apuesta part 14 * Problem*

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¿Qué podía decir en ese momento? Había quedado como un ridículo, sin contar lo morboso.

—Yo… Lo siento. —Agaché la cabeza.

— ¿En que estabas pensando? —Repitió mi mamá.

Yo la mire apenado, y negué con la cabeza.

—Señora Karen, la pasta le quedó deliciosa. —Dijo ___.

Mi madre desvió la mirada de mí, hacia ella, y le sonrió de lado.

—Gracias, es mi especialidad. —Se acomodó mejor en la silla.

Yo solamente, me dispuse a comer de la pasta que había hecho mi madre.

En realidad si estaba deliciosa, mi mamá era una gran cocinera. Siempre nos deleitaba con sus deliciosos platos, yo era amante de la comida que preparaba mi madre, no la cambiaría por nada.

Durante la comida, no pude evitar sentirme avergonzado más de una vez por todas las cosas que habían pasado. Primero; Había intentado sobrepasarme de la manera más vil, y aprovechada que podía existir. Segundo: Había estado deseando ser pasta, La pasta que ella se estaba comiendo. ¿Qué clase de hombre era? ¿En que me estaba convirtiendo? Dios mío, que vergüenza.

Terminamos de comer, y mi mamá se levantó para llevar los platos a la cocina. Normalmente yo siempre le ayudaba, así que me sentí obligado hacerlo en ese momento.

—Mamá, te ayudaré con los platos. —Me levanté de la silla.

—Claro, Liam. —Dijo mi mamá.

— ¿Puedo acompañarte? —Preguntó ____.

Miré a mi mamá rápidamente, Ella sintió.

—Claro. —Sonreí.

Ella se levantó de la mesa, tomó su plato, y caminamos hacía la cocina.

Me imagino que mamá fue a ver televisión, mientras terminábamos de lavar los platos.

— ¿Es mi impresión, o le pediste permiso a tu mamá para que pudiera acompañarte a lavar los platos? —Preguntó ella.

— ¿Qué? —La miré nervioso. —No, ¿Por qué lo dices?

—Porque me dio la impresión. —Susurró.

Caminé hacia el lavaplatos, y tomé el jabón para comenzar a lavarlos, eran pocos pero, había bastantes hoyas, vasos, cubiertos.

— ¿Todavía tienes que pedirle permiso a tu mami para ir al baño? —Preguntó burlona.

—No. —Respondí cortante.

Me hizo sentir mal, Tampoco era para tanto.

—Bueno, no te enojes. —Se río.

La sentí acercarse, y la ví montarse encima de la barra americana de la cocina, apoyando sus piernas en un taburete de madera que había allí mismo en la cocina. Me dejaba ver sus piernas, ya que su vestido no era muy largo. Eso era una gran distracción para mí. 

Su cuerpo, su voz, sus besos, sus caricias… Ella se estaba convirtiendo en mi perdición, y no podía concentrarme en nada si ella estaba cerca, y tampoco si la tenía lejos.

— ¿Dónde esta tu papá? —Me preguntó.

—Trabajando, muchas veces se queda hasta tarde. —Dije sin dejar de lavar la loza.

—Mi mamá me dijo que tenias hermanas, No las he podido conocer.

—Sí, tengo dos, Ruth y Nicola. Justo ahora están en la finca, con mis abuelos, mis padres quieren ir este fin de semana.

— ¿Viven allá?

—No, solo están de visita por unas semanas, Ya sabes para salir de la rutina.

—Me parece bien, ¿Las extrañas?

—Un poco. —Reí. — ¿Y tu tienes mas hermanos aparte de Louis?

—No, y no quisiera tener más.

— ¿Te la vas bien con el?

—Mas que bien.

Le di una mirada rápida.

— ¿Si?

—Sí, pero no pienses mal. —Bromeó. —Es mi hermano. —Agregó.

—No estaba pensando mal, solo que… Louis te trata… —No supe como terminar la frase.

— ¿Cómo si fuera mi novio o algo así?

—Si. —Le dije sincero.

—Siempre hemos sido así. —Alzó los hombros.

—Ya veo.

— ¿Mañana podemos venirnos juntos del colegio? —Preguntó. —No me agrada mucho la idea de venirme caminando.

Los recuerdos de esa tarde en el auto, automáticamente llegaron a mí, haciéndome arder de solo recordar ese momento tan glorioso para mí.

—Claro, no veo problema. —Tomé la hoya de los espaguetis para lavarla.

—Puedes estar tranquilo, no haré lo de esta tarde. —Río divertida.

—No me molestaría que lo hicieras. —La miré a los ojos.

En realidad no me molestaría en absoluto que lo volviera hacer.

¿En qué clase de pervertido me estoy volviendo? ¡Maldición!

—Hay, Liam. —Suspiró.

Yo volví la mirada hacia el lavaplatos.

— ¿No me vas a contestar la pregunta que te hice ahora?

— ¿Cuál pregunta? —Fruncí el ceño.

— ¿Viste porno?

Otra vez… Yo estaba muriéndome de la vergüenza, no sabia ni que cara poner.

—No, Ya te dije que no. —Tragué saliva.

—Bueno, Sí tu dices… —Se bajó de la barra. —Tengo que irme a casa. —Anunció.

Dejé a un lado el plato que lavaba en ese momento, y cerré la llave del agua, para poder mirarla.

— ¿Por qué te vas tan rápido?

—Tengo sueño, mucho sueño. —Hizo un puchero.

— ¿No has dormido bien? —Pregunte preocupado.

—No, ¿Quieres que te diga porque?

Asentí.

Ella se acercó a mí, y susurró:

—Porque no dejo de pensar en ti en las noches, me desvelo pensando en tus ojos, tus labios, la forma en la que me miras, la forma en la que me hablas, y sobre todo la forma en que te pones cada que estoy cerca de ti.

¿De verdad pensaba en mí?

— ¿Lo dices enserio? —La miré a los ojos.

—Sí… —Dijo sensualmente. —Entonces, por eso mismo tengo que irme.

— ¿Vas a pensar en mi por la noche?

—Mucho. —Mordió con fuerza su labio interior.

— ¿Y no es mejor estarlo? —Me atreví a decirlo.

Ella se río.

—Sí estuviéramos solos, Si.

Levantó la mano para acariciar mi cabello castaño, cerré los ojos.

— ¿Tu también piensas en mi? —Susurró.

—Mas de lo que te imaginas. —Comente.

—Eso es genial.

Retiró su mano de mi cabello, y entonces abrí mis ojos para mirarla.

—Te veo mañana. —Se acercó, y beso ligeramente mi mejilla.

—Te acompaño a la puerta. —Dije.

Ella sonrió, y pasó por mi lado, dirigiéndose a la puerta.

Como hubiese querido que nos despidiéramos con un largo beso en los labios.

Caminamos hacía la puerta, y de pasó vimos a mi mamá sentada en la sala.

—Señora Karen, me tengo que ir. —Dijo ella.

— ¿Y eso porque? —Preguntó mi mamá sorprendida.

—Tengo dolor de cabeza. —Dijo ella.

La miré pensativo.

—Hay, Lo siento mucho. Lo mejor es que te tomes una pastilla, ¿tu madre tiene?

—Si, claro señora. —Ella sonrió.

—Bien, entonces… No siendo mas, que tengas una linda noche. —Mi mamá sonrió.

—Gracias, Igualmente señora.

—Liam, Acompáñala a la puerta. —Pidió mi madre.

—Claro, eso mismo iba hacer. —Dije.

Mi mamá sonrió por ultima vez, y entonces caminamos a la puerta, tenia que ganarme un beso, ¡Como fuera! Tenia que besarla, ya no resistía tenerla cerca sin poder besarla, tocarla. Dios.

Llegamos a la puerta, la abrí, y camine dos pasos hacia adelante, ella se giró para mirarme.

—Perdona lo que te dijo mamá sobre comer.

—No pasa nada, Las madres son así. —Intentó sonreír.

—Eres muy linda. —Le dije.

Ella sonrió.

—Tú también, además eres un chico muy tierno y especial. 

Sonreí, y di un paso mas adelante, para estar más cerca de ella.

—Entonces te veo mañana. —Besó nuevamente mi mejilla.

Como hubiera querido que fuera en la boca.

—Descansa. —Dijo.

—Ta…Tu… —Tartamudee. —Descansa. —Suspire resignado.

Ella sonrió, y bajo las dos escaleras que la comunicaban directamente con la calle, y entonces fue caminando a su casa.

Y no fui capaz de besarla, ni de pedirle un beso. Nada.

¿Por qué? Mi excesivo problema de timidez extrema, definitivamente no me iba a dejar hacer nada. Nada que no fuera el ridículo.

**

Narra _____:

— ¿Cómo te fue con Zayn ayer? —Preguntó Isabela mientras caminábamos por el largo y ancho corredor del colegio.

—No me fui con el, creo que debe estar furioso, me fui sin avisarle.

— ¿Cómo así? —Exclamó.

—Decidí irme con Liam. —Alce los hombros.

— ¿Preferiste a Liam que a Zayn?

—No es eso. —Pare de caminar. —Es que… Liam tiene auto.

— ¿Y eso que tiene que ver? Zayn también tiene.

—No, Zayn tiene moto, ayer me lo dijo.

—También tiene auto. —Dijo muy segura. —Pero, a todas estas, ¿Cuál es el problema?

—Es que… Zayn solo quería… sexo. —Susurre.

Isabela frunció el ceño.

— ¿Y?

— ¿Y? —Pregunte confundida. —Zayn es hermoso, pero no quiero tener sexo con el, no sin conocerlo bien, es amigo de mi hermano, por favor… Le contaría todo.

—Estas loca, ¿Sabes cuantas quieren un polvo con Zayn Malik?

—Me vale, Isabela… No estoy dispuesta a tener sexo con el sin conocerlo mejor.

Volví a caminar.

—Y entonces… ¿Prefieres andar con el nerd?

—Tiene auto, me puede llevar a casa todos los días si eso quiero.

— ¿Lo has engatusado?

—Si. —Respondí de lo más normal. —Está loco por mí. —Dije confiada.

—¿Hasta cuando vas a jugar así con el? Porque estas jugando, no creo que te interese.

—Obvio no me interesa. Ya te dije, solo hasta que… —Unas manos en mi cintura me interrumpieron.

—Hola amorcito. —Escuche la voz de Louis. — ¿Podrías decirle a nuestros padres que voy a llegar un poco tarde a la casa? Es que voy a ir a jugar un partido con Harry y Zayn.

—Claro, les diré que vas a ir a fornicar con mujeres con esos tipos. —Reí. — ¿Me vas a engañar Louis tomlinson? —Fingí estar ofendida.

Isabela seguía parada mirándonos, o mas bien, mirando a Louis.

—Oh, claro que no. —Beso mi mejilla. —Nunca te engañaría.

—Eso espero. —Lo mire sonriente.

—Entonces, te veo en la noche. —Dejó de abrazarme, y se fue caminando por el pasillo.

—Tu hermano… —Suspiró.

—Lo se. —Reí.

— ¿Vas a ir caminando hasta tu casa?

—No, Liam me va a llevar.

—Ah, ya recuerdo. —Dijo sin darle importancia. — ¿Sabes donde esta?

—No. Le mandaré un mensaje.

Saqué mi celular, y fui a la opción ‘mensajes’, ‘escribir nuevo mensaje’.

“¿Dónde estas, Liam? ¿Ya saliste de clases? Yo ya salí, ahora estoy esperando para verte. X”

Le escribí y lo envié.

—Se excita cada vez que me ve. —Comente.

— ¿Enserio? —Isabela me miro sorprendida.

—Sí, creo que no lo puede controlar. 

—Dios, que miedo. 

No entendí lo que dijo.

Mi celular vibro. Nuevo mensaje de Liam.

“Estoy en primaría, ¿Podrías venir? es el salón de cuarto B. “

—Ahora quiere que vaya a buscarlo a primaria, ¿Qué diablos anda haciendo con niños? —Susurre.

—Tal vez quitándose las ganas. —Bromeo Isabela. —Ve y búscalo, yo me voy ya para casa.

—Vale, nos vemos luego. —La abrace.

Me despedí de Isabela, y camine hacia el lugar donde era la primaría, había muchos niños corriendo por el patio. 

Busqué el salón que Liam me había dicho, Cuando lo encontré, eché una mirada rápida, sin dejar que el me viera, y entonces saqué mi celular.

“¿Sabes Liam? Creo que tendré que decírtelo por este medio, porque de no ser así, no seria capaz de hacerlo frente a frente…Te dije que pensaba en ti todas las noches, ¿No? Bueno, pues, ayer me arrepentí de no dejarte hacer eso que ibas hacer… Por dios, Liam. Me haces tener fantasías. X”

Sonreí para mis adentros, y envié el mensaje.

Miré por un lado de la puerta, y lo vi sentado en el escritorio de profesores leyendo el mensaje.

—Oh, por favor… —Suspiró nervioso.

Dejó el celular a un lado, y tiró su cabeza hacía atrás, cerró sus ojos, y una de sus manos fue a su entre pierna, Pero no hizo nada, solo la dejó ahí.

Me causó risa el echo de ver las sensaciones que provocaba en el, me hacia sentir tan bien.

— ¿Te tocas pensando en mi? —Entré al salón.

Liam reacciono sorprendido, incorporándose nuevamente en la silla.

—Hola. —Tragó saliva.

— ¿Por qué estas en primaría? —Pregunte, y me senté en una de las sillas de los escritorios.

—A la profesora se le presentó un inconveniente, los niños ya estaban aquí, y por supuesto no podían perder clases, y todos los profesores están ocupados, así que me pidieron a mi que les ayudara con los niños, ya sabes, poniéndoles trabajos.

— ¿Tienes que quedarte aquí toda la jornada de la tarde? —Pregunte.

—Al parecer.

— ¿Tu lo quieres?

—Debo ayudarles.

—Se aprovechan de ti.

—No, claro que no.

—Sí, lo hacen. —Me levanté, y caminé sensualmente hacia el. — ¿Ya no me vas a llevar a casa?

—Yo… —Tragó saliva. —No puedo quedarles mal, tampoco quiero quedarte mal a ti, así que si quieres puedo pagarte el taxi hasta casa. 

—No quiero taxis, Quería estar contigo.

— ¿Si? —Se mordió el labio.

Juraría que lo hizo inconscientemente. Sonreí.

—Sí. —Hice un puchero. — ¿Los niños están en recreo, No?

—Sí. —Asintió.

— ¿Cuánto demora ese recreo? —Dije pícaramente.

El miro su reloj.

—Quince minutos más. —Me miró.

Tal vez, si me quedará allí unos minutos mas… Haría las cosas interesantes.

Enamorado de mi vecina (Liam Payne y tu) Completa e terminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora