CAPITULO 49 Impotencia.

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---Akihiko---

Me quede escribiendo mientras mi amando se fue a su trabajo, nuestra hermosa Narumi está durmiendo una siesta, creo que heredo mi sueño pesado.

Pero mi hermosa niña se parece tanto a mi Hiroki, una hermosa castaña con los ojos del mismo color que los míos.

Mire la hora y suspire.

Le prometí a mi amado hacer las labores del hogar, no soy muy apegado a hacerlas pero por él soy capaz de todo.

Incluso cuando tuvo a nuestra hija yo me metí a unos cursos de cocina, quería prepararle de comer para que no hiciera esfuerzos.

Y día con día he mejorado.

Cerré mi laptop y comencé a hacer un poco la limpieza.

Hiroki lo hace ver tan fácil.

Creo que tengo mucho que aprender de él.

Soy un hombre muy afortunado.

Hiroki es tan perfecto y es solo mío.

Y de nuestra hija.

Después de hacer la limpieza hice el platillo favorito de mi castaño y luego me quede jugando con nuestra amada hija.

La cargue y ella sonrió.

-Hola Narumi, ¿Cómo dormiste?

Ella solo bostezo.

-¿Aun tienes sueño?

Me sujeta mi dedo y empieza a reír.

-Prometo que conocerás pronto a tu hermano, pero eso será cuando Misaki conteste mis llamadas, espero que lo haga.

Mi niña solo me mira con curiosidad.

-¿Quieres que te dé a Suzuki-san?

Tome el pequeño Suzuki que le había comprado y se lo di.

-Parece que lo quieres mucho.

Empezó a metérselo a la boca intentando morderlo.

-Eres tan tierna.

Mi celular comenzó a sonar y lo tome del mueble.

-¿Sí?
-Akihiko me alegra que contestaras.
-¿Isaka?
-Tengo que hablar contigo, ¿sigues en Japón?
-No, -comente- ya estoy en Londres con mi pareja.
-... ya veo.
-¿Qué ocurre?
-Se trata de Aikawa.
-¿Cómo?
-Ella sufrió un accidente hace unos días.
-Eso es...
-No sé cómo paso pero, está muy grave, -comento- no le dan muchas esperanzas.
-¿Qué ocurrió?
-No lo sabemos, -susurro- solo que la atropellaron.
-Yo...
-Solo quería avisarte ya que ella es tu editora, -suspiro- te mandaré a otra persona.
-Isaka.
-¿Sí?
-Por favor mantenme informado de su estado.
-Lo prometo.
-Gracias.
-Salúdame a Hiroki.
-¿Ya te cae bien?
-Digamos que después de una plática conmovedora que me dio Kaoru, pues....
-¿Te regaño?
-Algo así, -suspiro- pero creo que tiene razón.
-¿Huh?
-Siempre critique a Kamijou porque pensé que él te había hecho sufrir y no merecía estar a tu lado, pero ahora veo que estaba en un error, después de lo que me contaste y Kaoru me dijo ya no tengo ninguna duda.
-Me alegro.
-Lo siento Akihiko, me porté un poco pesado contigo.
-Con el único con quien debes disculparte es con mi castaño.
-Supongo, -suspiro- lo haré.
-¿Has sabido algo de Misaki?
-No, lo único que sabía es que Aikawa lo iba a visitar.
-Mmmm.
-¿Qué ocurre?
-Nada, solo me quede pensando.
-¿Akihiko?
-Dime lo que sepas de Aikawa por favor.
-No te preocupes.
-Sí necesitas algo no dudes en pedirlo.
-Así será.

Colgué y acurruque a mi niña en mi pecho.

Pobre Aikawa...

Pero no entiendo como ocurrió.

Es tan extraño, tal vez...

Debo estar pensando demasiado.

Y para colmo Misaki no contesta.

Tal vez él sepa algo.

Debería planear un viaje a Japón para ver el estado de Aikawa y de paso hablar con Misaki, puede que averigüe algo.

Pero por el momento solo debo cuidar a mi familia.

Mire el reloj un poco preocupado.

-Ya es un poco tarde y Hiroki no regresa, ¿Dónde estará?



---Kyo---

Salí de la casa para despejar un poco mi mente, deje a mi pequeño Naoto con la vecina que es muy amable y lo cuida sin paga, porque se ha encariñado con él.

Misaki cada día se vuelve más irresponsable.

Que tonto fui, pensar que Misaki era tan bueno y tierno.

¿Qué fue lo que ocurrió?

Ese chico era dulce, amable.

Ya no está el Misaki del cual me enamore.

Lo supe siempre...

Yo del único de quien estoy enamorado es de Ishi.

Fui tan estúpido para darme cuenta demasiado tarde.

Y ahora él está esperando un hijo mío.

Pero no sé dónde está.

¿Ya habrá nacido?

¿Será niño o niña?

Maldición, quiero estar a su lado.

Me odio por haberle hecho daño.

¿Por qué tenías que volver Misaki?

Si no hubieras vuelto tal vez...

Tal vez estaría con Ishi cuidando a nuestro bebé.

Esto en verdad es tan chocante.

Maldita sea.

Mi amor por favor...

Dame otra oportunidad.

-A-Ayuda.
-¿Huh?

"Esa voz..."

-Y-Yo...

Camine hasta el lugar de donde provenía la voz y pude ver a un grupo de personas rodear a alguien, como no me dejaban ver tuve que abrirme paso entre ellos.

-Con permiso. –gruñí.

Al llegar pude ver a mi amado Ishi hincado acariciando su vientre.

-Pronto vendrá la ambulancia chico, resiste un poco.
-N-No puedo H-Haru.
-¡¡Ishi!! –exclame.

Él me miro y se sorprendió.

-K-Kyo.

Me acerqué.

-V-Vete, t-tú no.
-Ishi.
-Ahggg, -se quejó- n-no puedo.
-No dejaré que te pase nada, ni a ti ni a nuestro hijo.

A pesar de sus quejas lo cargue y me lo lleve hasta mi auto.

-K-Kyo ahhggg d-duele.
-Tranquilo, respira profundo.
-N-No puedo.
-Mi amor.
-No quiero perderlo. –sollozo.
-Estarán bien.
-K-Kyo.
-Ya estamos cerca.
-Sálvalo. –sollozo.
-Ishi.
-Si tienes que elegir sálvalo a él por favor, -lloro- es tú hijo.
-Lo sé. –sonreí- Los dos estarán bien.

Al llegar al hospital me estacione como pude y saque a mi amado del auto llevándolo hasta recepción.

Un doctor llego con una camilla y se lo llevo.

Lo intente seguir pero me detuvieron.

-Es mi pareja, necesito estar a su lado.
-Lo sentimos pero debe esperar aquí.
-No puedo.
-Debe de entenderlo ahora su pareja entro en labor de parto debe de...
-Dejen que el señor entre, -comento una doctora- lo que más necesita es el apoyo de su pareja.

Me pasaron una bata y me llevaron a la habitación.

-Aggg d-duele.
-Ishi, -corrí a su lado y tome su mano.
-¿K-Kyo?
-Aquí estoy para ti.

Mi amado sonrió a medias y siguió con la labor de parto por varios minutos, horas, hasta que escuche el llanto de nuestro hijo.

Voltee a ver a los doctores y empezaron a limpiar a nuestro hijo.

-H-Haru, -murmuro Ishi- q-quiero verlo.
-En un momento te lo dará.
-K-Kyo.
-¿Sí?
-Gracias. –susurro- Sí no hubieras sido tú, tal vez yo...
-Ambos están muy bien y eso es lo que importa.
-K-Kyo.

Me incline y bese su frente.

-Aquí estoy mi amor.
-...
-¿Ishi?
-Gracias por traerme pero, -susurro- es mejor que te vayas.
-¿Ishi?
-A pesar de tener un hijo tú tienes otra responsabilidad.
-Pero...
-Lo mejor es que dejamos las cosas como están, como si no hubiera pasado nada.  

Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora