Sentía como cada gota de agua tibia resbalaba por mi espalda, estaba bastante adolorida. Después de haberme bañado salí a vestirme a mi pieza. Hoy tenía que decir quién sería mi mano derecha. Me puse unos jeans negros con un polerón celeste, unos botines negros acompañaban mi outfit. Peiné un poco mi pelo blanco violeta y lo acomodé para que se viera ordenado.
Después de la charla con Christina anoche no hablamos más, solo le había avisado que tenía que reunirme con Amelia para terminar de hablar algunas cosas. Y así fue, salí de la casa, después de almuerzo, sin dar mayor explicación y me dirigí en el auto de ella hacia la casa de Amelia. No quería teletransportarme, era bastante agotador.
El camino fue corto. Como siempre me topé con frondosos árboles que se movían al ritmo del viento. Hacía un poco de frío, creo que aun estábamos en invierno o quizás ya era primavera, ya no le daba importancia a esas cosas.
Me bajé del auto y caminé hacia la casa de Amelia. Aún no empezaba la reunión, faltaba alrededor de 3 horas, pero no sabía a quién escogería. Esto era bastante difícil. Ya en la puerta esperé a que me abrieran.
Quedé petrificada cuando una mujer deshabitada me abrió, era la misma de la primera vez que vine con Miles. Nunca me acordaba de preguntarle a Amelia quien era y que hacía aquí. La mujer me invitó a entrar y sin dudarlo entré en busca de Amelia, quizás le preguntase.
Caminé por la estancia hacia la escalera donde me topé con Sam. En cosa de segundo me encontraba entre sus brazos, era común de él saludarme de es forma.
- Mi líder favorita.- me dijo al oído.
Estallé en risas al escucharlo. Hace unos días había comenzado a llamarme así para molestar a Amelia, pero ella no estaba cerca en este momento.
- Sam ¿Dónde está Amelia?
- Creo que tengo información mas importante que solo la ubicación de Amelia.
Alcé las cejas esperando a que la dijera sin nada a cambio. Se acercó de a poco a mi hasta estar lo más cerca posible.
- Caden.- fue lo único que dijo.
- ¿Que pasa con él ?
- ¿En serio no lo sabes?
Negué con la cabeza. Por un momento me preocupé y comencé a esquivarlo para llegar a la habitación de Caden. Me retuvo unos segundos para entregarme un papel con una dirección. Las calles eran conocidas, estaba sola a media hora de acá, solo que no sabía que lugar era. Terminé de leer la nota, pero me retuve en la última frase. Familia Brey.
- ¿Porqué...?
- Es su cumpleaños.
Asentí repetidas veces con la cabeza y besé fuertemente su mejilla en forma de agradecimiento. Comencé a subir la escalera hasta la habitación que le había asignado a Caden. Nunca me había dicho cuando era su cumpleaños a si que tenía argumentos a mi favor para no saberlo. Me acerqué a la puerta de madera blanca y toqué suavemente. Un "adelante " me dio pase para entrar.
- Caden...
Estaba en su cama boca abajo. Solo traía unos pantalones negros y sus calcetines. Las cortinas estaban cerradas dándole un aspecto frío y triste a la habitación. No levantó la cara al escuchar mi voz, al contrario, puso una almohada sobre su cabeza.
- Ahórratelo.- dijo entre la maraña de sábanas y almohadas.- No es un feliz cumpleaños.
- Si tú lo dices...- cerré la puerta y tomé una de las poleras que tenía dobladas sobre la silla y se la arrojé.- Levántate por favor, vamos a salir.
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Deshabitados
Teen FictionTodo cambió, sin derecho a reclamar. Para Alexa ya nada a sido lo mismo después de cuatro años del accidente, incluso no le importó tener que vivir con lo que le tocó. Pero las cosas siguieron, y seguirán, cambiando y ahora muchos dependerán de ell...