El chico de los Pollos

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Nuevo mensaje de Jin

J: "Hola Jungkook, soy Jin. Te hablo directamente por aquí para informarte que se realizará una junta en mi casa el día de hoy a las 5 de la tarde. Si te complicas como llegar puedes darme tu dirección y le digo a mi chófer que te vaya a buscar:)"

Habían pasado 3 días desde que me uní al grupo coreano. Hablaban todo el día por el grupo de WhatsApp, son buena onda, graciosos y pasan porno cuando uno lo necesita. Eso no lo hace cualquiera.

Hoy no podía salir a ninguna parte, ni siquiera a comprar pan, me tocaba trabajar a mí. De los 7 días de la semana, trabajo 3. Lunes, jueves y viernes. Justo hoy es viernes.

JK: "lo siento, no podré ir. Hoy es día de trabajo y no puedo faltar, mi madre me mataría, perdón"

J: "está bien, quizá para la próxima. Tampoco vendrá Nam-Joon, solo seremos 4 y la idea es que el grupo esté entero para conocerte. Bueno, sigue trabajando:)"

Guardé el teléfono antes que mi jefa me golpeara por ocuparlo. A veces es muy bruta conmigo, vieja de mierda.

La cosa estaba media lenta, igual me escapo y llego a Vitacura. No sé cómo, pero de alguna forma llegaré aunque sea a perro.

-Jungkook, mesa tres, por favor -dijo mi mamá mientras me lanzaba de una patada- y te apuras.

Trabajo muy duro como un esclavo, esa sin duda era la canción de mi vida.

Una chica rubia y una chica morena esperando a que alguien las atendiera. No se alarmen nenas que ya vengo. Ninguna de las dos tomó en cuenta mi presencia, al parecer estaban muy metidas en la conversación. Para no interrumpir me quedé limpiando otra mesa hasta que estas dejaran de hablar, obviamente mi oído escuchaba todo lo que hablaban.

Me sorprende que ninguna de las dos me haya mirado, no es por ego ni nada parecido, pero a las chicas que me toca atender más de una se me ha quedado viendo y eso es bastante incómodo.

-¿ya has venido aquí antes? -preguntó la morena.

-sí, como unas cinco veces, más o menos. Y la comida, uff, 100/10 -respondió la rubia con entusiasmo.

Qué lindo que considere rica la comida que hacen aquí. Más rico es el mesero que está aquí esperando atenderlas. Ya, Jungkook, relaja el ego.

Me acerqué a las chicas y les sonreí, eso las mata siempre.

-¿ya saben que es lo que quieren? -pregunté.

A tí, bombón ~respondió mi conciencia.

-el menú para dos "b", por favor -me respondió la rubia de inmediato- gracias.

-¿y no quieren brochetas de pollo? -dijo una voz anexa a los tres que estábamos allí.

La voz provino detrás mío. Me di vuelta. Un chico de pelo naranjo se había sumado a la conversación, jamás había visto a este weón en mi vida aunque fuera chino.

-aquí no vendemos brochetas de pollo, señor -dije serio.

Señor po, el weón tenía como mi misma edad.

-lo sé, pero en mi local si -les guiñó el ojo- en la Florida cerca del Mall Plaza Vesp... -lo interrumpí.

-ya vuelvo con su orden, señoritas.

Les sonreí y me llevé a ese tipo lejos de la mesa. ¿Qué mierda quiere y por qué está aquí?

Nos pusimos tras los biombos en un punto ciego en dónde ni los clientes ni mi mamá podían vernos. Así puedo golpearlo por promocionar su local de comida, queriendo chantajear a nuestros clientes para que vayan al suyo. Maldita basura.

te necesito waxo • JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora