CAPITULO 97 Restableciendo la paz.

139 11 4
                                    




---Miyagi---


Lleve a mi amado Shinobu-chin hasta mi auto y maneje lo más rápido posible al hospital.

Necesito protegerlo.

Kaede se quedó en la casa con mis hijos, prometió protegerlos, además ahí están los policías.

Le pedí que me alcanzará cuando descansaran un poco.

Mire a mi amado y trataba de contener el dolor.

Como me gustaría ayudarlo.

Que ese dolor sea mínimo.

No quiero que sufra tanto.

-Amor, aguanta un poco.
-S-Sí.
-Te amo Shinobu-chin.
-Y-Y yo a ti.

Al llegar al hospital ya unos camilleros me esperaban.

Lo baje con cuidado y lo recosté.

Esos enfermeros se los llevaron a la sala de urgencias

Quise entrar pero no me lo permitieron maldita sea.

Quería ir.

Estar a su lado.

Pero...

Maldición.

Me senté en una de las sillas y me quite mi saco.

Shinobu-chin.

Mi lindo hijo.

Por un momento pensé que moriría cuando ese Takeo me apunto con su arma.

Pero Kaede.

Ese hombre me salvo al empujarlo y desviar la bala.

En verdad salvo mi vida.

Creo que es el indicado para mi hijo.

Fue capaz de protegerlo.

De dar su vida por él.

Lo juzgue mal.

Ahora sé mi niño está en buenas manos.

Por fin nos libramos de ese idiota.

Ya no molestará más.

Ahora está muerto.

No puedo creer que le haya hecho tanto daño a mi familia.

Pero ahora todo ha acabado.

Todo está calmado.

No nos harán daño.

Aunque...

No quiero pensar más en esto.

Debo de saber cómo está mi amado.

No sé cuánto tiempo ha pasado.

Mi amado Shinobu-chin.

Después de tanta espera el doctor salió de la sala y me acerque a él.

-¿Cómo está mis amores?
-Tranquilo Miyagi, el joven Takatsuki está muy bien y la pequeña es un amor.
-¿Puedo verlos?
-Sí, -sonrió- él está alimentando a su hija, realmente es encantadora.

Corrí hasta la habitación y la abrí con mucho cuidado.

Al entrar Shinobu me miro y sonrió.

-A-Acércate, -sonrió- es hermosa.

Me acerque a lado de mi hermoso rubio y la mire.

Sus ojos me observaron y sonrió.

Es hermosa, una linda pelinegra de ojos color grises.

-Gracias Shinobu, me has dado una hermosa familia.





---Kaoru---

Soy tan feliz.

Tengo a la persona que amo, más a parte...

Incrementaremos la familia.

Mi corazón se acelera de solo recordar que en su vientre espera el fruto de nuestro amor.

Se ve hermoso cuando acaricia su vientre o cuando habla con él.

Soy feliz.

¿Qué más puedo pedir?

-¿Kaoru?
-Lo siento mi amor, me distraje con tu belleza.
-I-Idiota.

Me acerque a él y lo abrace de la cintura.

-Eres muy hermoso.
-...
-Te amo Ryu.
-Y yo a ti Kaoru.

Bese su cuello y me aferre a él.

-¿Qué pasa Kaoru?
-Lo siento, solo que soy feliz.
-...
-Casi por idiota te pierdo, pero aquí estás.
-No hay que recordar el pasado.
-Pero nos ayuda a no caer en errores.
-Lo sé.
-Por eso te agradezco tanto Ryu.
-Ya no digas nada o me harás llorar.
-No ha sido mi intensión.
-Sí claro...

Reí y bese a mi amado.

-Ahora que recuerdo, -me miro- ¿Y Hideo?
-En este momento debe estar con su amado.
-Entonces es verdad.
-¿Qué cosa?
-Qué iría con ese rubio.
-Así es.
-Me alegro por él.

Lo mire.

-¿Qué? –exclamo.
-¿Decepcionado?
-¿Ah?
-De que tu expretendiente tenga a otro.
-¿Estás celoso?
-...

Él me abrazo y rio.

-Baka, yo solo te amo a ti.
-A veces soy muy celoso.
-Demasiado. –rio.
-Pero es que eres mío.
-Tan posesivo como siempre.
-Pero así me amas.
-Así te amo.

Nos besamos apasionadamente y acaricie su vientre.

-Hermoso.
-Y eso que aún no nace. –rio.
-Será tan perfecto.
-Presumido.

Sin duda alguna...

La paz es la mejor recompensa.






---Nowaki---

Me alegro que ese infeliz no haya podido entrar.

En cuanto me enteré que unas enfermeras lo describían no lo pensé más.

Le notifique a los policías sobre el tipo y salimos.

Cuando estaba abriendo la puerta no lo pensé dos veces y lo tumbe de un golpe.

Los policías se acercaron y lo detuvieron.

Quise golpearlo hasta el cansancio pero...

Debía estar al lado de mi hermosa familia.

En cuanto se lo llevaron entré de nuevo a la habitación de mi amado.

Estaba dormido y las enfermeras se llevaron a mis hijas.

Pero antes de hacerlo bese las frentes de mis princesas.

Camine hacía mi lindo Matt y le di un beso casto.

-Te amo hermoso.

Me senté en la silla y cerré los ojos.

Me sentía un poco cansado.

Creó que me quede dormido.

Abrí los ojos al escuchar un leve llanto.

Tan hermoso.

¿Será una de mis niñas?

Pude ver a Matt y a mi suegra dándoles biberón a mis princesas.

Parece que ellas no quieren comer.

Mire a mi linda familia y sonreí.

-¿Nowaki?
-Hola amor.
-Buenos días dormilón. –sonrió.

Realmente es hermoso.

-¿No te acercaras Kusama? –rio mi suegra.

Creo que por fin soy aceptado.

Me siento mucho mejor.

Camine hacía ellos y sonreí.

Cargue a mis pequeñas y me sonrieron.

¿Me sonrieron?

Si, lo hacen.

Me reconocen.

Mis hijas.

Mis dulces hijas.

Son hermosas.

Ellas acarician mis mejillas mientras reían.

Son perfectas.

-Matt es mejor que descanses.
-M-Mamá.
-Debes de hacerlo.
-No quiero necesito estar con mis hijas y con Nowaki.
-Matt...
-Yo me encargaré de que descanse. –comente.
-Gracias Nowaki.
-Eres malo. –hizo un puchero mi amado.

Mi suegra beso su frente y me abrazo.

-Kusama, lamento haberme portado mal contigo.
-No sé preocupe, la entiendo.
-Gracias por amar tanto a mi hijo.
-LO amo con todo mi corazón.
-Lo sé, -sonrió- por eso te entrego a mi hijo, protégelo por qué es lo que más quiero.
-Lo protegeré con mi vida de ser necesario.

Ella se despidió de nosotros y recosté a nuestras gemelas a los costados de mi amado.

-Nowaki, te agradezco tanto lo que has hecho por mí, gracias mi amor.

Lo bese y sonreí.

-No tienes nada que agradecer Matt, haría lo que fuera por ti.



Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora