La música resuena en mis oídos y casi todo el vecindario. Ya dentro, pierdo completamente de vista a mi mejor amiga.
Genial, ahora estoy sola.
Trato de encontrar a Castiel pero es imposible con todo el lío de cuerpos bailando.
Quiero y planeo disfrutar, así que me decido por ir a tomar un trago.
-Una cerveza, por favor.-Pido amablemente al hombre que se maneja en la barra.
Me bebo la mitad en menos de dos minutos, y una vez terminada, me dispongo a bailar.
Estoy siendo un poco aplastada por mucha gente por lo que decido subir a un sillón que y tener más espacio.
Pero una cara me parece conocida...
No puede ser.