CAPITULO 7 Favores.

263 20 3
                                    


---Miyagi---

Sentí como mi niño se estremecía cuando me dijo esas palabras, él me ama lo siento en el pecho, no puedo rendirme tan fácilmente.

Lo abrace a mi pecho.

-M-Miyagi.
-Shinobu, -susurre en su oído- te amo tanto.
-¿Qué? –me aparto.
-Lamento haberte rechazado, pero tenía miedo, miedo que no ser lo suficientemente bueno para ti.
-Pero...
-Shinobu-chin, eres mi vida entera, no debí decir esas palabras, debí aceptarte desde el comienzo.
-Pero yo...
-¿Me amas? O ¿Solo fui un juego?

Sus ojos se cristalizaron y coloco sus manos en su cara.

-Te AMO, sensei yo te amo tanto.
-Yo también. –bese su frente.
-Es que no entiende mis sentimientos.
-Los entiendo y los acepto.
-Miyagi...
-Te amo.

Tome su mentón y lo besé lentamente, sus manos se aferraban a mi camisa temblando un poco, yo lo abrace a mi pecho y comencé a acariciar su cabello.

-Ahora no salgas con nadie que no sea yo. –lo mire.
-¿Eh?
-Soy demasiado celoso y posesivo.
-Te lo prometo.
-Gracias.
-Miyagi.
-¿Sí?
-Te amo.



---Hiroki---

Camine por las calles de Londres puesto que hoy sería mi primer día como profesor en la Universidad, en verdad me siento muy nervioso, espero que todo resulte muy bien.

Shinoda me citó una hora antes para hablarme sobre los programas y materias que impartiría, además me mostraría la Universidad, para que me pudiera familiarizar más pronto y no tuviera algún problema.

Llegue a la Universidad encontrándome con Nowaki en la entrada.

-Buenos días Hiro-san.
-Buenos días Nowaki. –sonreí.
-¿Qué haces tan temprano? –me miro.
-Digamos que Shinoda me entregará mis programas y me mostrará cual es mi oficina y los salones.
-Vaya, yo quería hacer eso. –murmuro.
-¿Cómo?
-Nada, -sonrió- vamos.

Me tomo de la mano llevándome hasta los edificios principales. Sentí que mis mejillas se sonrojaban al sentir su mano en la mía.

Mire a los alrededores y no había aun estudiantes en el lugar, así que me deje guiar por Nowaki hasta la oficina principal.

-Bueno te veo en un rato.
-Muchas gracias Nowaki.

Él se acercó a mí y beso mi mejilla.

-Buena suerte, espero y podamos comer juntos en el descanso.
-Me e-encantaría. –suspire.
-En ese caso está bien.

Sonrió y se dirigió hasta la enfermería. Toque la puerta de la oficina de Shinoda.

-Adelante.

Entré y encontré a Shinoda revisando algunos libros.

-Buenos días. –salude.
-Buenos días Hiroki, ¿Cómo estás?
-Hola Shinoda, estoy muy bien ¿y tú?
-Bien gracias, ahora, ¿estás listo?
-Algo así. –susurre.
-Tranquilo Hiroki, todo saldrá bien.
-Eso espero, nunca había dado clases.
-Mentiroso, -se levantó y me tomo del brazo- no recuerdas que le ayudabas a unos chicos de secundaria.
-Bueno eso es diferente.
-No lo creo, tú tranquilo, además sé que tienes excelentes técnicas para demostrar tus conocimientos.
-Lo dices por... -sonreí.
-Exacto, creo que aprenderán cuando te conozcan.
-Supongo que así será.
-Sígueme entonces.

Me mostro las salones y la sala de literatura, dijo que solo yo estaría ahí, al igual que me mostro otras salas de diferentes carreras.

Caminamos de vuelta a la sala donde estaría yo y me abrió la puerta.

-Cualquier cosa estaré en mi oficina.
-Muchas gracias Shinoda.
-Haría lo que sea por ti, nunca lo dudes.

Mi mirada se encontró con la de Shinoda, empecé a sentir un poco de nostalgia de recordar mi época como estudiante, la época en la cual mi amor por Akihiko aún no era relevado y podíamos estar tranquilos.

-¿Pasa algo? –acaricio mi mejilla.
-No es nada, solo, -suspire- me siento un poco raro.
-Aquí estoy para ti, -me tomo de las manos- no dejaré que alguien te dañe, puedes confiar en mí, no lo dudes.
-Gracias por todo lo que haces por mí Shinoda, no sé cómo agradecerte.
-No lo agradezcas, yo siempre estaré a tu lado, pase lo que pase.

Él tomo me mentón y me beso mi frente haciéndome sonrojar.

-Mucha suerte.
-Daré lo mejor de mí.
-LO sé.

Empecé a revisar mi oficina y acomode mis cosas, tome el libro con el cual comenzaría mis clases.

-Puedo pasar. –comentaron afuera.
-Adelante.

Entro un chico pelirrojo de apariencia tan tierna, tenía ambas manos en su pecho y parecía un poco asustado.

-¿Puedo ayudarte en algo? –lo mire con preocupación.
-Sensei. –susurro.
-¿Qué ocurre?

Ese chico me abrazo de repente, trate de apartarlo pero me lo impidió.

-Sensei, sensei.
-¿Q-Qué?
-Sensei huele tan bien.
-¿Eh?

De un movimiento a otro me acorralo en la pared colocando mis manos en ella, paso su lengua por mi cuelo.

-¿E-Eh?
-Me gusta tu sabor. –sonrió perversamente.
-Pero qué...

Ese chico que antes parecía tan tierno ahora era un chico tan perverso, esa sonrisa lujuriosa y la forma que me miraba me hizo estremecer.

-Cuidará de mí, ¿verdad sensei?
-¿Q-Quién rayos eres? –gruñí.
-Mi nombre es Ren, encantado. –sonrió.
-Suéltame.
-No sé preocupe, seré amable con usted.
-¿Ah?
-Ahora vamos a...
-NI SE TE OCURRA REN.

Un hombre alto de pelo negro y lentes le dio un coscorrón a ese chico apartándolo de mi lado.

-Maldita sea Ren cuando aprenderás. –gruñó.
-Kaede-san, no empiece por favor. –murmuro ese chico en modo tierno.

Me quede sorprendido de lo que había pasado, no sabía que decir o hacer.

-Ve a tu salón.
-Espero vernos de nuevo, -sonrió ese chico- porque quiero divertirme con usted.

Me estremecí al escucharlo, sonrió ampliamente y se fue de la oficina.

-Lamento el comportamiento de mi medio hermano. –suspiro.
-¿Eh?
-Lo siento no me he presando, -me tomo mi mano y la beso- mi nombre es Sumizome Kaede y soy el profesor de física y química.
-M-Mucho gusto, -trate de tranquilizarme- yo soy Kamijou Hiroki, profesor de literatura.
-Me alegra conocer a mi compañero. –sonrió.
-Lo mismo digo.
-Prometo hablar con Rin, a veces es un poco... ¿directo?

"A eso no lo llamaría ser directo"

-No hay problema. –comente.
-Te recomiendo que tomes una actitud seria frente a los alumnos, porque podrías ser comido.
-¿Comido?
-Ya lo verás al entrar al salón.
-¿Eh?
-Cualquier cosa estoy en la sala de al lado.
-Hai.

"Es muy apuesto"

Pero ¿Qué rayos estoy pensando?

El sonido del timbre se escuchó por todo el lugar, tome mis libros y camine hasta mi salón, respire profundamente y abrí la puerta.

Todos los chicos al verme entrar se quedaron callados y me sentí observado. Llegue a mi escritorio y deje mis cosas en su sitio.

-Muy buenos días, soy Kamijou Hiroki y seré su profesor de Literatura.

Todos comenzaron a murmurar y algunos otros me miraban fijamente.

-Chicos...

Seguían ignorándome.

-Quisiera hacer mío a ese castaño. –comento un pelinegro.
-Seguramente es virgen.
-Me encantaría meterme en él.
-CHICOS.

Por más que les hablaba no me hacían caso, así que comencé a enojarme, tome dos borradores y se los avente a esos chicos que hablaban de mí.

Todos en el salón se quedaron callados mientras me miraba, y ese par se empezaron a sobar la cabeza.

-¿Qué cree que está haciendo? –se quejaron los chicos.
-DE UNA VEZ LES DIGO, -gruñí- SI NADIE AQUÍ RESPETA LA LITERATURA Y MÍ PAGARA LAS CONSECUENCIAS.

Todos se quedaron perplejos.

-¿ENTENDIERON? –alce un libro.
s-Sí profesor.
-Muy bien, ahora saquen su libreta y hagan un ensayo de 10 hojas sobre la batalla de Troya.
-Pero...
-HE DICHO.

Todos comenzaron a realizar el trabajo mientras yo revisaba otros libros.

-Parece un demonio. –murmuro un chico.
-El demonio Kamijou.

Sonreí ante esa mención, prefiero que me teman a que me intente hacer algo.



---Akihiko---

Un mes sin saber nada de Hiroki, un mes en el cual no tengo a la persona que más amo en mi vida, soy tan idiota de no haberme confesado antes, de no ver realmente cuales eran mis sentimientos, yo creí que solo era una amistad cuando todo mundo sabía que lo amaba con todo mi corazón, supongo que lo de Takahiro era solo una atracción.

MALDITA SEA...

Soy lo peor, lo deje ir, maldita sea, MALDITA SEA...

Hiroki, mi Hiroki... vuelve, te necesito, te amo, por favor vuelve a mí...

He hablado con mi padre para que me ayude a encontrarlo, pero aún no da con él, algo que realmente me extraña, mi padre siempre encuentra a las personas que quiere, esto es lo peor.

No tengo ganas de escribir, no tengo ganas de nada si Hiroki no está a mi lado.

Lata tras lata de cerveza va cayendo sin poder evitarlo, o mejor dicho sin querer dejarlas, no tengo ánimos para nada, ni para levantarme.

Cada vez recuerdo con mucho detalle los besos de Hiroki, sus caricias, cada parte de él, todo lo recuerdo, él es mi vida entera.

Hiroki...

Mis lágrimas siguen saliendo por montones, pero de que me sirve llorar si eso no traerá a mi Hiroki, esto es tan estúpido.

El timbre de la puerta sonó, lentamente me levante como pude y abrí la puerta.

-Hola Akihiko, ¿estás bien?
-Takahiro, ¿Qué ocurre?
-¿Puedo pasar?
-Claro. –respondí.

Detrás de Takahiro se encontraba un chico castaña de ojos color verdes, me miro y se sonrojo, solo suspire y los conduje hasta la sala.

-Lamento haber venido sin avisarte.
-No pasa nada, ¿puedo ayudarte en algo?
-Sí, pero antes te presento a mi hermano Misaki, -sonrió- Misaki él es mi amigo Usami Akihiko.
-¿El gran escritor? –se sonrojo ese chico.
-Así es.
-Mucho gusto. –sonrió aquel chico.
-Lo mismo digo.
-Ahora, -suspiro Takahiro- lo que pasa es que yo tengo que salir de viaje a otro país pero mi hermano menor no tiene mucho que entró en la Universidad y él quiere seguir estudiando economía y...
-LO entiendo.
-Por eso te pido que dejes quedarse aquí a Misaki, por lo mientras que termina su carrera.

Me quede sorprendido ante lo que dijo.

Yo solamente vivía con Hiroki, no me gusta convivir con las personas, pero tal vez ese chico en verdad lo quiera, supongo que deberé aceptar.

-Está bien. –suspire.
-Muchas gracias Akihiko. –sonrió Takahiro y me miro.

Nada, mi corazón no late desenfrenado, no tengo ganas de abrazarlo, no siento absolutamente nada, solo con Hiroki, solo con él.

Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora