tu no eres el mismo q conoci

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Caminé rápido hacia mi auto, abrí la puerta, y la acomodé en la parte trasera. Saqué mi cuerpo del auto y pude observar aquellas broceadas piernas que me hacían delirar. Sacudí la cabeza alejando los pensamientos tentativos y volví a meterme al auto para bajar su vestido de tal forma en la que sus piernas no se vieran tanto, le puse mi suéter encima y luego cerré la puerta. 

Me monté, y saqué mi teléfono celular de mi bolsillo, busqué entre mis contactos y le marqué a Niall. Ese rubio irlandés seguía siendo mi mejor amigo. 

-¿Qué pasa? -preguntó a través de la línea. 

-Nialler, necesito que me ayudes -comencé a decir apresuradamente. -¿Sabes donde vive Louis Tomlinson? 

-Hmm, No. -contestó al instante. -¿Por qué? 

-Es una larga historia, el hecho es que tengo a su hermana en mi auto y debo llevarla a casa. 

-¿Estamos hablando de… -estalló a carcajadas. -Liam estás completamente mal, ¿Qué haces con esa chica? 

-Niall, no estoy para preguntas, ¿Puedes conseguirme la dirección de su departamento? 

-Supongo, márcame en unos minutos, ¿Vale?

-Sí, sí. -colgué y suspiré profundo, tirando mi cabeza hacia el apoyadero del asiento. 

Estaba haciendo una locura, luego del engaño en el que me vi enredado sigo siendo el mismo tonto que hace lo que sea por ella. Tengo que luchar contra eso, ser fuerte y decidido. No puedo dejarme llevar por el deseo que siento hacia ella, ese deseo no puede consumir aquel rencor que guardo en mi corazón. ¿Pero quien puede resistirse a ella? Nadie, Tendría que ser gay para rechazarla. Maldita sea sus encantos me hipnotizan. 

Después de unos minutos recibí una llamada de Niall, había conseguido la dirección del departamento de Louis. Puse en marcha mi auto y conduje hacia su edificio. Cuando llegué el vigilante me dejó entrar inmediatamente. Estacioné mi auto en el parqueadero de visitantes, me bajé y la tomé nuevamente entre mis brazos. 

-¿Liam? -escuché su melodiosa voz en cuanto entramos al elevador. 

Me quedé en silencio. Seguramente ella seguía ebria, no quería tener una conversación con ella mientras estaba ebria así que no respondí. 

Caminé hacia el departamento el cual el vigilante me había dicho que pertenecía a Louis, y toqué el timbre. Esperé unos segundos antes de que una chica me abriera la puerta. La chica me miró e inmediatamente me dio paso para que entrara. 

-¿Qué ha pasado? -me preguntó sin siquiera saludar. 

-Se ha emborrachado. -informé. -¿En donde está su habitación? 

-La ultima puerta en el pasillo. -declaró rápidamente. 

Asentí, caminé hacia aquella habitación y entré. 

-Voy a salir. -escuché a la chica. -Cuando salgas asegúrate de cerrar la puerta. -gritó. 

-Vale. -exclamé. 

No pensaba demorarme mucho. La acostaría en su cama y luego me marcharía de nuevo para la fiesta. ¿Quién sería aquella chica que me atendió? Seguramente la novia de Louis o Harry. 

Caminé hacia la cama, y la recosté con delicadeza. Me senté a su lado y me quedé observándola por un momento, siempre pensé que era la mujer perfecta pero luego de enterarme de aquella apuesta todo se vino abajo, algunas veces sentía que la odiaba. Odiaba la manera en la que jugó conmigo ¿Cómo fue capaz de decirme te amo cuando en realidad nunca lo sintió? Jamás lo comprenderé.

Alcancé las cobijas y se las puse encima. 

Antes de que pudiese levantarme, sentí unas manos tomarme del brazo insistiéndome que me quedara. La miré confundido, lo único que alumbraba la habitación era la luz del pasillo. 

-Liam -jaló de mi brazo.

-Debo irme. -traté se sonar frío. 

-No quiero que te vayas. 

-Pues debo hacerlo. 

Se quedó en silencio por un segundo, claramente seguía bajo los efectos del alcohol. 

-Debo ponerme el pijama. -susurró. 

-Pues lo podrás hacer cuando me haya. -me levanté de la cama con rapidez. 

-Liam -insistió. 

Cerré los ojos por un momento y luego volteé, me sorprendí al ver que se había levantando de la cama y ahora quitaba su vestido. 

-¿Qué se supone que estás haciendo? -pregunté sorprendido. 

-Debo ponerme el pijama. -se sacó el vestido del cuerpo y lo tiró a un lado de la cama, caminó hacia el armario y buscó algo.

Miré sus piernas, su trasero, su espalda y el cabello que caía por ésta. Sin dudar su cuerpo estaba mucho más bello que antes. ¿Cómo lograba hacerlo? Tenía que marcharme antes de que algo dentro de mí se pusiera contento.

-Volveré a la fiesta, espero que estés bien. Hablé luego de unos segundos. 

Sacó el pijama, se lo puso(Era corto) y luego se acercó a mí. Retrocedí inmediatamente. 

-Acompáñame por unos minutos. -susurró. 

-No. 

Pareció impactarse. La expresión de su rostro se puso tensa. Bajó la mirada y guardó silencio. Su cuerpo todavía se tambaleaba, así mismo volvió a la cama y se metió dentro de las cobijas. 

Sin pensar en más, salí de la habitación y caminé por el pasillo. Resistirme a ella no era nada fácil, pero debía hacerlo. Debía cobrarme cada una de las cosas que me hizo, cada sentimiento y cada suspiro. Sí. Eso iba a hacer. Se lo devolvería todo con creces y de alguna manera intentaría saciarme de ella, pero mantendría mi juego.

La enamoraría. Haré que se vuelva loca por mí, se que puedo lograrlo, y cuando esté lo suficientemente enamorada de mí la botaré sin la mas mínima compasión. Haré que se arrepienta de todo lo que me hizo.

Así será. No volverá a ver al mismo Liam que conoció. 

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora