te necesito waxo • JiKook

Todos los que pasan por aquí terminan llorando

{Jungkook}

Toqué la puerta tres veces. Me convencí toda la noche de que podía hacerlo, pero ahora al estar parado frente la puerta me quería hacer valer verga de inmediato.

La puerta se abrió lentamente, aún hay tiempo para escapar ¿no? Hago un "rin rin raja" y salgo corriendo.

-Jeon Jungkook -su voz fue dura como de costumbre- no necesitamos provisiones y mi hijo no está, tampoco podría salir contigo... ¿A qué viniste?

Había algo más allá de mí que con verle la cara me daban ganas de golpearlo hasta dejarlo inconsciente por maricón y desgraciado. Agarrenme que lo mato.

-en realidad... -no tartamude, pero si me temblaban las piernas- vine para hablar con usted, señor Park.

-¿conmigo? -rió irónico- ¿de qué se trata, niñito?

-¿podemos hablar afuera?

-¿afuera? -abrió la puerta hasta atrás para que pasara- adentro es más cómodo, Jeon Jungkook.

Entré. Intentaré caerle en gracia para que pueda ceder a la propuesta que le haré, sé que me mandará a la mierda, pero bueno. No pierdo nada con intentarlo.

Me llevó a su oficina y cerró la puerta con llave. Al parecer aquí es dónde administra todo el restaurante. Repisas llenas de papeles y archivos.

Se sentó en la silla de oficina de cuero, yo estaba frente a él en la otra silla. Tengo más miedo que cuando me asaltaron los Brayan's.

-¿sabes que es lo bueno de esta habitación? -preguntó el señor Park mientras fingía una sonrisa- todos los que pasan por aquí terminan llorando.

Tragué saliva. Por un momento olvidé todo; porque vine, lo que le iba a decir al papá de Jimin, incluso olvidé mi nombre.

Ya Jungkook, él solo te está amenazando para que te alejes de Jimin, pero no lo conseguirá.

-¿Quieres algún té, café, agua... algo? -me ofreció, pero lo negué rotundamente.

-Solo quiero hablar con usted -dije serio.

-bien, Jeon Jungkook ¿de qué quieres hablar? -sonrió.

Por alguna razón el señor Park me hacía recordar a Negan de The Walking Dead. Tenía cierto carisma, pero eso no le quitaba el hecho de ser un hijo de puta, claro que este weón es peor que Negan.

-¿Por qué no le agrado? -tomé aire- digo, ¿por qué le molesta tanto que esté con Jimin?

Se tardó un rato en formular alguna respuesta. ¿Estará creando alguna mentir para decir indirectamente que no le agrado?

-eres una distracción para Jimin -dijo sin darse tantas vueltas- mira, no soy estúpido... sé que ustedes hablan de vez en cuando. Estás distrayendo a mi hijo de lo que de verdad importa.

-¿los negocios? -bufé- eso es a lo que usted le importa, ¿pero a Jimin? ¿le ha preguntado lo que le importa a él?

-Mira, Jeon Jungkook -suspiró- si viniste aquí porque Jimin te lloró la carta de que me convencieras a hacer algo, te equivocas.

-Jimin no sabe que estoy aquí.

Se puso de pie y fue por una botella de Whisky y un vaso con hielo. Se sirvió un vaso y se lo empinó mientras sonreía malévolamente.

-¿Qué quieres, niño? -se sirvió otro vaso.

-hacerlo entrar en razón de una vez por todas -levanté la voz- ¿Se ha preguntado si él es feliz?

-no tendría razones para no serlo, tiene una familia, casa, trabajo, comida, ropas para vestir.

-¿Una familia? -levanté la ceja.

Si continúo podrían pasar dos cosas; 1) Hago que el señor Park entre en razón por las malas sacando el tema de Seung. 2) Que me mande a la conchetumare por hablar de su hijo muerto. Weno, aquí voy.

-¿Qué pasó con su otro hijo? el mayor.

Esa sonrisa que llevaba desapareció rápidamente reemplazandose con un ceño fruncido permanente.

-¿Jimin te conto, verdad? -apretó la mandíbula.

-conocí a sus hijos cuándo tenía como 8 años... volviendo a lo de antes ¿qué pasó con él?

-no es de tu incumbencia.

Ya llevaba como 4 vasos de whisky en menos de 10 minutos. Bueno, hay que meter el dedo en la herida para que sangre.

-solo digamos que no siguió mis reglas... -dijo el señor Park mirándome con odio.

-¿y qué hizo? ¿lo echó de la casa por no querer seguir el negocio familiar? -reí irónico- ¿o acaso lo mató? Por lo que sabía también le gustaba el arte de bailar, así como Jimin.

Tiró el vaso que le quedaba un poco de Whisky directo al suelo. Los vidrios se desparramaron por todas partes. Ya veía que me golpeaba.

Cualquier cosa apreto cachete y salgo echo un peo fuera de esta habitación. Oh verdad, le puso llave el maldito bastardo.

-¡NINGUNO DE MIS HIJOS SERÁ MARICA, MUCHO MENOS UN BAILARÍN! -me gritó.

-¿Qué problema tiene con eso? -me puse de pie y levanté la voz- sin importar la decisión que tomen los hijos los padres deben apoyarlos con tal de que sea feliz con lo que hace.

-como dije anteriormente -me tomó de la polera- Jimin no será bailarín... ya tengo suficiente con que sea gay... agh, bueno. Te informo que él es gay por si no sabías.

-¿Al menos lo ha visto bailar? -lo empujé para que me soltara- ¡no, claro que no! TODA SU PUTA VIDA EN UN NEGOCIO DE MIERDA PERDIÉNDOSE TODA LA VIDA DE SUS DOS HIJOS, INCULCANDOLOS A ALGO QUE NO LES GUSTA -grité en su cara.

El señor Park me pegó un puñetazo en la nariz tan fuerte que me hizo caer al suelo y sangrar de inmediato.

-¿La verdad duele, cierto? -dije apenas por el golpe- ¿también matará a Jimin por no querer seguir el camino del negocio? ¿lo matará como también mató a su otro hijo?

Tomó la botella de Whisky y hizo mierda en el suelo cuándo intentó tirarmela en la cara. Al menos fui más rápido que él.

-¡ANDATE DE MI CASA, CONCHETUMARE! -me gritó mientras le salían un par de lágrimas- y no te asomes más por aquí ¿me escuchaste, weón?

Se apoyó en la mesa y cubrió su cara mientras lo sentía llorar.

-un padre siempre tiene que actuar como uno -me puse de pie con cuidado para no pisar los vidrios del suelo- dándole apoyo a su hijo sin importar qué... sin importar lo que quiera hacer y sin importar su condición sexual.

Tomó la corchetera y me la lanzó, lástima que no atinó.

-solo vine a hablar de esto... abra los ojos, señor Park. Debe ser difícil para Jimin vivir con dos padres homofóbicos que para variar uno lo golpea sin razón alguna... ¿le hacía lo mismo a su otro hijo? qué lástima... me dolería en el alma ver el cuerpo muerto de Jimin.

-¡DIJE QUE TE FUERAS! -gritó más fuerte que la última vez mientras seguía llorando.

-¡Alegrece, señor Park! -dije mientras sacaba el seguro de la puerta y la abría- tenía razón en algo... todos los que pasan por aquí terminan llorando, ahora le tocó a usted.

Salí de la habitación y cerré la habitación. Sentí como los gritos de rabia se apoderaban de la habitación, junto a eso el estruendo de cosas rompiéndose y cayendo al suelo.

¿La cagué? Sí, es lo más probable. No me importa si me termina odiando más que antes por esto, con el hecho de que deje que Jimin sea feliz me basta y sobra.

-¿Hay alguien allá abajo? -escuché la voz de Jimin desde las escaleras.

Casi volé para que no me viera allí hablando con su papá, aparte mi nariz no paraba de sangrar. Eso hubiera sido otro problema entre Jimin y su papá, es lo que  menos quiero ahora.