CAPITULO 20 Un poco de paz.

207 18 1
                                    


---Miyagi---

Me sorprendí ante las palabras de mi lindo terrorista, jamás me había preguntado si quería tener una familia, es decir, no entro en mis planes, pero...

¿Un hijo? Mío y de Shinobu...

Esa idea es tan linda, un pequeño rubio corriendo por todo el lugar, o una tierna niña pegada de la pierna de mi amado terrorista.

-¿Miyagi?

Lo tome del mentón y lo besé.

-Claro que quiero formar una familia contigo.

Él me abrazo y yo acaricié su cabello.

-Tenemos que ir al doctor para informarnos más sobre el tratamiento.
-¿Crees que sea fértil?
-Ya verás que así será mi amor. –lo tome del mentón.
-Te amo tanto Miyagi.
-Y yo a ti mi niño.
-Lamento que hayas perdido tanto por mi culpa.
-¿Perder? –reí- Más que perder he ganado.
-¿Eh?
-Shinobu, desde que te conocí me enamore de ti, me gustaste y cada día que pasaba te amaba más y más.
-Entonces, -me miro- por qué tú...
-Sí te rechace fue porque yo soy una persona adulta, creí que si te aceptaba no hacía lo correcto, eres más joven que yo y tenía miedo que te cansarás de mí, pensé que era una broma, -acaricie su mejilla- el amor de mi vida enamorado de mí, fui muy feliz, y lamento haberme tardado en aceptar tus sentimientos.

Él negó con la cabeza y vi como sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.

-No importa, -sollozo- ahora estamos juntos, aunque por...
-Mi amor, -lo mire a los ojos- no importa, no me importa si no tengo nada, solo quiero que estes a mi lado para toda mi vida.

Él abrazo mi cuello y me dio un beso casto.

-Siempre estaré contigo.
-¿Aunque sea viejito y con muchas canas?
-Mmmmm, -sonrió- tal vez te cambie por un hombre musculoso.
-¡Shinobu-chin!
-Es broma. –sonrió y se acurruco en mi pecho.
-No sé qué haría sin ti.
-Eso mismo diría yo.
-Shinobu, -lo abrace fuertemente- no te acerques a Takeo, no lo hagas.
-Pero, Naoya...
-Puedes estar con nuestro pequeño hijo, pero no te acerques a Takeo, ese hombre es de lo peor, tengo miedo de que te haga algo, no me lo perdonaría.
-Lo haré Miyagi.
-Gracias.

Nos fuimos a recostar porque mi niño se sentía cansado, aunque aún era temprano lo que más quería era estar en mis brazos.

Antes de que me recostará el timbre de la puerta sonó y me levante.

-Ya vuelvo. –besé su frente.

Baje las escaleras y abrí la puerta.

-Hola Miyagi.
-¿Risako?
-¿Me has extrañado?
-¿Qué diablos haces en mi casa?
-Oh~ pero que frío cariñito.
-Vete.
-Acaso, ¿tú esposa es celosa?
-¿Qué quieres?
-Quiero volver a lo nuestro.
-Ya es muy tarde.
-No me digas que tu querida te hace sentir mejor que yo, -sonrió- puedo ofrecerte mucho placer Miyagi, como en los viejos tiempos.
-Lo siento pero ahora tengo a alguien a quien amo.
-Sí claro, eso dicen todos.
-Vete Risako, acaso ¿crees que olvide lo que me hiciste?
-Solo fue una aventurilla.
-Que no entiendes.
-¿Quién es Miyagi?

Risako miro a Shinobu y lo observo de arriba hacia abajo.

-¿Es tu hijo?
-Es mi pareja.
-¿Tú p-pareja? Es un hombre...
-¿Y?
-¿Acaso lo prefieres a él que a mí?
-Sí.
-M-Miyagi. –murmuro mi niño y se acercó a mí.

Lo tome de la cintura y lo bese apasionadamente para dejarle claro a esa mujer que al único que amo es a mi Shinobu.

Mi niño se sonrojo y Risako gruño.

-Te amo Shinobu. –junte nuestras frentes.
-ESTO NO SE QUEDARÁ ASÍ. –gruño Risako y se fue.
-¿Un viejo romance? –pregunto.
-Algo así. –suspire.
-¿Importante?
-Para nada.
-Entonces todo está bien, -me abrazó- confió en ti.
-Gracias mi amor. –bese su frente- ¿Qué te parece si vamos a intentar hacer un bebé?
-Q-Qué. –se sonrojo.
-Hay que practicar para tener nuestra familia.
-Hentai.



---En la Universidad---

Un rubio estaba contándoles a otras tres personas el cómo se hizo novio de aquel sexy castaño que todo mundo quería poseer.

-Ya decía que era tan bueno para ser cierto. –suspiro Nowaki.
-Algo me decía que todo era mentira. –suspiro Kaede.
-No es nada nuevo. –suspiro Shinoda.
-¿Ah? –se quejó Tsumori.
-¿Acaso creíste que nos creímos esa historia de que eran novios? –sonrió Shinoda.
-¿Cómo? –se confundió Tsumori.
-Conozco a Hiroki desde hace ya varios años y estoy seguro que jamás aceptaría a alguien así de fácil, además sus gustos son diferentes. –comento Shinoda.
-Hiro-san siempre es muy caritativo, siempre ayuda a los que más lo necesitan, por eso seguramente acepto ayudarte. –sonrió Nowaki.
-Y siendo sinceros, -suspiro Kaede- él es demasiado lindo para ti.
-Todos me odian. –hizo un puchero.
-Sí. –comentaron los otros tres.
-Malditos...

El sonido de la puerta hizo que dejaran de hacerle bullying a aquel rubio y Shinoda se acercó a abrir.

-Buenas tardes. –comento.
-¿Usted es?
-Mi nombre es Usami Haruhiko, estaba buscando a Hiroki.
-Él se fue desde hace rato.
-¿Se fue?
-Pues digamos que alguien vino por él y se lo llevo.
-Entiendo. –comento.
-Espera, -dijo Shinobu- por favor déjenme solo con él.

Los demás asintieron y salieron de la oficina.

-¿Pasa algo?
-Usted, es hermano de Akihiko, ¿cierto?
-¿Cómo conoce a mi hermano?
-Pues íbamos juntos a la escuela, o sabía que él también vivía aquí.
-Espere, ¿Qué?
-Su hermano fue el que se llevó a Hiroki.
-¿AKIHIKO ESTÁ AQUÍ?
-Sí, -cruzo los brazos el rubio- ese idiota se atrevió a besar a Hiroki y llevárselo lejos.
-No puede ser...
-¿Qué ocurre?
-Debo irme.

Haruhiko salió apresurado del lugar, puesto tenía que hablar con cierta persona para separar a esa linda pareja que vivía su reconciliación.



---Hiroki---

¿Escuche bien?

¿Acaso es verdad lo que dijo?

-A-Akihiko, e-esto es...
-Quiero que seas mi esposo y vivir siempre juntos.

Él se sentó en la cama y tomo su abrigo que tenía puesto, lo tomo y metió su mano en su bolsillo sacando una cajita de plata.

-¿Qué es eso? –pregunte.

Abrió la cajita pequeña dejando ver un hermoso anillo.  

  -Kamijou Hiroki, -me tomo del mentón- quiero pedirte que unas tu vida a la mía, que prometas amarme todos los días de tu vida, que compartamos nuestra vida, cuidarnos y protegernos mutuamente, que formemos una familia, y seamos felices.
-A-Akihiko... -mis lágrimas salían sin poder evitarlo.
-¿Quieres casarte conmigo? –me miro.

Esa pregunta hizo que mi corazón diera un brinco muy grande, mordí mi labio para no dejar que un sollozo saliera de mis labios.

-S-Sí. –murmure.
-¿Hiroki?

Lo mire y lo abrace.

-Acepto casarme contigo.
-Mi amor.

Él tomo mi mano y lentamente coloco el anillo.

-Sabía que te quedaría perfecto.
-Bakahiko. –lo abrace.
-También te amo Hiroki, -limpió mis lágrimas- quiero que tengamos una docena de hijos.
-¿Docena?
-Sí, todos idénticos a ti.
-Baka, -me sonroje- sabes que no puedo tener...
-Puedes tenerlos.
-¿Cómo?
-Parece que no has visto noticias últimamente, -sonrió- hay un tratamiento de fertilidad para que los hombres puedan tener hijos.
-E-Eso es...
-Por eso quiero que aquí, -acarició mi vientre- crezcan nuestros amados hijos.
-Akihiko.
-Te amo Hiroki, y quiero cada parte de ti, -beso mi mano- además ahora eres mi prometido.
-E-Es vergonzoso.
-Y próximamente serás mi esposo.
-Baka. –desvié mi mirada.
-Solo un poco. –junto nuestras frentes.
-Gracias.
-¿De?
-Por estar conmigo, por haberme dicho tus sentimientos y aceptar los míos, gracias por amarme como yo te amo a ti.
-Hiroki.
-¿Sí?
-¿Te gusta vivir aquí?
-¿Eh?
-¿Quieres que vivamos aquí o quieres regresar a Japón?
-Yo...
-Cualquier decisión que elijas te apoyare como tu prometido.
-Quiero quedarme, -sonreí- por lo menos un tiempo...  

Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora