Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminada

reecuentro fiesta de reecuentro en el colegio

{Liam está como en la foto}




- Estás muy guapo mi amor. -sonrió mientras me miraba y acariciaba mis brazos. 

No me gustaba que me tocara tanto, algunas veces era desesperante. 

-Gracias, Isabela, tu también lo estás. -le dije, aunque a mi parecer aquel vestido color champaña dejaba al descubierto mucha piel. Sus piernas estaban al descubierto y sus enormes pechos también lo estaban, era una exageración, ese vestido apenas tapaba lo necesario. 

-Llegamos. -avisó el chofer. 

Me bajé del auto, di la vuelta y le abrí la puerta a Isabela para luego ofrecerle el brazo. Me miró y sonrió. Caminamos lentamente hacia la entrada de la institución, había muchas personas pasando por nuestro lado, personas a las que jamás había visto en mi vida. Entramos e inmediatamente vimos la gran fiesta que habían armado, era informal obviamente así que nadie estaba vestido de forma elegante. 

Debo reconocer que me sentía supremamente nervioso. La vería después de un año y medio sin saber nada de ella, pero una parte de mí estaba ansiosa porque observara el cambio que tuve, que se diera cuenta de que ya no era el mismo Liam tímido y nervioso al que conoció, quería que pensara que había cambiado por completo. 

Recorrí el lugar con la mirada, buscándola, quería verla, algo que parecía estúpido pero necesitaba hacerlo por alguna razón la cual no comprendo.

Caminamos hacía una mesa en la cual estaban sentadas unas amigas de Isabela, ella las saludó y conversó por unos minutos con ellas, yo me limitaba a asentir a todo, no entendía nada de lo que hablaban. 

-Liam, amor, ¿Puedes ir por algo de tomar? -preguntó Isabela, levantándose de mis piernas.

-Claro. -me levanté y me dirigí a la larga y delgada mesa en donde estaban los pasantes y las gaseosas. 

Tomé un vaso de plástico el cual contenía Coca-Cola y bebí el líquido con rapidez. Tomé la gaseosa de Isabela y giré en mis talones con la intención de regresar a la mesa pero algo me detuvo. Una linda chica hablando tranquilamente con Diana otra ex alumna de la institución y la misma con la que apostó seducirme. Ella estaba volteada así que no podía ver su rostro pero la reconocí al instante. La detallé detenidamente mientras bebía de la gaseosa que iba destinada para Isabela. Llevaba unos tacones negros y altos, sus piernas al descubierto y un vestido blanco realmente hermoso, ajustado a su cuerpo y dejando ver sus curvas a la perfección. Tenía el cabello hasta la cintura y completamente lizo. 

Diana le dio una sonrisa antes de alejarse y perderse entre la gente, Ella se giró lentamente y entonces sentí un nerviosismo recorrer todo mi estómago cuando su mirada se encontró con la mía. Mierda. Estaba completamente hermosa, incluso más que antes. 

Se quedó perpleja por un momento, sus ojos estaban entrecerrados y su ceño fruncido, como si no me hubiese reconocido del todo. Sonreí para mis adentros, y me mantuve tranquilo. 

-Había una chica vomitando en el baño, fue lo más asqueroso que vi en mi vida. -escuché la voz de Louis e inmediatamente lo observé acercándose a su hermana, Harry Styles venía junto a él. 


La miré a ella y vi que movió sus labios, estaba hablando pero no escuché nada de lo que dijo. Louis puso una mano en su espalda y los tres giraron, comenzaron a caminar en una dirección contraria a la que yo estaba y se sentaron en una mesa nada lejana a la mía. 

Suspiré y sacudí mi cabeza. Sí, tal vez estaba hermosa pero esa chica jugó conmigo, se burló de mí de la manera más vil que puede existir, me ilusionó y me rompió el corazón en mil pedazos. No iría como un tonto tras de ella, necesitaba que se diera cuenta de que ahora soy una persona completamente diferente a la que fui anteriormente. 

Me acerqué a la mesa de Isabela, y le entregué el vaso de gaseosa el cual ya estaba por la mitad. Me sonrió y se levantó, me senté en la silla nuevamente y ella en mi regazo, rodeando mi cuello con sus manos. 

-…Ya separé la cita, la próxima semana tendré implantes nuevos, estoy tan emocionada. -dijo una de las chicas que conversaban con Isabela. -Y más adelante me haré la liposucción. 

Fruncí el ceño, y miré hacia otro lugar. Esas malditas conversaciones sin sentido alguno me daban dolor de cabeza. Observé la mesa en donde estaban los hermanos Tomlinson acompañados por Styles y otra chica castaña. Ella sonreía ampliamente, tenía su cabeza apoyada en el hombro de Louis. Se veía tan feliz, seguramente no le importó encontrarse conmigo. Maldita sea. 

-Que lastima que tengas que irte -escuché la voz de Isabela. -Pero bueno, hasta pronto, la noche no será lo mismo sin ti. -se despidió de la chica con la que segundos antes hablaba, La chica sonrió y caminó hacia la salida. -Por fin se fue esa perra. -soltó Isabela. 

-La noche está aburrida. -susurré mirándola fijamente a los ojos. 

-Ah, ¿sí? -se inclinó y me dio un beso. 

Correspondí a su beso mientras colocaba mis manos en sus brazos, ella me agarró de la nuca como solía hacerlo y volvió el beso apasionado. La besaba porque necesitaba demostrar que ya había superado lo de aquella apuesta y que ahora era feliz con Isabela. Pasé mis manos por su espalda y ella subió las suyas a cabeza haciendo que mi gorra negra con rojo callera al suelo, rompí con el beso y estiré mi mano para alcanzarla, mi mirada viajó hacia la mesa de los Tomlinson observando solamente a Harry, Louis y la chica de cabello castaño. Recorrí el lugar con la mirada y al fin la encontré con una copa de licor en su mano. 

Isabela tomó mi rostro entre sus manos y volvió a besarme con intensidad, me sentía incómodo pero correspondí a su beso. 

Pasaron unos minutos, Ahora en la mesa nos acompañaban unos chicos con los que Isabela hablaba gustosamente, raras veces yo participaba en el tema. 

-Hace dos meses estoy viviendo sola, es que en realidad me incomodaba vivir con mis padres ya saben, las reglas y la sobreprotección. Ahora viviendo sola puedo hacer lo que se me da la gana. -Isabela no paraba de hablar. -Liam va casi todas las noches y se queda para hacerme compañía. ¿Cierto bebé? -me dio un beso en la frente. 

Asentí con incomodidad. 

Volví a recorrer el lugar con la mirada pero no la encontré, solo vi a Louis riendo como loco junto con Harry y la chica, parecían estar pasándola bien. 

-Iré al baño. -me levanté de la silla y caminé hacia los baños.

Estaba completamente desenfocado y confundido. No entendía porque sentía tanta necesitad de que me viera, Tal vez la idea de que me viera con un nuevo aspecto estaba afectándome. 

Salí del baño y me dirigí una vez más hacia las mesas, pero me detuve al escuchar una voz que reconocí perfectamente, busqué con la mirada y la vi hablando con un vigilante, seguía con la copa en mano y reía como loca. Ese hombre podía aprovecharse de ella. Estaban alejados de todo el mundo. 

Eso no es mi problema. Intenté ser frío y me dirigí nuevamente hacia la mesa en donde estaba Isabela, sorprendiéndome al instante en el que no vi ni a Harry ni a Louis. Se fueron. Malditos. Me devolví inmediatamente y busqué con la mirada, no vi a nadie. 

-Oh, Maldición. -exclamé, caminando por el pasillo el cual tenía luz baja. 

Al no encontrar nada seguí corriendo por el pasillo, me preguntaba porque lo hacia, ella nunca hizo nada bueno por mí, solo se burlo y ahora a mi me preocupa que le pase algo malo. Tal vez se lo merece pero yo no soy un desalmado. 

Frené en seco cuanto llegué a la entrada de la institución, no escuchaba ni un murmullo. Ahora si estaba preocupado. 

-¿Liam? -escuché una voz que reconocí al instante. 

Me giré rápidamente y la vi saliendo del baño de mujeres, se tambaleaba mientras caminaba, aun tenía una copa en la mano. 

-¡Liam! Casi no te renoco…Reco…Reconozco -estaba ebria, demasiado ebria. -No pensé encontrarte en este lugar -comenzó a reírse. 

Fruncí el ceño y retrocedí un poco, no quería tenerla cerca. 

-¿Estás bien? -fue lo único que puede decir. Nunca imaginé un reencuentro así. 

-Sí, estoy mejor que nunca ¿No me ves? -bebió de su copa y siguió acercándose. -Liam… Estás tan sexy -se detuvo cuando estuvo cerca y sonrió. 

Entonces piensa que soy sexy. Sonreí para mis adentros, justo lo que quería. 

-Regresemos a la fiesta. -dije con firmeza. 

-No, no quiero. -se negó. 

-Pues debes hacerlo. -me mantuve serio.

-No, Liam yo quiero hablar conmigo… y decirte… -bebió otro sorbo de su copa y se acercó más, ahora estábamos más cerca. 

-¿Decirme que? 


-Decirte cuanto te…-sus ojos se cerraron y su cuerpo cayó en mis brazos, estaba demasiado ebria. Miré su rostro y observé que al parecer dormía, soltó un suspiró. 

-Rayos. -La tomé entre mis brazos y pensé por un momento adonde ir. 

Su hermano Louis no estaba, no conocía a nadie que la conociera a ella, así que la llevaría a mi auto y luego la llevaría a su casa, Nada malo podía pasar, ¿O si?