CAPITULO 11 Tiempo.

204 18 4
                                    


---Shinobu---

Me quede abrazando a Miyagi por varios minutos, sus brazos me hacían sentirme tan confortable, tan querido y amado. Me beso la frente y caminamos hacia la Universidad de nuevo.

-Iré por mis cosas. –sonrió- Me alegro tener una carta de recomendación, buscaré otro trabajo después.
-Lo siento. –baje la mirada.
-No tienes nada de que disculparte. –me abrazo- Te amo y eres lo único que me importa.
-Yo también te amo. –lo abrace.
-Bueno voy por mis cosas, espérame aquí ¿sí?
-Sí.

Miyagi me beso y entró a su oficina mientras yo fui a la coordinación para pedir mis papeles, ya que no seguiré estando en esta universidad.

Sé que si sigo aquí mi padre me llevará a otro lado, no quiero separarme de Miyagi porque mi amor es tan grande que no puedo con él.

Al llegar a coordinación la secretaria me entregó los papeles amablemente, tal parece que mi papá no le dio nada. Me dirigí de nuevo a la entrada y me encontré con Misaki.

-¿Shinobu?
-Hola Misaki, ¿Cómo estás?
-Pues no me quejo. –cruzo los brazos.
-¿Qué ocurrió? –lo mire.
-Usagi-san me rechazo.

Lo mire y coloque mi mano en su hombro.

-No hagas eso. –me aparto.
-¿Qué cosa? –me sorprendí.
-Mirarme como si me entendieras, como si te importara mi dolor.
-Eres mi amigo.
-Eso dices pero no estás conmigo.
-Misaki, yo solo te aconsejo por tú bien, no quiero que sufras.
-Se supone que eres mi amigo, deberías apoyarme.
-Amigo, deberías rendirte, no creo que él te pueda amar, tal vez si lo intentarás con Ijuuin serias...
-¿Tú qué sabes de amor? te enamoraste de un viejo que solo está contigo porque siente compasión por ti.

Sin poderme detener le dio una bofetada.

-Eres lo peor que existe. –gruño.
-EL que no sabe nada del amor eres tú, -lo mire- para amar primero te tienes que amar a ti, no tienes que obligar a amar, se da solamente, tiene que ser mutuo.
-Usagi-san me va a amar.
-Que equivocado estás.
-Así que estas en mi contra ¿no?
-Misaki...
-Pues vaya amigo el que me conseguí, pero te devolveré lo que me hiciste.
-¿Cómo?

Me volteo una bofetada, mi mejilla comenzaba a arder y acaricie mi mejilla.

-No quiero verte de nuevo, me arrepiento de ser tú amigo.
-No te preocupes que ya no me verás más.
-¿Cómo?
-Shinobu ya traje las cosas. –me miro- ¿Los interrumpo?
-No amor, -suspire- vámonos.

Tome el brazo de Miyagi y camine con él hasta su auto.

-Supongo que conseguiré igual un trabajo.
-Yo te voy a mantener amor. –me beso- Tengo dinero, sinceramente trabajaba solo por gusto y no por necesidad.
-Vaya...
-Mis padres eran ricos y me heredaron una fortuna pero no la utilizaba porque me gustaba trabajar y tratar de vivir con mi sueldo de profesor, pero ahora viviremos juntos, te comprare lo que necesites.
-No es necesario, -acaricie su mejilla- haré todo lo posible para ganarme lo que quiero.
-Solo permíteme comprarte algunas cosas.
-Está bien, -suspire- solo si me dejas pagártelo después.
-Suena muy bien, -tomo mi mentón- pero el precio será muy alto.
-¿Cuál?
-Que seas mío para toda tu vida.

Me sonroje ante sus palabras y rodee su cuello con mis brazos.

-Eso es un hecho.



---Hiroki---

Nowaki me miraba con un brillo especial en los ojos, en verdad me agrada la calidez que me brinda, es un hombre tan bueno y es muy apuesto, no puedo negarlo, después de ser tan acosado por todos los de la Universidad solo me siento seguro con cuatro personas.

Shinoda, al cual conocí hace años, siempre anda viendo por mi bien, su preocupación me hace sentir querido, es una gran persona y gracias a él tengo este gran empleo.

Tsumori que aunque es más directo con lo que quiere, me hace reír con sus típicas bromas y me protege de sus alumnos.

Kaede es un hombre muy serio y misterioso, me agrada su forma de impartir clases y lo apasionado que es con su materia, siento que me identifico con él, aunque su mirada me hace sentir extraño, es algo que...

Nowaki es tan dulce y tierno conmigo, está al pendiente si ya he comido, si me escucha toser siempre me revisa, su mano acaricia la mía, su sonrisa siempre me alegra el día, me ayuda cuando tengo mucho trabajo.

En verdad todos ellos son tan buenos conmigo...

Y ahora Haruhiko, en verdad pensé por un momento que había venido con Akihiko, me ilusione pensando en que así sería, pero creo que debo dejar de pensar en eso. Aun en mi mente sigue la confesión de Haruhiko, es una gran persona pero yo no...

-¿Hiro-san?
-Lo siento Nowaki, me distraje un poco. –admití.
-No pasa nada, -acaricio mi mano con su pulgar- yo estoy tan adherido a ti, en verdad eres tan sorprendente.
-Yo...
-Déjame intentar hacerte feliz, -me tomo del mentón- sé que lo lograré.
-No lo dude Nowaki, -aparte su mano y la sostuve entre las mías- pero no puedo darte una oportunidad cuando amo a otra persona.
-¿Te corresponde?
-No, -susurre- pero necesito olvidarlo si quiero tener una relación, o al menos no pensar tanto en él, quiero ser justo.
-Te ayudare, -se acercó más a mí y sentí su aliento sobre mis labios- permíteme ser yo él que te ayude a olvidarlo.
-Nowaki...
-No digas más Hiro-san, estoy dispuesto a todo con tal de enamorarte.

Sin poder detenerme rodee su cuello con mis brazos y el me beso apasionadamente.

No es que pueda olvidar a Akihiko, solo quiero dejar de pensar en él por un momento, dejar de pensar en un amor que nunca sería correspondido y solo se quedaría en la deriva, solo eso...

Nowaki coloco sus manos en mi cintura y yo las baje hasta su pecho, nos separamos por falta de oxígeno y me miro.

-Me voy a esforzar por enamorarte ya lo verás. –sonrió.
-Aunque tú...
-No me importa si te enamoras de otro, porque no dejaré de amarte, este corazón que está latiendo como un loco te pertenece a ti. –coloco mis manos en su pecho.
-E-Eres tan directo.
-Porque se trata de ti.
-Gracias por acompañarme.
-No tienes que agradecer, -beso mi frente- nos vemos mañana.
-Está bien, cuídate.

Nos despedimos y entré a mi departamento.

Me deje caer en mi cama tratando de dormir y dejar que el sueño alivianara mis penas, si es que se pueden aliviar...

No sé cuánto tiempo seguiré en este país, pueden ser meses o años, dependiendo de lo que determine mi destino, tal vez jamás regrese y me quede a vivir aquí para siempre, aunque me gustaría ver a Akihiko.

Lo extraño tanto.

Sus besos...

Sus caricias...

Sus palabras de cariño cuando me hacía el amor...

¿Amor?

Él, me hacía el amor, lo hacía, nunca tuvimos sexo... no lo era...

¿O sí?

Me siento tan confundido, esto me intriga, pero no quiero averiguarlo...


Lucha Contra el Destino (Akihiko x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora