te necesito waxo • JiKook

Está enfermo

{jungkook}

Ayer nos llamó el señor Park diciendo que Jimin había vuelto a casa. Me dejó muy tranquilo saber que estaba allí. Le envié un par de mensajes preguntándole como había sido el recibimiento, pero no se conectaba desde la última vez que hablamos.

Mamá me había despertado muy temprano esa mañana. Al parecer a los Park se quedaron sin provisiones de arroz y como mi papá estaba ocupado tuve que ir yo.

Al principio me negué por absoluto porque puta, que paja, aparte tendría que ir en micro. Pero después recordé que podría ver a Jimin y se me pasó la paja. Nah, la paja siempre está.

Iba con dos bolsas inmensas de arroz y otras weas. Me demoré caleta en bajar de la micro, una señora casi me golpea para que me apurara.

Al menos no me demoré tanto en llegar al local de las brochetas de pollo. El señor Park estaba esperándome en la entrada del negocio, esperé ver a Jimin, pero nah de nah.

-así que llegó su hijo, eh -dije mientras lo ayudaba a vaciar las bolsas del arroz.

-pues si -dijo cortante.

-¿y él está aquí? -asintió- ¿puedo verlo? digo, todos estábamos muy preocupados por él y me gustaría poder verlo.

Él no respondió, siguió con lo de las bolsas. ¿Qué weá?

-él está enfermo -respondió al fin- tu padre no me perdonaría si llegas en esas condiciones a tu casa

-¿qué le pasó? ¿qué tiene?

-¿siempre eres así de entrometido? -bufó y me miró enojado- sabes, Jeon Jungkook, yo termino con la otra bolsa.

Me empujó hacia la salida de la cocina. Al parecer tenía clientes, estaba dispuesto a formar un espectáculo si no me dejaba ver a Jimin.

-gracias por traer las cosas, joven Jeon -dijo mientras cerraba la puerta de la cocina- mándale saludos a tus padres.

Antes de que cerrara por completo la purta puse mi pie. Él empujó con fuerza, pero me resistí el dolor.

-quiero ver a Jimin -dije con una sonrisa falsa.

-ya te dije, niñito, está enfermo.

-me importa un pico que esté enfermo quiero verlo -subí el tono de voz.

Rápido la gente se daba vuelta hacia dónde estaba yo forcejeando la puerta, luchando contra el papá de Jimin.

-mira pendejo, mejor sale si no quieres tener más problemas con tu papá -bufó el señor Park.

¿Realmente me importaba tener problemas con papá?

-¡QUIERO VER A JIMIM! -grité.

Todos me miraron, incluso los clientes que estaban afuera esperando las brochetas de pollo.

De una puerta salió la señora Park, se acercó rápidamente hacia dónde estábamos los dos contrincantes. Si ella me decía que Jimin si estaba enfermo me iría. No le creo nada a ese caballero, tiene pura cara de viejo culiao.

-Joven Jeon, ¿qué hace aquí? -preguntó la mamá de Jimin acariciando mi cabeza.

-vino a entregar las provisiones, mujer. Pero ya se iba -se metió el señor Park.

-¿puedo ver a Jimin? -pregunté.

-por supuesto -me sonrió- te llevaré a su habitación.

Su sonrisa era igual a la de Jimin, solo que esta tenía más aspectos femeninos y un poco de arrugas.