capitulo 39 descubrio la apuesta :O

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Lo miré a los ojos y suspiré. 

Me sentía culpable por no haberle dicho que si lo amaba. Pero ni yo estaba segura. Simplemente nunca había amado a alguien de verdad. No sabía lo que se sentía. 

Reconozco que mis sentimientos por Liam habían cambiado. Ya no lo veía cómo un simple nerd que solo puede dar dinero y ayudarme con los trabajos escolares. Ya lo veía de una forma diferente. Sentía un remolino en mi estomago cuando me besaba, sentía qué lo quería todo con él. Cuando me tocaba, era como si me sintiera tranquila y todos los problemas desaparecieran. Escuchar su voz, ver cómo se ponía nervioso con cualquier cosa que le decía, Era algo maravilloso para mí. Inexplicable. 

Pero cuando me preguntó si lo amaba, Mi cuerpo se tensionó por completo. Era el hecho de no estar segura de si lo amaba o no. Pensar en como podían cambiar las cosas si le decía qué sí. Tal vez decirle que lo amaba y luego darme cuenta que no. 

Le dije que no. 

Pero la verdad es qué no estaba completamente segura. 

-Oh… -asintió dolido y se puso de pié.

-Liam -tomé su mano, sintiendo un ardor en mi corazón. -Liam, yo te quiero. -susurré, tratando de remediar las cosas.

-Debo irme a casa. -susurró. 

-Pero Liam. -me levanté rápidamente. -Debes darme más tiempo, por favor. 

Me miró fijamente. 

-Pensé que me amabas… Cuando me lo dijiste en la finca, ¿Mentías? -preguntó dolido. 

-Liam, fue algo qué se me salió. Yo… No sabía lo que decía. -le fui sincera.

-Vale. Tengo que irme a casa. -caminó hacía la puerta, en donde estaban su ropa tirada. 

- Liam, ¿Porqué haces las cosas difíciles? -pregunté nerviosa, acercándome a él. 

-Deberías vestirte. -me dijo seriamente.

Miré mi cuerpo. Solo tenía el sostén. 

-Debo irme a casa, ya te dije. -declaró, cuando ya se había puesto los boxers. 

-Estás huyendo, Maldita sea, Liam Payne. -tomé su brazo. -¿Qué era lo que esperabas? -pregunté.

-Qué me dijeras que también me amabas. -contestó, con la voz débil. 

-Te quiero. -susurré, sintiendo que la garganta me ardía

-Pero no me amas. -dijo frío. -¿Es por qué no soy cómo tu hermano? ¿Por qué soy un simple nerd? ¿Por eso? 

-No. -contesté rápidamente. -Es porqué necesito tiempo. 

-¿Tiempo? 

-Sí, tiempo. -suspiré. -No quiero que me lastimen, no quiero enamorarme para que luego me dejen tirada. Siempre pasa lo mismo. Toda mi vida ha sido así, los chicos juegan conmigo y luego se van y no quiero que pase lo mismo esta vez. 

-Tú sabes perfectamente que yo no estoy jugando contigo. -dijo sincero. 

Me quedé callada. 

-Necesito decirte algo. -hablé de repente. 

Si quería comenzar algo serio con Liam, sin mentiras, ni engaños. Sí quería intentarlo. Saber si lo nuestro funcionaría, tenía que decirle la verdad sobre la apuesta. 

-¿Qué? -preguntó, mientras se ponía la camiseta. 

Suspiré nerviosa y me acerqué. -Pero antes… Prométeme que me vas a perdonar, o por lo menos que vas a intentarlo. -tragué saliva. 

-Dime. -me miró fijamente. 

-Promételo, Liam. -exclamé nerviosa.

-Lo prometo. -declaró. 

-Hice una apuesta con mis amigas. -comencé a decirle.

-¿Una apuesta? -frunció el ceño. 

-Si… Yo…Yo…Yo tenía que…-me quedé paralizada, sus ojos marrones me miraban atentamente. - Liam yo…-bajé la mirada por un momento. 

-¿Tu? -dio un paso adelante. 

Levanté la mirada y me encontré con sus ojos marrones. 

Tenía que besarlo. Antes de qué todo acabara. Sabía que se iría y no querría volver a verme nunca más. No comprendía porqué me sentía así. Nunca me pasó algo parecido. 

Levanté mis manos y las pasé por su cuello, para atraerlo a mis labios y así besarlo. Él no se negó, como pensé que lo haría. Correspondió a mi beso, mientras sus manos apretaban mi cintura con fuerza. Lo besé como si lo necesitara. 

-Liam… -fui separándome poco a poco de sus labios. - Tal vez hace falta decir, que creo que estoy enamorándome por primera vez. 

Él seguía apretando mi cintura contra su cuerpo. 
-Liam, yo hice una apuesta con mis amigas. -suspiré profundo. -Pero si no la hubiera hecho, no te hubiera conocido como lo hago ahora. 

-¿Qué apuesta? -preguntó, aun confundido. 

-Liam… La apuesta era… -vacilé. 

La puerta de la casa se abrió de repente, impidiendo que siguiera hablando. 

-Y la tipa me dijo, que pensó que la iba a sacar del prostíbulo. - vi a Louis entrar acompañado de Harry. 

Harry sostenía a Louis de la cintura, mientras la mano de Louis pasaba por el cuello de Harry. En su mano, tenía una botella de aguardiente. Estaba borracho. 

Me escondí detrás de Liam rápidamente. 

Louis dejó de reír en cuanto nos vio. Nos miró fijamente por unos segundos, detallándonos de arriba abajo y luego se echo a reír, llevándose la mano al estomago. 

-Y mi hermana estuvo follando con el nerd toda la tarde, Harry. -dijo muerto de la risa. -Debe tener el coño hinchado. -siguió riendo. 

-Basta, Louis. -susurró Harry, jalando a Louis hacia las escaleras. 

-Tiene cara de marrano el nerd de mierda. -siguió burlándose hasta que entro a su habitación. 

Harry cerró la puerta de la habitación. 

Liam se volteó para mirarme. 

-Ahora se supone que tengo cara de marrano. -frunció el ceño, claramente ofendido. 

-Claro que no. -acaricié su mejilla. 

-¿Vas a decirme sobre la apuesta? -preguntó con insistencia. 

Suspiré. 

Estaba decidida a decírselo. Pero no en ese momento, Harry y Louis estaban en casa, eso no era de lo mejor que digamos. 

-¿Podemos hablar de eso en la noche? -pregunté.

-¿Por qué no ahora? 

- Porque Louis y Harry están aquí. 

Frunció el ceño y suspiró. 

-Vale, en la noche. -se alejó de mí. 

Caminó hacía la puerta y abrió, me miró por ultima vez y salió. 

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora