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021♡ Charla de mejores amigos

Zayn POV's

La música seguía sonando. Ella y yo nos encontrábamos en aquella habitación, las horas pasaban pero a ninguno nos importaba, esa situación era demasiado placentera. Acariciaba su cabello mientras ella seguía recostada en mi pecho, acariciándolo. El silencio de vez en cuando se hacía presente pero al parecer a ninguno nos importaba. Cuanto disfrutaba de esto.

-Por Dios, ¿Ya viste la hora?-Habló ella-.

-No, ¿Qué hora es?

-Las doce en punto-Sonrió-.

Y pensar que había llegado a las nueve. Sentí como ella se empezaba a levantar de donde estaba y comenzaba a buscar su ropa. Bonita vista la que tenía.

-¿Te he dicho que tienes un cuerpo perfecto?

La miré y noté una sonrisa aparecer en su rostro al mismo tiempo que sus mejillas tomaban un color rojo. Se veía tan tierna así.

-Ven aquí nena-Hablé y ella no mostró negación-.

Se acercó a mí para volver a la misma posición que nos encontrábamos minutos antes.

-Zayn para.

-¿Qué ocurre?

-Tengo que llegar a mi casa y mi auto está en servicio.

-Eso no es problema alguno, yo te puedo llevar.

-¿De verdad?-Su voz se llenó de alegría-.

-De verdad, pero quédate más tiempo conmigo, ¿Si?

Ella no dijo nada y se acercó a mis labios para besarlos nuevamente, había perdido la cuenta de cuantas veces nos habíamos besado desde que llegué, pero era lo que menos importaba en estos momentos.

Sus labios se sentían tan delicados sobre los míos, era una sensación tan dulce, no recuerdo haber sentido algo así, ni siquiera sé cómo se sentía. No hasta ahora. Profundicé el beso y la tomé de la cintura para ponerla arriba de mí, acariciando su cabello, su espalda, su cintura. El beso se tornó más salvaje cuando ella introdujo su lengua que enseguida fue acompañada por la mía. Era un sabor perfecto, se movían al ritmo, como si estuvieran coordinadas. El aire nos comenzó a hacer falta y nos separamos lentamente. Quería más de ella.

Su respiración agitada, al igual que la mía, iba a hablar pero sentí sus labios sobre mi cuello, subiendo hasta mi oreja, mordiendo el lóbulo de esta, provocándome uno de esos gemidos que suenan más bien como una bestia.

-Nena-Hablé con la poca fuerza que me quedaba-.

-¿Qué ocurre?-Me miró, sus ojos azules estaban más oscuros, llenos de lujuria-.

No sabía que decirle, la excitación se apoderó de mi cuerpo y de mi mente. Lo único que hice fue aferrarla más a mí, para dejar que ella hiciera lo que estaba haciendo anteriormente. Lo hacía con tanta pasión.

-Mi turno-Hablé con la respiración entrecortada y le di la vuelta-.

Comencé a besarle el cuello, dejando un camino de besos, recorriendo sus pechos, su abdomen, hasta llegar a mi destino mientras finos gemidos fluían de su garganta. Hasta que escuché como tocaban la puerta con cierta fuerza. Casi tirándola. Miré a Juliette y esta solo soltó un ligero sonido que pareció más un quejido. Ambos comenzamos a buscar nuestra ropa mientras la puerta era golpeada con más agresividad.

-¿Quién?-Habló Juliette mientras se vestía-.

-¿No piensas salir de ahí acaso?-Vi como ella ponía los ojos en blanco al saber de quien se trataba, claramente ambos conocíamos esa voz-.