Capítulo 23

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Creo que era la séptima vez que me estrellaba contra el suelo de espaldas. Estaba en la sala de entrenamiento de los Temik preparándome para algo que según yo nunca ocurriría.

- ¿Porqué estoy acá?- le pregunté a Sam.

- No creas que te liberarás tan fácil de los Deshabitados, necesitamos entrenarte. Ellos pueden matarte solo con tocarte, en cambio tu tienes que usar la fuerza y la razón.

Mi idea era pasar desapercibida por el mundo y luego crear una vida "normal". Claro que con solo pensar eso las ganas de llorar y reír se apoderaban de mi.

Me levanté dificultosamente del suelo y limpié mis piernas. A mi suerte antes de entrenar Amelia había aconsejado poner una colchoneta, lo cual hicimos, y también le había pedido a Sam que fuera piadoso, pero esa palabra no cabía en su mente.

Estaba usando unos shorts deportivos color negro con una polera celeste sin mangas. Mi pelo, aún blanco violeta, estaba amarrado en una cola desastrosa.

- Vamos.- dijo Sam poniéndose en posición de ataque.

Y aquí íbamos de nuevo. Su brazo izquierdo fue directo a mi cara pero solo logró darme levemente en el hombro. Dirigí mi brazos derecho hacia su cabeza lo cual falló rotundamente, era muy rápido. Lo Temik tenía formación, eran entrenados para atacar a los deshabitados. De nuevo hubo una lluvia de combos hacia mi cabeza, pero ninguno me dio ya que fui o suficientemente rápida para agacharme y así con mi pie derecho lo enganché con el izquierdo de él provocando que se cayera cuando lo tiré fuerte.

Sam cerró los ojos al estrellarse con el suelo de espaldas.

- Piedad...- susurró.

- ¿Es una broma?.- dije poniendo mis brazos en jarra.

Sam se rió sin levantarse del suelo. Extendí mi mano para que la tomara y se levantara.

A mi espalda la puerta de la sala de entrenamiento de la casa de Amelia se abrió dejando asomarla con cara preocupada.

- Alexa, Sam, cámbiense.- dijo mirando de lado a lado.- O mejor báñense, ahora. Patrick lo encontró.

No era necesario que digiera más, ya sabía a quien se refería. Caden llevaba una semana quedándose en el despacho de Amelia al cual solo se podía acceder con la llave que solo ella poseía. Amy no había aguantado dejar sola a Zoella y al segundo día había decidido volver al Mundo Morto.

- ¿De quién hablamos? Creo que ambas saben a juzgar de la expresión de sus caras.- dijo Sam intentando saber a quién se refería.

- Ahora.- ordenó Amelia.- Nos juntamos en la sala de reunión.

Sin decir nada nos miramos y cada se dirigió a un baño diferente para poder cambiarse.

~•~

Luego de unos minutos de ajetreo, Amelia logró reunir a los miembros mas importantes del consejo de este distrito. Elliot el esposo de Amelia acababa de llegar junto a Emma. Patrick estaba sentado a un lado del semi círculo dejando la cabecera a Amelia. Sam se había demorado menos que yo y ya se encontraba con unos tejanos negros y una camisa azul al lado de Emma. Habían dos personas nuevas que se me fueron presentadas como Olivia Hookid, era una chica de mi misma edad más o menos, su pelo era rubio bastante ondulado, su tez era blanca y sus ojos eran de un color esmeralda, llevaba un vestidos negro ajustado hasta la cintura. En cambio la otra, también una chica llamada Lily Tomless, era morena, de pelo negro largo, ambas eran igual de delgadas y altas. Lily usaba unos jeans blancos con una blusa rosa pálido.

- Tomen todos su puesto.- dijo Elliot dando partida a la reunión.

Amelia entró a la habitación con Caden atrás suyo. Todos se callaron y lo observaron con determinación mientras se sentaba a mi lado. Patrick estaba de brazos cruzados esperando sentenciar a Caden, algo que obviamente no pasaría mientras tuviera el don.

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