- ¿Ya lo sentías hace dos meses? Alexa creo que me vas a volver loco.
Caden se pegó más a mi bajo las sábanas blancas. Sus piernas enlazadas con las mías me hacían difícil escaparme, pues no me gustaba su interrogatorio aunque a él pareciera entretenerle.
- Estabas muerto -bueno eso había sonado muy duro-. Quiero decir que no era muy fácil salir con alguien...
- ¿Muerto? -dijo completando mi oración-. Si bueno, aunque un par de frases o besos no me hubieran molestado.
- ¡Pero Caden! Si siempre encontrabas la forma de besarme o simplemente hacerme sentir pequeña ante tus encantos -esta vez no aguante la risa y comencé a reírme entre sus brazos.
Él solo se dedicó a mirarme y sonreír, si, definitivamente él disfrutaba esto. Llevó sus manos a mi cara y me acercó suavemente hacia sus labios con los que pudo cesar mi ataque de risa. Sus labios lentos sobre los míos hacían que perdiera la cordura ante él, pues parecía que siempre cedía frente a Caden. Se separó antes de lo que me hubiera gustado y comenzó a acariciar mi espalda sobre mi polera de pijama. Hacía bastante frío pero entre los dos podíamos con eso, además las gruesas sábanas de mi cama nos ayudaban a pasar buena noche.
Llevábamos un par de horas despiertos, pues Caden no quería dormir aún y me había pedido que habláramos de lo que fuera, se sentía nervioso y enfadado al no poder encontrar manera de ayudar dentro de todo este lío. Él había querido partir la noche con algunas preguntas sobre lo que había visto en mis recuerdos, como mis sentimientos frente a él en situaciones pasadas, o la vez en que soñé con él y luego se transformaba en Cameron, cuando alguien me cuestionaba sobre él y aseguraban que estaba completamente enamorado de mi y yo de él, cuando descubrí que realmente me gustaba, todo eso había querido revivir en forma de tortura hacia mi.
- Si, tienes razón, siempre encontraba la forma de besarte o ponerte nerviosa -Caden sonrió de manera arrogante-. Aunque ya no tengo ese poder sobre ti, una lastima.
No iba a decirle que aún me ponía nerviosa ya que sería su arma más potente, así que iba a esperar a que lo descubriera solo.
~•~
- Voy en camino Lia -tenía el teléfono pegado a la oreja con el hombro mientras terminaba de arreglar mi bolso de mano-. ¡Estaremos ahí dentro de poco! Aunque si me dejaras llegar mediante el Don me demoraría menos...
- ¡Ni lo sueñes! -chilló al otro lado del teléfono-. ¡Quiero que sea una fiesta normal amiga! Dentro de todo el caos esta va a ser nuestra noche.
Y simplemente colgó evitándome el derecho a reclamar.
Caden salió de mi baño con la ropa a medio poner. Llevaba unos pantalones negros puestos pero su camisa blanca estaba reposando en su antebrazo. Su pelo seguía húmedo producto de la ducha, aunque no era lo único que daba a reflejar que había estado bajo ese foco de agua caliente. Sus mejillas estaban levemente coloradas por el calor y su pecho aún estaba húmedo producto a la mala calidad de la toalla. En realidad no puedo decir que me hubiera gustado quitar mi vista de esta imagen, ver a Caden sin camisa con todo ese cuerpo marcado de abdominales y esos brazos fuertes que me había sujetado millones de veces me ponía realmente nerviosa en el sentido positivo de la palabra.
- ¿Te gusta lo que ves? -Caden dejó la camisa sobre mi cama y comenzó a acercarse a mi.
- Ya no seas tonto, vamos tarde -lo esquivé y cogí su camisa-. Vístete.
- ¿Es lo que quieres? -su mano iba a su camisa, pero en un rápido movimiento cambió y tiró de mi brazo llevándome contra su pecho.
- No, pero Caden por favor -lleve mis dos manos a su pecho intentando separarme, pero era débil contra este chico-. Solo ten piedad.
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Deshabitados
Teen FictionTodo cambió, sin derecho a reclamar. Para Alexa ya nada a sido lo mismo después de cuatro años del accidente, incluso no le importó tener que vivir con lo que le tocó. Pero las cosas siguieron, y seguirán, cambiando y ahora muchos dependerán de ell...