Primera Parte
Nadie intentaba hablarme, solo bastaba con ver mi expresión fría y demasiado dura. No sabía que sentir en ese momento, la emociones que se arremolinaban en mi pecho no eran propiamente mías, era como si alguien estuviese viviendo en mi y todo apuntaba a que era causa de la nueva parte del don que se me era devuelto. El lugar en el que siempre tuvo que estar. Desde el comienzo.
Nunca lo tuve completamente, siempre hubo una parte en Caden, pero ahora no, era todo mío. Sentía muchas emociones encontradas, ajenas a las mías, sentía odio, pena, alegría y amor hacia los Deshabitados, quería matar a Caden y a Amy o simplemente dejarles aquí, pero otra parte, la mía, quería correr al lado de Caden y contarle mi miedo y ansias.
- ¿Qué sucede Lex? -inquirió Caden a mi lado provocando que mi cuerpo se tensara.
Apreté fuertemente los puños a mis costados con el fin de evitar cualquier pelea que pudiese ocasionar, no me sentía yo. Era un Deshabitado después de todo, debía morir, no tenía por que seguir entre los vivos, ya era bastante el sufrimiento de su pérdida y ahora vagaban con el fin de revivir. Cada uno tenía una oportunidad en su vida, la cual debía aprovechar y ahora a ellos se les entregaría una segunda, lo que no era justo para aquellos que luchábamos día a día con el mundo.
Caden me miraban mientras caminaba a mi lado. Su piel ahora era igual a la de cualquiera de su especie, todo rastro de humanidad se había ido de sus ojos, los que alguna vez intentaron ser celeste ahora eran demasiado oscuros, casi se confundían con su pupila.
Mi respiración se volvió rápida y entre cortada. Mis pasos eran cada vez más fuertes que los anteriores. Cada célula de mi cuerpo luchaba por hacer cumplir su naturaleza, quería eliminar a cualquier Deshabitado que se interpusiera en mi camino.
Sin pensarlo, lleve mi brazo extendido hacia su pecho con demasiada fuerza, actuando como una barrera, provocando que Caden chocara con el y cayera en el frío y duro suelo cubierto de hojas. Abrió sus ojos dejando ver su impresión sin ninguna dificultad mientras uno de mis pies iba hacia su pecho, haciendo que terminara tendido en el suelo por completo. No retiré mi pie sobre su pecho, si no que apliqué más fuerza algo inhumana sobre este.
Sus brazos intentaron sacar mi pie de él, pero fui más rápida, por lo que pude poner ambos pies en sus manos que estaban a los costados de sus caderas.
- Alexa... -dijo entrecortado producto del golpe- ¿Qué...te pasa...?
- El don -sentenció Patrick intentando acercase lentamente hacia mi.
Lo fulminé con la vista intentando que entendiera que si daba un paso más moriría en el intento. Caden ya no se movía bajo mi agarre, quedaba claro que no iba a lograr nada si lo intentaba, sabía que con cualquier movimiento él moriría o eso planeaba hacer, no quería que siguiera aquí ni menos que tuviera una oportunidad de vivir...
Mi cuerpo comenzó a moverse en contra de mi voluntad, sin pensarlo antes me encontraba sobre el cuerpo de Caden quien aún seguía en el suelo. Puse mis rodillas a los costados de su cintura, una de mis manos se apoyó en su pecho para que con la otra la pudiese estrellar contra su cara. Sus manos fueron directo a mi muñecas evitando cualquier golpe.
De algún modo consiguió ponerse sobre mí con una simple rodada. Se encontraba en la misma posición que yo había estado segundos atrás, lo que le facilitó ponerse de pie y arrastrarme en el acto con él. Estando de pie, aún sujetada por él, giré en mi lugar cruzando los brazos sobre mi cabeza quedando de espaldas a él, lo que provocó que Caden quedará agarrado de manera muy extraña y dolorosa a mis muñecas, por lo que me soltó repentinamente, ya que sus manos no soportarían otra de mis vueltas. Sus manos libres viajaron a mis omóplatos para empujarme contra un árbol y así inhibir mi fuerza.
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Deshabitados
JugendliteraturTodo cambió, sin derecho a reclamar. Para Alexa ya nada a sido lo mismo después de cuatro años del accidente, incluso no le importó tener que vivir con lo que le tocó. Pero las cosas siguieron, y seguirán, cambiando y ahora muchos dependerán de ell...