En unos segundos, mi espalda se acomoda, acompañada de una oscura mirada.
-¿Qué están haciendo aquí?-Vacilo mientras mantengo la atención de cada movimiento.
-Pues, nos enteramos que hoy te dan tus calificaciones y queríamos venir a ver a nuestra hija-comienza a decir mi madre, con una sonrisa poco creíble,-¿hay algún problema con ello?-Se acerca cada vez más pero yo me alejo a medida que avanza.
-Sí que hay un problema. Ustedes son el problema. Tú, mamá, quieres que sea como ustedes y, papá, tampoco te quedas atrás. Deben entender que soy diferente, no quiero ser la mujer perfecta o un intento de eso, no me dejan ser quien soy. Además, ¡ni siquiera quieren que elija la universidad que quería ir! ¡Quieren que sea una mierda de persona, porque ¡demonios! eso es lo que son! Me tratan como si fuera una niña ingenua que no se da cuenta que su madre y padre son unos abusivos psicópatas. No pertenezco a esta familia y lo saben, sin importar que mi genética diga lo contrario-y sin decir unas palabras más, me levanto con el propósito de irme pero choco rápidamente con el cuerpo de un chica.
Y para mi sorpresa, está de la mano con Calum.
Tiene que ser una jodida broma.