cAPITULO 27

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— ¿Qué? —Exclamé. 

—Podemos venderlo y sacar dinero para algunas cosas que necesitamos. —me miró. 

—Ni lo pienses. —caminé hacía mi closet y busqué una pijama. 

— ¿Cuál es tu problema? ¿Acaso estas enamorada de él? ¿Por eso nos has dicho todo eso a nosotros? Ya no se que pensar sobre ti. Pienso que ese nerd te ha cambiado. Mucho. 

—En primer lugar no estoy enamorada de él, Sabes que yo no me enamoro. —me quité la blusa. —En segundo lugar no quería lastimarlo, porque si lo hacia ya no iba a querer verme. —Me quité el short. —Y en tercer lugar, no voy a vender el celular. —me puse el pijama. 

—Estás completamente loca. —contestó inmediatamente. —Quiero que me respondas algo. ¿Estás enamorada de él y por eso no has podido sacarle el dinero suficiente? 

— ¡Ya te dije que no! —lo miré molesta. —Ya basta con ese tema, Me estás cansando. —me senté en la orilla de la cama. 

—Se que están teniendo sexo, así que tienes que sacarle dinero. Es lo justo. 

— ¿Te parece poco el celular? —alcé una ceja. 

—No es dinero. —se levantó de la silla. —Sácale dinero de una puta vez, Maldita sea. —gritó. 

— ¿Cómo crees que voy hacer eso? —respondí aturdida. —Según tu, lo que debo hacer es llegar y decirle: Liam dame dinero… ¿Eso piensas que debo hacer? —pregunté sorprendida. 

—Pues… Si. Seguramente estará gustoso de darte dinero a cambio de que no lo dejes. Por favor, es un tonto. —dijo fastidiado. 

Lo miré por un momento. Mi hermano parecía cegado por la ambición. 

—Louis. —lo llamé, él me miró. —Deja de ser tan dramático. —suspiré. —Voy hacer lo que pueda para conseguir dinero. ¿Vale?

—Eso espero. —me advirtió. —Porque de lo contrario no voy a permitir que te refriegues con Liam una y otra vez. —se acercó, y me dio un beso en la mejilla. —Hasta mañana, que descanses. —caminó hacía la puerta y salió. 

* * *

Me bajé del auto de Liam, nos habíamos demorado una hora en llegar a la finca de sus padres. Era agotador para mí estar una hora en un auto y más cuando Liam no ponía temas de conversación. 

— ¿Qué tal te parece? —preguntó Liam bajando las maletas del auto. 

—Es hermosa. —sonreí, y cogí mi bolso. — ¿Están tus hermanas adentro?

—Claro, de lo contrario nos quedaríamos afuera. No tengo llaves. —contestó.

Nos acercamos a la puerta. Liam tocó el timbre y luego me miró con una sonrisa. 

Luego de unos segundos, la puerta se abrió y vi a una chica sonreír. 

—Hola, Liam. —sonrió. 

— ¡Hola, Ruth! —Liam le devolvió la sonrisa. —Ella es __ Tomlinson. —nos presentó. 

—Muchos gustó, Ruth Payne. —estrechó mi mano. 

—El gusto es mío. —sonreí. 

Entramos a la casa, era bastante hermosa y bien decorada. Era muy amplia. 

—Creo que es mejor que acomoden de una vez sus maletas en sus respectivas habitaciones. —Dijo Ruth. 

—Claro, eso mismo iba hacer. —Liam subió por las escaleras, yo lo seguí. 

Cuando llegamos al segundo piso, Liam se dirigió a una habitación. 

—Me dijiste que íbamos a dormir juntos. —susurré. 

Él acomodó las maletas a un lado de una gran cama con colcha blanca y se giró para mirarme. 

—S-si… —se acercó. —No pensé que hablabas enserio. —tragó saliva. 

—Bueno, si no quieres no importa.

—Claro que quiero. —Me miró directamente a los ojos. —Pero, No se si a mis hermanas les parezca. —dijo con sinceridad. 

— ¿Tu crees que les mole…—fui interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose. 

Era Ruth. 

—Chicos, voy a ir a comprar unas cosas para la cena. ¿Vale? Nicola debe estar por llegar, salió con su novio hace algunas horas. —anunció Ruth. 

—Aquí estaremos entonces. —respondió Liam. 

—Bien. —sonrió. —Vuelvo enseguida. —salió de la habitación.

Esperé a que bajara por las escaleras, y cerré la puerta de la habitación. 

—Por favor, Liam. Quiero dormir contigo. —pedí. 

—Yo también lo quiero, P-Pero, No quiero que mis hermanas se molesten. 

— ¿Pero, Porque? No vamos hacer nada de malo. 

—Ah, ¿No? —me miró rápidamente, lo vi desilusionarse por un momento. 

—No. —me acerqué. —Oh… Podríamos hacerlo, pero si me convences. —le di un beso en la comisura de los labios. 

— ¿Convencerte? —preguntó confundido. 

—Si, no soy fácil de convencer para que lo sepas de una vez. —dije divertida. — ¿Tu dormirás en esta habitación? —pregunté cambiando de tema. 

—No, es la tuya. —respondió. 

—Oh… Es genial, me encanta, y la cama es muy grande. —me tiré a la cama. —Y cómoda. —agregué. 

—Me alegra que te guste. —dijo nervioso, se sentó en la cama y me miró. —Estoy feliz de que hayas aceptado venir. 

—Y yo de estar aquí… Contigo. —me acerqué a él, y lo besé. 

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora