – sonrió.

Él camina hasta su escritorio y me indica que me siente en una de las bancas frente a él – ¿Cómo estás? ¿Tú bebe cómo está?

– Bien, él está bien. Solo fue un poco de sangrado, tengo que tener mucho reposo. Gracias a ti llegamos a tiempo.

– Que bueno – abre una carpeta y la revisa – Mira, te he hecho un folleto para que hagas unos talleres, cada taller valdrá una nota. Cuando lo termines me lo traes y sacaré las notas que te hacen falta. Cada punto está muy bien señalado.

– Está bien – me lo entrega y lo observo – Muchas gracias, de verdad – le sonrió – Pensé que perdería el curso.

– Jamás dejaría que lo hicieras – me mira y siento un cosquilleo en mi vientre y colocó mis manos en él y otra vez lo siento al igual que mis manos sienten algo moverse, es la primera vez que se mueve y escogió el mejor momento, frente a su padre – Bien, pues eso todo – se soba a los muslos algo nervioso y luego se pone de pie.

– Eh... Si – guardó el folleto en la bolsa y me levanto – Gracias.

Salgo de su oficina y camino a la cafetería; todos los síntomas del embarazo han desaparecido menos él hambre, podría comer ocho platos de comida y aún seguiría hambrienta, ya mi cuerpo ha cambiado, mis pechos han aumentado dos tallas más y están hinchados, a veces gotean y es muy vergonzoso cuando sucede en público, todos en el instituto saben de mi embarazo. Irina al principio ha sido muy insoportable, me decía que era una cualquiera y que no sabía quién era el padre, pero un día Armando la escucho insultarme y le dejo en claro que él es el padre y que se alejara de mí por su bien. Él sabía que ella fue la que activó la alarma de incendio y fue la causante de que Carmen no asistiera a la competencia de natación. Desde ese día no me ha vuelto a molestar.

Y por John, mi madre me contó que Thomas lo descubrió un día espiándome y ambos tuvieron una fuerte pelea, ahora entiendo por qué un día él estaba lleno de hematomas. John ahora está en prisión por intento de violación y secuestro; y sinceramente espero que no vuelva a salir.