CAPITULO 62 Caos.

173 6 1
                                    


---Kyo---

Soy tan feliz con mi hermosa familia.

Ishi y yo estamos enseñándoles a Naoto y Haru a hablar, sé que aún están pequeños, aunque Naoto tiene 8 meses y Haru 7.

Ishi siempre me dice que los dos niños se parecen tanto a mí.

Somos una hermosa familia.

Voy a luchar para hacerlos felices.

Los amo.

Desperté temprano e Ishi estaba a mi lado dormido, ayer en la noche lo hice mío, nos entregamos al amor que sentimos.

De nuevo pude probar su sabor, tenerlo en mis brazos y sentirme tan dichoso.

Me gusta ver su rostro dormido, se ve tan calmado y pacífico.

Empecé a repartir besos por toda su cara haciendo que se moviera entre mis brazos.

Lentamente abrió los ojos y me miro.

-Buenos días. –sonreí.
-B-Buenos días. –murmuro sonrojado.
-¿Cómo dormiste?
-Muy bien, -se pegó más a mi pecho- muy cómodo.
-No me provoques tan temprano señor de Ijuuin.
-No lo hago con intención señor Shizuku. –rio.
-Me encantas. –tome su mentón y lo besé.
-Y tú a mí. –me devolvió el beso.

Ishi es mi vida entera junto con nuestros hijos.

Soy el más feliz.

No quiero que nadie los lastime.

Nunca permitiré que les hagan daño.

Lo amo...

Al principio pensé que Misaki era la persona que siempre busque.

El amor de mi vida.

Pero...

Me equivoque.

Ese chico es un doble cara.

Nunca lo imagine de él.

Realmente creí en su inocencia y ternura.

Que equivocado estaba.

Incluso no quiere a su propio hijo.

¿Qué paso contigo Misaki?

Lo bueno que hice trámites para que no me lo pueda quitar, él abandono a Naoto, solo yo puedo cuidarlo.

El abogado logro que yo tuviera la custodia absoluta de mi hija, incluso Ishi acepto que tuviera su apellido.

Nuestros hijos son Ijuuin Shizuku.

-¿En qué piensas? –me miro.
-EN nuestra bella familia.
-Ya veo.

Lo abracé más acurrucándolo en mi pecho y besé su cabello.

-Gracias.
-¿Eh?
-Ishi, gracias por hacerme feliz, por darme tanto amor, por perdonar a este idiota que te ama como un loco.
-Kyo.
-Te amo, te amo tanto.
-Y yo a ti, quiero estar siempre contigo.
-Gracias.
-No tienes nada que agradecer, ya que yo te amo.
-Yo mucho más mi amor, -lo bese- no me canso de mimarte.
-Tonto. –rio.

Los balbuceos de nuestros hijos nos hicieron separarnos.

-Vamos, -dijo mi amado- tenemos que ver a nuestros bebés.
-Te ves tan sexy con mi camisa puesta.
-Pervertido. –se sonrojo.

Sin duda alguna, son lo mejor de mi vida.



---Akihiko---

Me siento fatal por lo que ocurrió con mi hijo que esperaba Misaki.

Debí haberlo buscado antes.

Tal vez hubiera podido prevenir ese accidente.

Hiroki siempre mencionaba que me contactara con Misaki, pero no lo hice.

No podía y no quería darle alas.

Pobre de Misaki.

Empezó a llorar y solo pude consolarlo, darle palabras de aliento y acariciar su cabeza.

No sé cómo ayudarlo con su dolor.

-Lo siento.
-No fue tu culpa. –susurre.
-Era nuestro hijo Usagi-san, nuestro bebé. –se tapó la cara y comenzó a llorar.

No sé cómo ayudarlo.

Ni que decir o hacer.

Acaricie su cabello y suspire.

-Por favor no llores, sé que es doloroso pero debemos superar esto.
-Gracias Usagi-san. –me miro.
-No tienes que agradecer, estoy contigo.

Él me sonrió y limpie sus lágrimas.

Su celular comenzó a sonar y él se disculpó.

Le di de galleras a mi niña quien tenía las mejillas sonrojadas.

-¿Huh?

Toque sus mejillas y estaban calientes.

"Mierda..."

La cargue y deje el dinero, toque el hombro de Misaki disculpándome y me fui corriendo hasta mi auto, la coloque en su silla y maneje hasta el hospital.

Mierda, mierda, mierda...

Como no me di cuenta.

-Pronto llegaremos con el doctor Narumi, tranquila.
-M-Mama. –susurro.
-Él pronto vendrá, lo prometo.
-Mama, mama, mama... -comenzó a llorar.

Muerdo con fuerza mi labio para evitar sacar alguna lágrima.

Al llegar al hospital me estacione y lleve a mi niña hasta la recepción.

-¿En qué puedo ayudarle?
-Mi hija tiene mucha fiebre por favor. –comente.
-Enseguida.

Tecleo unos cuantos números y después de unos minutos un doctor ya mayor llego y cargo a mi hija.

-Sígame por favor.
-Gracias.

Seguí al doctor hasta un consultorio y comenzó a revisar a mi hija, ella ya se había calmado y me sentí más tranquilo.

La revisión se me hizo interminable, le dio algunas vitaminas y jarabe para bajarle la fiebre y afortunadamente lo consiguió.

-Su hija está mejor, -comento- solo fue una fiebre momentánea debido a los cambios de temperatura, la niña debe descansar mucho, así que tráigala dentro de una semana para otra revisión.
-Así será doctor.
-Hioki.

Miro a mi hija y la abrazo.

-Lo traeré lo juro.
-Akiko. –rio.
-Sí, -reí- por fin lo dices.
-Papa. –estiro sus manos.
-Vamos a casa mi niña.


Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora