Salí de los vestidores sintiéndome totalmente ridículo con la pinta que llevaba. No era mi estilo. Yo era mas anticuado, antiguo en la forma de vestir.
Caminé fuera de estos, y observé a Ruth hablando con la vendedora y una señora de unos cincuenta años. Pararon de hablar en cuanto me vieron.
-Es un chico muy atractivo. -musitó la señora canosa.
-Me gusta como se te ve esa camisa. -habló Ruth, acercándose a mí.
-Sí, le queda bastante bien. -acordó la vendedora.
Me volteé, y me observé en el espejo que tenía en frente. Blusa negra, pantalón negro y zapatos negros. ¿Acaso voy para un funeral?
-No me gusta. -negué, y miré a Ruth. -Esta camisa es demasiado apretada.
-Así estás bien, Liam, por dios. Te ves sexy. -sonrió.
-Todo lo que llevo es negro. -fruncí una ceja.
-Vamos a arreglar eso. -Ruth se volteó, y comenzó a caminar lentamente por todo el almacén, observando las prendas.
Suspiré. Quería irme.
Mis ojos se encontraron con la mirada penetrante de la señora de cincuenta años. En su rostro se formó una sonrisa. Me limité a asentir y miré hacia otro lugar.
-Esto está perfecto. -Ruth alcanzó un saco verde y regreso a mí.
-No es mi estilo. -declaré.
-Eres un pesado. -me regañó. -Póntelo. -me lo entregó.
-Que estupidez. -me quejé, y tomé el saco.
Me lo puse y me miré al espejo.
-Así se visten los populares del instituto. Me veo ridículo. -exclamé.
-Te ves muy bien, chico. -dijo la señora esta, no sabía porque estaba mirándome.
-Nos llevamos eso. -le dijo Ruth a la vendedora.
-No. -miré a Ruth fulminante.
La vendedora dudo.
-Sí, Tanía nos vamos a llevar eso. -Ruth le sonrió a la vendedora.
-Bien, pues necesito que te quites la ropa para poder empacarla. -dijo la vendedora.
No tuve más opción que desplazarme nuevamente hacia los vestidores. No iba a comenzar una discusión con Ruth en un almacén.
Me quité la ropa rápidamente, y me puse la que llevaba antes. Mi estilo. Salí nuevamente y me acerqué a la caja registradora. Le entregué las cosas a la vendedora y suspiré.
-¿Sabes en donde hay una peluquería? -le preguntó Ruth a la vendedora.
-En el segundo piso, a un lado de las escaleras eléctricas. -dijo la mujer ocupada, registrando la compra.
-Gracias nena.
-¿Te vas a cortar el cabello o algo así? - le pregunté a Ruth.
-No, yo no-negó.-Tú. -sus ojos se posaron en los míos.
-¿Qué?
-Sí, Liam ya deja de molestar.
-Me gusta mi corte de cabello. -le dije ya agobiado.
-Ya Liam, solo vamos a ponerte a la moda por unos días. Luego, si no te gusta podrás dejarte crecer el cabello nuevamente.
-Aquí tienen su compra. -la vendedora nos entregó dos bolsas.
-Gracias cielo, feliz tarde. -Ruth tomó las bolsas y caminó hacia la salida.
La seguí.
-Ruth. -la alcancé.
No podía creer que estaba actuando en contra a mi voluntad.
-Ruth, yo no quiero. -me expresé aun más preocupado que antes.
-Ya. -llegamos a la escaleras electicas, y mientras que ellas subían, pude divisar la peluquería.
-¡Ruth! - exclamé.
-Liam, ya deja de ser tan tonto. Carajo. Vas a quedar muy bien. -me tomó de la mano, y me jaló hasta la peluquería.
-No, Ruth, es que yo no quiero. -repetí.
-Buenas tardes. -Ruth saludo amablemente, entrando a la peluquería.
Una chica nos sonrió y se acercó.
-Buenas tardes. -saludó.
-¿Podrías cortarle el cabello a mi hermano? -preguntó.
-Claro, ¿Cómo lo quieres? -preguntó la peliroja.
-No, yo no...
-Cállate, Liam. -exclamó Ruth.
-Quiero algo que vaya con él y que esté a la moda. Esta noche es muy importante para él. -explicó Ruth.
La estilista me miró el cabello.
-Ya sé. -sonrió. -Siéntate ahí. -me señaló una silla, la cual tenía un espejo al frente.
Caminé hacia la silla y me senté. Estaba odiando a Ruth y obviamente mi timidez y pendejada no me dejaba decir no.
-Bien.-la estilista habló, La miré atentamente. -Estoy segura de que vas a quedar muy bien. -sonrió, y sacó una maquina de rapar.
Una…. ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?
No, no, no, no, no, no, no, no.
+++
-¿Vas a ir al baile? -le pregunté a Louis.
Él miraba televisión. -Nah. -contestó entretenido.
-Tuve que rechazar a más de diez estúpidos. ¿Te imaginas? Yo no voy con cualquiera a un baile. -me senté a su lado.
-Bastardos. -se llevó una palomita a la boca.
-Creo que me quedaré en casa.
-Ve con Harry. -propuso.
-Obvio no.-negué.-Capaz que ya tiene con quien ir.
-La verdad no. -me miró. -No le ha quedado con ninguna chica.
-Pues…-vacilé. -Yo no le voy a pedir que vaya al baile conmigo. -me encogí de hombros.
-Déjame llamarle. -tomó el teléfono, el cual estaba a su lado. -Pero arréglate.
-Creerá que nadie me invitó.
-Es imposible de creer que nadie te invitó. -susurró, mientras marcaba el numero de teléfono. -¿Qué estás esperando? Mueve tu culo y vete a arreglar como una reina. -exclamó.
Le di un golpecito en el hombro, y me levanté del sillón. Caminé hacia la habitación, cerré la puerta y caminé hacia el armario. Busqué entre mis vestidos alguno que fuera con la ocasión. Tomé uno blanco, corto y con escote en la mitad de mis dos pechos. A cada lado también tenía una pequeña abertura. Me quité la ropa que llevaba puesta y me lo puse. Caminé hacia el espejo y me miré, faltaba el maquillaje. Abrí el pequeño cajón de mi tocador y saqué los maquillajes necesarios.
Cuando terminé, busqué unos tacones blancos igual que el vestido. Me los puse, y volví a caminar hacia el tocador. Me miré al espejo y supuse que mi cabello estaba bien, así que no le hice nada.
Salí de la habitación en cuanto escuché el timbre. Bajé las escaleras, y vi a Louis hablando con Harry tranquilamente. Ambos me miraron y sonrieron.
-Esa es mi hermana. -dijo Louis.
-Lo sé. -Harry le dio un codazo. -Tonto. -susurró, antes de acercarse a mí. -¿Vamos? -me ofreció el brazo.
Lo miré y suspire. Hubiese querido que fuera Liam.
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Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminada
RomanceHola chicas esta novela no es mia al grano.... ___ Se fue a vivir a Londres conocio a Liam el sexy vecino cuando entro al colegio se dio cuenta que era nerd y chicas como ella no sale con chicos como el..___ hizo una apuesta y Liam La descubre...¿Po...