Seguimos agachados mientras miramos a los hermosos perritos del lugar. Siento su mirada clavada en mí.
-Debes usar ese short más seguido. Aunque todo te queda bien, especialmente mis remeras.-Sonríe mientras hace un recorrido desde mi pierna hasta mi cintura con su mano y aprieta esta suavemente. Muerdo mi labio inferior y, en forma juguetona, doy vuelta los ojos.
-Estoy segura de que prefieres que no lleve nada puesto.-Digo riendo. Se hace el pensativo para luego asentir.
-Es como si leyeras mi mente.
Minutos después, nos dedicamos a acariciar, abrazar y mirar a todos los perros. Quiero llevarme a todos y darles mucho amor con comida incluida. Son muy hermosos y veo que Calum tiene la misma cara de aprecio hacia ellos que yo.
Cuando comienza a ser tarde, Cal me toma de la mano y me dice un simple:-Sígueme.
Hacemos unos cuantos minutos de caminata y cuando me doy cuenta estamos en uno de mis lugares favoritos en el mundo: la playa.