La lástima fue el comienzo

Flechazo Adolescente

Él la había observado de lejos por 4 años. De lejos porque a pesar de sus esfuerzos ella lo odiaba. Lo odiaba, en tiempo pasado. Él nunca había escondido su fascinación por ella. Había comenzado todo cuando la conoció en el tren:

— Hola, Scorpius, es decir, me llamo Scorpius. Tu eres Albus, yo soy Scorpius. Y tu debes ser...

— Rose

— Hola Rose. ¿Te gustaría un dulce?...

Después todo comenzó mal. Ella no quiso quedarse en el vagón cuando supo quien era él. Un Malfoy. El que además se rumoraba era el hijo de Voldemort. Para colmo, él acabó en Slytherin y ella en Gryffindor. Ella y su primo Albus, también en Slytherin, se distanciaron, por lo que no se puede decir que ser el mejor (y único) amigo de Albus Potter le ayudaba con sus pretensiones de acercarse a ella. Aún así, el la saludaba sin perder su entusiasmo habitual y, ella era fría como témpano con él.

Su madre comenzo a empeorar cuando él estaba por empezar su segundo año. Por lo tanto Scorpius estaba preocupado por ella. Además estaba el hecho de que él y Albus eran acosados por los bravucones del colegio. Albus era nombrado el squib de Slytherin y él, el hijo de Voldemort. No tenían más amigos. El resto de los estudiantes los aislaban. Sin embargo se tenían uno al otro. Gracias al apoyo de su amigo, Scorpius se sobrepuso a la muerte de su madre.

Al inicio de su cuarto año, Scorpius seguía fascinado por Rose. Parloteaba cuando estaba nervioso y le llegó a decir un par de tonterías, (como que olía a flores frescas y pan fresco), luego la abrazó cuando la volvió a ver después de hacerla desaparecer en una realidad alterna (ganándose una patada de ella), y finalmente, envalentonado por su triunfo ante Delphi y auto nombrándose "Scorpius el intrépido", la invitó a salir. Ella le dijo que no, por supuesto, pero él no perdió las esperanzas, al contrario, le dijo a Albus que había visto en su mirada que ella ya no lo odiaba, sino que sentía lástima, lo cual era bueno (según él) pues lástima era un comienzo, un comienzo para sentar las bases del amor, sin embargo, estaba calculando que tardaría años en conquistarla.

Sin perder su entusiasmo, comenzó a practicar quidditch, con la intención de eventualmente entrar al equipo. Además, tuvo la resolución de dejar de auto aislarse del mundo, comenzando por ir a los partidos de quidditch.

Así, con una actitud renovada, y habiendo limpiado su reputación de ser el hijo de Voldemort, Scorpius terminó su cuarto año del colegio.

Se encontró pasando su verano en casa de los Potter. Después de los sucesos del año anterior, su padre por fin le había dado permiso, ya que ahora era oficial, que aunque no eran amigos y nunca lo serían, ya no eran los eternos rivales él y Harry.

Lily Potter, que siempre había tenido una personalidad soñadora y que se sentía toda una princesa, se había hecho cercana con Scorpius en el verano, dado que era un invitado en la casa de los Potter, sus padres les habían pedido ser amables con él o al menos, no molestarlo. James optó por lo segundo, pero a Lily le entró la curiosidad por conocer al compañero de aventuras de su hermano, así fue como terminó acercándose a él y resultó que tuvo su primer flechazo adolescente.

Scorpius era guapo, era una realidad que se había visto opacada por el estupido rumor de que era hijo de Voldemort... y por el hecho de que era todo un geek. Pero tenía un carácter amable y era entusiasta. Era sumamente inteligente, y ahora que le interesaba el deporte, tenía mejor cuerpo, así que eso aunado a sus buenos genes, hacían en conjunto a Scorpius un chico sumamente atractivo. Además tenía un muy simpático sentido del humor.

LiLy observó a Scorpius sentado en el jardín mientras escribía. Ella caminó hacia él y se sentó a su lado, muy cerca de él, que cuando la vio ahí le dedicó una hermosa sonrisa y la saludó alegre