apuesta part 13 .*perver*

6.7K 225 8
                                    

Oh dios, si ella tan solo lo supiera. ¿Qué quería en ese momento? Hacerle el amor, como ningún hombre se lo hizo antes, tocarla como ningún hombre la toco antes, besarla como nunca antes. 

Aunque nunca había tenido mi primera vez, estaba seguro que si se trataba de ella, no tendría que ser el hombre mas experimentado del mundo, simplemente todo lo que quería hacerle saldría en ese momento. Si mi maldita timidez lo dejara, Claro. 

¡Maldición! 

— ¿Liam? —Su voz me sacó del trance. 

—Lo siento, me distraje. —Dije avergonzado.

—Eso vi. —Se acercó lentamente. — ¿Crees que tu mamá se demore? 

—No lo se.

Sinceramente no lo sabía.

—Tienes buena vista de mi habitación, ¡Eh! —Afirmó.

— ¿Enserio? No… —Me hice el bobo. 

Ella pasó por mi lado, y se acercó a la ventana. 

—Muy buena vista. 

—Um, no lo había notado. —Reí nervioso.

Ella me miro, y sonrió.

— ¿Cómo sigue tu herida? —Preguntó.

—Un poco mejor. 

— ¿Puedo verla?

—N-no… el pantalón lo impide. 

—Entonces bájalo. —Propuso.

La mire nervioso. 

—Vamos, Liam. —Se acercó. —No voy hacer nada malo. —Susurro en mi oído poniendo mis pelos de punta. 

Ella misma con sus manos, comenzó a desabrochar mi pantalón, hasta bajarlo lentamente.

—Mi mamá puede entrar. —Tragué saliva. 

—Si, lo se. Eso lo hace excitante para mí. —Me miró tentadoramente.

Ella y mis pantalones bajaron hasta abajo. 

— ¿Siempre estas excitado? —Me miro desde abajo.

Oh dios, que vergüenza.

—N…No. —Tragué saliva. 

Ella negó con la cabeza mientras sonreía, y miro la raspadura que me había hecho días antes. 

—Ya estas mejor. —Dijo.

—Te lo dije. 

—Revisaré otra cosa. —Avisó, y llevo sus manos hacía mi bóxer.

—Oh no…. —La detuve. 

Quite sus manos de mi bóxer, Ella me miro confundida.

—No es que no quiera, no es que no desee que lo vuelvas hacer, Porque me encantaría que lo hicieras una vez más. —Le fui sincero. 

— ¿Entonces? 

Tome fuerzas para decírselo.

—En realidad, Quiero hacerlo yo. 

— ¿Tú? —Se levantó. — ¿Sabes? No te lo iba a besar. —Alzó los hombros. —Solo quería verlo.

Esas palabras en vez de bajarme el calor, Me pusieron más duro. 

— ¿Enserio te gusto lo de esta tarde? —Preguntó.

—Mucho. —Respondí sin dudar.

La angustia de saber que mi madre podía entrar en cualquier momento me ponía aun más nervioso.

— ¿Bajamos ya? —Preguntó.

— ¡No! —Exclame.

La tomé de su cintura, y la hice sentar en la cama. 

—Acuéstate. —Pedí.

— ¿Qué me acueste? —Río divertida. —Si eso quieres. —Se acostó en la cama. 

No podía negar que verla así me excitaba aun más, el hecho de verla en mi cama, acostada, y solo para mí, Si que me hacía sentir muchas cosas. 

Tomé una de sus piernas, y la acerqué a mis labios, ella soltó una risita. 
Comencé a besar sus piernas, Fui bajando desde el tobillo hasta su rodilla.

—Liam… —Sus voz interrumpió mis besos. 

— ¿Si? —La mire. 

Cogió una de mis manos, y la llevo hasta su parte intima, su vestido me impedía sentirla mejor. 

—Tócame ahí. —Pidió. 

Comencé a mover mi mano en un suave masaje de arriba abajo. ¡Maldito vestido! 

No se porque razón veía que ella se tomaba este asunto muy divertido, mientras yo estaba que moría de la excitación.

Vi que cerró sus, y se mordió el labio inferior. 

¿Lo estaba haciendo bien? 

Tocarla por encima del vestido me estaba matando, necesitaba arriesgarme. 

Rayos estaba muy nervioso.

Llevé una de mis manos hacia su pierna, y comencé a subir su vestido, Oh dios, esto me daba mucha vergüenza. 

Lo subí de tal modo, Que pude ver su braga blanca, cosa que me prendió aun más. Sabía que yo iba a estallar en cualquier momento.

Lo peor, es que tenía muchas ganas de tocarla, besarla, y todo lo que pudiera. 

Así que cuidadosamente, lleve mis dos manos, y quise bajar su braga pero lo impidió.

— ¡Liam! —Abrió los ojos. — ¿Qué haces? —Se apoyó con los dos codos en la cama. 

Oh dios, me quede mirándola sin saber que decir, La vergüenza me consumió por completo.

—Yo… Bueno… Yo… Pensé que te gustaría. —Baje la mirada.

— ¿Gustarme que? —Levantó una ceja.

—No lo se. —Tragué saliva.

—Si lo sabes, Liam. ¿Gustarme que?

¿Estaba enojada? Por dios, Ojala que no lo estuviera.

—Por favor… —Rogué para no tener que decirlo.

Ella se sentó en la cama, pero seguía sin quitar los ojos de mí.

— ¿Crees que tienes que devolverme lo que hice esta mañana? —Preguntó.

La mire. 

— ¿Qué?

— ¿Lo ibas hacer por devolverme lo que paso en el auto? 

—No.

—No lo tienes que devolver si no quieres.

—Si quiero.

— ¿Si quieres? —Río. — ¿Al menos sabes como hacerlo?

—No, pero…

— ¿Estuviste viendo porno? 

— ¿Qué? ¡No! 

—Dime la verdad. —Preguntó curiosa.

Bueno, si vi porno, pero, solo porque quería saber como hacerlo, Nada mas. 

—No, no vi. —Negué con la cabeza. 

Creo que estaba rojo.

Si Niall estuviera aquí, seguramente me diría: “Pareces una niñita” 

¿Adonde iba esta conversación? Quería tirarme por esa ventana ahora mismo.

—Liam… —Cogió mi mano. —No seas tímido, llevamos mucho tiempo de conocernos, y sigues igual que desde el primer día. No te voy a regañar. —Dijo obvia.

—No he visto porno. —Volví a repetir. 

Ella se quedó callada por unos segundos.

—Entonces, ¿Me puedes confirmar que ibas hacer lo que yo estaba pensando?

—N… No se en que estas pensando. —Tragué saliva.

—Bueno… —Se acercó. —Es parecido a lo que te hice esta tarde. —Volvió alejarse. — ¿Era eso?

— ¿Qué? —Pregunte confundido.

—Olvídalo. —Se levantó de la cama.

Antes de que pudiera irse, la agarré de la mano.

— ¿Estas molesta? 

—No. 

Me levanté, y acaricie la piel de su rostro, era suave muy suave. 

—Se que fui un atrevido al querer hacer ese tipo de cosas sin preguntarte, no se en que estaba pensando. ¿Me perdonas? 

—Ya te dije que no estoy molesta, Liam. —Soltó una risita. —Pero, Tendré que decirte, que no dejo que cualquiera me haga ese tipo de cosas. —Susurro.

Se alejó, y salió de la habitación. 

Soy un gran y pesado tonto. 

Baje las escaleras tras ella, y nos topamos con mi mamá.

—Justo los iba a buscar. —Sonrió. —Ya esta la comida. —Dijo.

— ¡Genial! —Dijo ella. 

Yo no dejaba de sentirme como un estúpido.

Caminamos hacía la mesa del comedor, y nos sentamos allí. Yo al lado de ella, por supuesto.

—Son pastas. —Comentó mi mamá.

Pasó con la coca donde tenia las pastas sirviéndonos en el plato.

— ¿Cuánto te hecho? —Le pregunto mi mama mientras servía.

—Así, por favor.

— ¿Tan poco? —Preguntó mi mamá.

—Sí, es que no como mucho de noche, Y estoy adieta. —Comentó.

— ¿Adieta? —Exclamó mi mamá sorprendida. —Pero si estas como un palo, Niña. 

Ella se limito a sonreír tímidamente. 

—Bueno, Creo que en vez de hacer dieta deberías comer un poco más. —Dijo mamá.

— ¡Mamá! —Le reproche.

Mi mamá no dijo nada, y caminó hacia su silla para luego sentarse.

Mire a ___ apenado, ella simplemente suspiro y comenzó a comer. 

—Como quisiera ser esa pasta. —Pensé en voz alta.

Mi mamá y ella me miraron al instante. 

Oh por dios, ¿Enserio lo dije en voz alta? Maldita sea, Siempre me pasa lo peor a mi, ahora si quedé como un estúpido, enfermo, y morboso hombre de mierda. 

— ¡Liam! —Dijo mi madre sorprendida.

Sus ojos estaban abiertos como platos. 

— ¿Qué es lo que te pasa? —Preguntó mi madre ¿Asustada o indignada?

No sabría definir su expresión. 

En cambió, ____ me miraba divertida, podría jurar que la estaba pasando muy bien, además que estaba que se reventaba de la risa. 

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora