maldita apuesta explicacion marathon 2/3

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-No, no, no, Liam, déjame explicarte. -me acerqué. 

-¿Explicar qué? -dio un paso atrás. -¿Explicarme lo mucho que te reíste de mí? 

-Es una puta perra. -escuché a Isabela. 

-Cállate, Maldita estúpida. -volví a mirar a Liam. 

Él se acercó, y me agarró del brazo fuertemente, jalándome hacia la parte de afuera del hotel. Isabela nos siguió y en su rostro había una gran sonrisa. 

-Liam, por favor. -rogué una vez estuvimos fuera del hotel. 

Me soltó y se volteó, caminando lentamente y pasándose las manos por el cabello. 

-¿Por qué lo hiciste? -se volteó. -¿Acaso no te dio lastima? -gritó. 

-Liam, al principio solo lo tomé como una apuesta...y, y no pensé que fuéramos a llegar tan lejos. -hablé nerviosa. 

-Deja de mentirme. -exclamó. -Yo te am…-paró de hablar y se quebró en llanto. 

-Liam, no, por favor. -me acerqué. 

-No, no me toques. - se alejó. -¿Acaso piensas que vas a seguir engañándome? 

-Liam, yo te amo. -grité. -Todo fue un maldito error. Lo sé, pero… Sí no fuese por eso no estuviéramos juntos, sí no fuera por esa maldita apuesta tu y yo no seriamos nada. He descubierto el amor gracias a ti y ahora me siento como una maldita perra que no merece nada, sé que estás pensando lo peor y que seguramente no quieres hablarme más, pero, por favor entiéndeme. Pensé que lo nuestro no pasaría a mayores, tampoco creí que ibas a enamorarte de mí… Liam por favor. -tomé su brazo. 

-No. - se alejó bruscamente. -Creí en ti. Confié en ti. Me enamoré de ti… Jamás me había enamorado. No de esta manera. Jamás sentí que podía hacer cualquier cosa por tener a una persona a mi lado. Quería que me amaras así como yo lo hago, que me vieras como a un hombre no como a un maldito nerd. ¿Sabes lo que sentí cuando te acercaste a mí ese día en la escuela? Pensé que era el hombre más afortunado de este planeta. Cuando aceptaste salir conmigo pensé que estaba alucinando, simplemente no podía creer que tú fueses a salir conmigo

-Liam… -mi corazón se partió en dos. 

-Cuando te vi por primera vez pensé que estaba viendo a la mujer perfecta… Nunca pensé que una chica como tú pudiese existir…. Y…. ¡Maldita sea! ¿Por qué me hiciste esto? -gritó. 

-Liam, por favor escúchame. -sollocé.

-¿Por qué me dijiste que me amabas? ¿Por qué lo hiciste? 

-¡Liam yo te amo! -me acerqué. 

-Deja de mentir. -exclamó. -Ya deja de hacerlo. -su ira no cesaba. -¿Sentías asco cuando te hacia el amor? -me tomó del brazo bruscamente. -¿Lo sentías?

-No. -negué, mi voz salió en un susurro.

-¿Sentiste asco cuando te hice el amor esta noche? -exclamó iracundo. 

-No. -tomé su rostro entre mis manos. -Perdóname, Liam… Te juro que no pensé que fuera a enamorarme, te juro que ahora lo estoy, te juro que te amo. Te amo Liam. Te amo, te amo. 

Él cerró los ojos. 

-No le creas ni una sola palabra. -exclamó Isabela. 

-Cállate. -grité. 

Liam se alejó de mí. 

-No quiero volver a hablar contigo. -susurró, alejándose cada vez más. 

-Liam, por favor no me hagas esto. -me acerqué. 

-¿Qué no te haga qué? ¿De verdad te duele? Ya no me mientas más. ¡Ya no más! 

-Liam te juro que no te miento. -veía borroso a causa de las lágrimas acumuladas en mis ojos. 

-Déjame. -se volteó. -Y no vuelvas a acercarte a mí. -sollozó. 

-Liam -solté su nombre, mientras lo veía alejarse. -¡Liam! ¡Liam yo te amo! -grité desconsolada. 

Se acercó a un taxi que había parqueado, y se montó bruscamente. 

-¡Liam! -insistí. 

El auto arrancó velozmente y desapareció entre los demás autos. 

-¿Pensabas que nunca se iba a enterar? -escuché la voz de Isabela. 

Tomé un suspiro profundo. 

-Lárgate si no quieres que saque a la asesina que llevo dentro. -me giré lentamente.

Ella comenzó a reír mientras se acercaba a mí. 

-Éramos amigas -se detuvo. -Se supone que Liam no te interesa nada más que por dinero. Nunca me dijiste que lo amabas en serio. ¿Sabes que fue lo que me hirió? Que aun sabiendo que él me había invitado al baile tu llegaste y te lo trajiste para este hotel dejándome mal ante todas las personas que habían presentes. Eso no te lo voy a perdonar. Nunca. 

-¿Acaso no te basta con lo que hiciste? -le reclamé. Respiraba con dificultad. 


-Te lo merecías. -se encogió de hombros. -A ti nadie te obligó a hacer esa apuesta. Nadie. -retrocedió. Se volteó, y se alejó de mí.


++++

-¡Abre la puerta! -gritó Louis tocando como un loco. 

-No quiero. -grité, acurrucada entre las sabanas. 

-La tumbaré si no lo haces. -advirtió. 

Me levanté rápido de la cama y caminé hacia la puerta. La abrí de mala gana y observé a Louis. Entró rápidamente, pasando por mi lado y se colocó a la mitad de la habitación. Me volteé y lo vi cruzado de brazos y con una ceja fruncida. 

-¿Qué quieres? -solté.

-¿Qué pasó ayer? ¿Te violó ese nerd? -preguntó sin moverse. 

-¿Qué? ¡No! -suspiré. -Ayer se enteró sobre la apuesta que hice con Isabela y Diana. 

-Oh, ¿de verdad? -frunció los labios e hizo una pausa breve. -Cuéntamelo todo. -se sentó en la cama. 

-No hay nada que contar, Louis. -me senté a su lado. -Es que… Me duele. Todo este tiempo que estuvimos juntos fue lindo y me di cuenta del gran chico que es. Nunca pensé que un chico como él existiera. Él me hacía sentir importante, especial y única. Era tierno, tímido, amoroso, tierno… Todo lo que no fueron los anteriores hombres con los qué estuve. 

Louis me miraba atentamente. 

-Lo peor de todo es qué… Me enamoré de él y ahora siento que lo amo. -confesé. 

Su cuerpo se tensó. 

-¿Cómo qué lo amas? -cerró los ojos por un momento, conteniendo la respiración. 

-Lou, Si te dieras el tiempo para conocerlo mejor…

-¿Qué es lo que está pasando por tu cabeza? -se levantó, interrumpiéndome. -¿Cómo puedes estar enamorada de un tipejo como ese? Entiéndelo. Amas su dinero no a él. 

-¡Louis! -me levanté. -En todo este tiempo que estuvimos juntos no me dio dinero. Tal vez me daba regalos costosos y lo demás pero nunca me dio dinero. ¿Por qué me crees tan mala? -grité. 

-Porque tú y yo somos iguales. -exclamó. -Tú lo sabes y yo lo sé. Estás cegada por los regalos costosos y todo lo qué ese hombre te da…. Tal vez pienses que lo que sientes es amor, pero no lo es.-me tomó de los brazos y me sacudió. -No estás enamorada de ese tipo, no te confundas. 

-¿Y cómo explicas todo lo que siento cuando me besa y hacemos el amor? ¿Cómo lo explicas? -comencé a llorar. 

-Estás drogándote. -se alejó de mí. -Estás drogada y eso es lo que te pasa. Inclusive ese tipo te pudo haber hecho brujería. Es eso seguramente. 

-¿De qué estás hablando Louis Tomlinson? -exclamé. 

Suspiró, y se quedó callado por un largo momento. 

-Bien-volvió a suspirar. -Supongamos que realmente lo amas… ¿Qué harás para que te perdone? 

Me quedé en silencio. 

-N-No lo sé. - mi voz sonaba débil, rota.

-Averígualo. -caminó hacia la puerta. -Sí ese tipo te perdona lo que le has hecho, entonces será mi ídolo y lo aceptaré. -cerró la puerta. 

+++

Dos días. 

Dos días han pasado y Liam no quiere verme. No contesta mis llamadas ni mis mensajes. Tal vez desactivo el facebook o me bloqueó. Cortó toda comunicación conmigo. Pero no me voy a rendir. Tengo que hablar con él por ultima vez antes de irme para donde mi abuela. 

Sí, mi abuela. Estar con ella seguramente sería lo mejor. Despejaría mi mente y tendría unos días para pensar con calma. No serían muchos días… Tal vez una semana o dos. 

Esperé unos segundos a que alguien atendiera en la puerta de la casa de Liam. Le rogaba a dios porque fuese él quien abriera. 

La puerta se abrió rápidamente y observé a Karen, La madre de Liam. 

-Hola señora Karen. -saludé. 

-Hola. -saludó seriamente. 

-¿Está Liam?

Suspiró. 

-Escucha… No sé que fue lo que pasó entre ustedes dos pero…. Liam no quiere verte por ahora. -susurró. 

Me quedé mirándola por un momento. 

-Necesito hablar con él. -insistí. 

-Lo siento. -negó, parecía confundida. 

Cerré mis ojos por un momento. Las lágrimas se estaban aproximando. 

-Vale…-asentí. -Solo dígale que lo siento. -susurré. 

Asintió, y cerró la puerta al instante. 

Me volteé y vi el taxi en el que me iría para la casa de mi abuela. Estaba esperándome. No pude despedirme de Liam. No pude decirle lo mucho que lo siento. Me dolía el corazón. Todo esto fue mi culpa. Mi maldita culpa. 

Me monté al auto, y cerré la puerta. Miré por última vez hacia la casa de Liam y observé la cortina de su habitación completamente cerrada. 

-¿Hacia donde vamos? -preguntó el hombre que conducía.

-Hacía el aeropuerto. 

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora