Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)

CAPITULO 90 Tempestad Parte I.

---Toudou---

Soy feliz.

Tengo la aprobación de mi cuñado.


Y el amor de mi hermoso Rin.

¿Qué más puedo pedir?

Rin me demuestra un amor puro e incondicional.

Después de lo de Misaki.

Pensé que me deprimiría pero...

Ya veo que no.

Que Rin me ha demostrado tantas cosas.

Lo amo.

Realmente conozco lo que es la felicidad.

Me ha demostrado sentimientos sinceros.

Realmente es lo que siempre espere.

Un amor lindo.

Tierno.

No puedo dejar de verlo, abrazarlo.

Realmente Rin es perfecto.

Me alegro haber aclarado nuestros sentimientos.

Ser aprobado por su hermano.

Me quede charlando con ellos hasta que vi la hora.

-Bueno, los dejo descansar, -comente- nos vemos mañana en el trabajo.

Rin se levantó y me acompaño a la puerta.

Caminamos y nos quedamos charlando.

-¿Cómo te sientes? –pregunto.
-Tranquilo Rin, solo fue una pequeña herida, lo dijo el doctor, aunque sangre más de lo normal no era nada, estoy bien.
-No entiendo a ese loco.
-Te protegeré mi amor.
-Toudou.
-No me importa arriesgar mi vida amor, quiero que tú estés a salvo.

Él me brazo y bese su frente.

-Estoy bien, lo juro.
-Quiero que también tú estés bien, no deberías sacrificarte por mí.

Lo tome del mentón y lo obligue a mirarme.

-Te amo, tanto, que no lo imaginas.
-Y yo a ti Toudou.

Lo bese tiernamente hasta volverse más pasional.

Me encanta sentirlo mío.

Que puedo protegerlo.

Que todo estará bien.

Y así quiero que sea siempre.

-Nos vemos mañana.

-H-Hai.

Le di un beso más corto y me dirigí a mi auto.

Realmente la herida que me hizo Misaki no fue tan profunda y no tiene relevancia.

Solo espero que ya lo metan a la cárcel por todo el daño que hizo.

Uno nunca sabe cómo es una persona hasta que la conoce de verdad.

Debí de conocer antes de tomar una decisión.

Ese fue mi error.

Misaki...

Ese chico...

No...

Ese demonio fue nuestra perdición.

Y lo mejor de todo es que mi hermano y yo nos dimos cuenta de nuestro error.

Ahora solo debemos proteger a lo que amamos.

Más vale que Misaki se entregue por si solo porque soy capaz de hacerle pagar el daño que hizo.

---Shiki---

No recuerdo cuantas veces lo hicimos.

Solo sé que caí de cansancio y me dormí en su pecho.

Después de tantos años.

Por fin nos entregamos.

Sentir su piel.

Sus besos.

Todo con sabor a nostalgia.

Pero más profundo.

El amor que sentimos.

Que deseamos.

Esto se había pospuesto mucho tiempo.

Y ahora por fin...

Volvemos a hacer uno.

Lentamente abrí los ojos encontrándome con la mirada de Seomi.

Él acariciaba mi espalda.

Ambos estábamos desnudos.

Yo acurrucado en su pecho mientras él sonreí.

-Buenos días amor.
-B-Buenos días, -dije avergonzado- S-Seomi.
-¿Cómo te sientes?
-M-Me duele todo.
-Lo siento, no quise lastimarte.
-L-Lo sé.
-Te amo Shiki, gracias.
-Idiota, no agradezcas.
-Es que eres lo mejor que me ha pasado.
-...
-Nunca pensé que aguantarás cuatro rondas, me quede con ganas de una quinta.
-¿C-Cuatro?
-Sí. –sonrió.
-E-Eso...
-¿Quieres bañarte conmigo?
-Solo si no haces algo pervertido. –comente.
-No prometo nada.

Me beso apasionadamente y me cargo.

Nos dimos un baño.

Él en verdad me consiente mucho.

Me mina, me da amor.

Soy feliz.

Él se fue a preparar el desayuno mientras yo miraba todas las habitaciones.

Tal parece que la familia de su hermano llegará en unos días.

Realmente me encariñe con ellos.

Siento que soy parte de su familia.

El timbre de la puerta sonó y fui a ver.

Sé que estaré bien porque estamos siendo protegidos.

Abrí la puerta y vi un hombre castaño de ojos color negro.

Usaba lentes de tipo fondo de botella.

-¿Sí? –pregunte.
-Vengo para el puesto de jardinero.
-Oh...

No sabía que estaban solicitando.

Él me mostro unos papeles y el periódico.

Tal vez lo solicito Akihiko y se le olvido.

-Me presento, -me miro- soy Dorian, un placer.

Tomo mi mano y la beso.

No sé porque sentí escalofríos de solo mirarlo.