Caminé de regreso a la mesa con los demás. Estaba casi que paralizada con lo que Liam había hecho minutos atrás. ¿Cómo se atrevía a dejarme así? ¿Cómo pudo tocarme de esa manera cuando llevábamos tanto tiempo sin vernos?
Había cambiado demasiado. Y sí, el tiempo había pasado pero yo no había cambiado ni un poquito, mi personalidad seguía siendo la misma, la única diferencia era que ahora lo quería verdaderamente, sin interés de nada.
Sin embargo, si me detenía a pensarlo bien, las sensaciones que sentí cuando sus manos me tocaron no fueron normales. Nunca había sentido algo así.
Volví a la mesa con los demás y me senté a un lado de Diana, sin mirar a Liam. Tomé mi copa de helado combinado con chocolate y fresa, y seguí conversando con las demás chicas por un largo tiempo.
-¿Que harás en la noche? -me preguntó Isabela mirándome fijamente.
-Saldré con Danna, mi prima, a una discoteca, ella quiere darme la bienvenida oficialmente a la cuidad. -murmuré.
-¿Seguirás viviendo con tu hermano o regresarás a la casa de tus padres?
-Regresaré a la casa de mis padres. No quiero incomodar a mi hermano, además tengo que buscar un departamento para mí.
-Ya veo.
-¿A que discoteca irás? -preguntó Diana.
-A Ministry of sound. -contesté, levantándome de la silla.
-¿Ya te vas? -preguntó Isabela.
-Sí. -dije sin dar ninguna explicación.
Me despedí de las chicas, incluyendo a Isabela hasta llegar a Liam, quién tecleaba su teléfono sin dar ninguna importancia. Seguía impactada, Había cambiado demasiado.
-Hasta pronto Liam. -lo sorprendí con un beso en la mejilla.
-Hasta pronto Tomlinson. -no me miró.
¿Tomlinson? Jamás me había llamado por mi apellido.
Caminé hacia la salida, sintiéndome extraña. Las cosas no cuadraban y se sentía horrible ver como Liam me ignoraba mientras estábamos con Isabela, pero en el baño me tocaba tan íntimamente.
Se sentía feo porque aún quería ver a aquel Liam tierno y tímido, al mismo que conocí un año atrás. Pero sin dudar ya no habitaba dentro de él.
+++++++
Eran más de las diez de la noche, yo seguía bailando con un chico castaño en aquella discoteca, mi prima estaba follando con otro chico en el baño, el tercero de la noche. No entendía como no se cansaba, era demasiado ajetreo.
-¿Quieres ir a mi departamento? -susurró el chico en mi oído.
-No -susurré y le sonreí. -Tal vez ahora. -le dije, aunque no pensaba ir con él a ningún lado.
El chico era guapo pero siendo sincera no quería acostarme con él, solo la quería pasar bien, bailando toda la noche.
Seguí bailando con el chico por unos minutos más, moviendo mi cuerpo al ritmo de la música. Se sentía tan bien, hace mucho tiempo que no bailaba. Había demasiada gente en ese lugar así que no distinguía en donde estaba mi prima, era de suponer que sí iba al baño la encontraría haciendo de las suyas sea con un chico o una chica.
El chico quién correspondía al nombre de Juan, me apretó de la cintura para acercarme a él, todas las personas estaban pegadas, moviéndose con rapidez. Lo miré a los ojos, y observé unos lindos ojos miel, me quedé concentrada en ellos, hasta que sentí una mirada clavada en mí. Miré hacia otro lugar y me sorprendí al ver a Liam. ¿Qué hacía en la discoteca?
Estaba bailando con una chica, su rostro no tenía una expresión clara, solamente me miraba atentamente. Se había cambiado de ropa, ahora estaba todo vestido de negro. Parecía todo un chico malo.
-Voy a ir por un trago. -le susurré al Juan, y me alejé entre la gente hasta llegar a la barra. -Un whisky por favor. -ordené.
Cerré los ojos por un momento, y suspiré profundo.
-Te queda condenadamente bien ese vestido -alguien estaba parado detrás de mí, susurrando en mi oído, mientras su cabeza se apoyaba en mi hombro y sus manos apretaban mi cintura. Ese alguien era Liam.
-¿Qué haces aquí, Liam? -pregunté, abriendo los ojos, pero no lo miré.
-Lo mismo que tú -volvió a susurrar en mi oído. -Me divierto.
-El mundo es un pañuelo. -mi corazón latía con fuerza.
-Tal vez. -se alejó de mí y se colocó a un lado.
Lo miré rápidamente.
-¿No has traído a Isabela? -pregunté, el mesero trajo mi whisky.
-No. -contestó de lo más normal. -Puedo divertirme solo.
-¿Le eres infiel a tu novia? -pregunté.
-Eso no es de tu incumbencia. -contestó.
Tomé mi copa de whisky y giré sobre mis talones con la intención de marcharme, pero él me sujetó del brazo haciendo fuerza para que me quedara.
-¿Qué quieres, Liam? -pregunté, ahora mirándolo.
-Quiero hablar contigo ¿Mucho pedir? -preguntó.
Lo miré por unos segundos. Tal vez ya me había perdonado, Liam era un buen chico. Siempre lo fue, tal vez en su corazón cupo el perdón.
-¿Aquí? -pregunté.
-En donde quieras. -exclamó.
Mordí mi labio con inseguridad.
-¿Vamos afuera? -pregunté.
Sonrió coqueto.
-Vamos.
Caminamos en silencio hacia la salida de la discoteca, Pasamos la calle y llegamos a una acera. Me volteé y miré a Liam acercándose.
-¿A que has vuelto? -preguntó, posicionándose a mí lado.
-¿Cómo? -pregunté confundida.
-Pensé que te quedarías con tus abuelos. ¿Por qué volviste?
-Porque me siento mejor en esta cuidad, además aquí están mis padres y mi hermano. Aquí tengo más posibilidades.
-¿Alguna vez te arrepentiste? -preguntó. Me di cuenta inmediatamente a que se refería.
-Sí, inclusive antes de que lo supieras. -susurré. -Liam… -comencé a decir.
-No digas nada. -me interrumpió. -Ya lo he superado y no quiero seguir hablando sobre ello.
Asentí.
-¿Qué tienes ahí? -preguntó, mirando el bolsillo de mi bolso.
Miré hacia mi bolso y observé una hoja de papel. Cuando estaba con mis abuelos, solía componer canciones sobre como me sentía. Era ridículo, no quería que Liam las viera.
-Déjame ver. -sacó aquel papel de mi bolso sorpresivamente, sin darme tiempo de reaccionar.
-Liam… No. -intenté quitárselo, pero alzó la mano.
-¿Qué es esto? -preguntó, observando lo que decía, yo aún intentaba quitárselo. -Para serte sincero creí que era algún número telefónico. -bajó la hoja y siguió leyendo.
Suspiré resignada.
-¿Es una canción? -preguntó, aún leyendo.
-Sí. -confesé.
-¿Es tuya? -preguntó, ahora mirándome.
-Sí. -mordí mi labio, llena de nervios.
-Cántala. -declaró seriamente.
-No, Liam… -negué.
-Vamos, Cántala. -insistió, mirándome a los ojos, haciéndome sentir aún más nerviosa.
Miré hacia el suelo, hacia la discoteca y luego miré a Liam. Suspiré.
-Lying on my bed…-comencé a cantarla, pero sin mirarlo a los ojos. Me daba vergüenza o algo parecido. - …. feel alone. -terminé y suspiré.
Me miró por unos largos segundos, pareciendo inquieto.
-Cantas muy bien. -fue lo único que dijo.
-Gracias. -sonreí de medio lado.
Él miró hacia adelante, sin decir ni una sola palabra más. Varios minutos pasaron, mientras nosotros observábamos lo que teníamos adelante, los autos pasaban rápidamente por la carretera y el frío era aterrador, tanto así que mis piernas temblaban.
-Quiero follarte. -me sorprendió lo que dijo, tan tranquilo y normal.
-¿Cómo? -pregunté, frunciendo el ceño.
-Lo que has oído. -me miró a los ojos.
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Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminada
RomanceHola chicas esta novela no es mia al grano.... ___ Se fue a vivir a Londres conocio a Liam el sexy vecino cuando entro al colegio se dio cuenta que era nerd y chicas como ella no sale con chicos como el..___ hizo una apuesta y Liam La descubre...¿Po...