Sin dejar de trazar sus dedos de arriba a abajo. siento su respiración caliente en mi cintura con su rostro casi pegado a esta mientras me hace las caricias con los ojos cerrados, disfrutando del tacto, y su otra mano reposa bajo su cabeza.
A los minutos, ambos caemos en un sueño profundo.
Una de la mejores tardes de mi vida.
Calum hace que me sienta protegida, segura y bien, muy bien. Es como si esta burbuja que se está formando entre nosotros es cada vez más resistente a la mierda del mundo y las personas.
Me agrada esa idea.