Los rumores corrieron más rápido de lo que esperaba.
Todavía estoy destrozada, tengo ojeras gigantes, cabello despeinado y baje como unos cinco kilos.
Es como el segundo mes después de lo sucedido, pero aún duele, muchísimo.
Unos brazos me rodean por detrás la cintura, abrazandome.
-Brooke, ¿noche de películas de terror y comedia? Con helado, claro. En tu casa-pregunta emocionado Calum, con quien formé una buena amistad ya que me apoyó y me sigue apoyando constantemente.
-No lo sé...yo-
-Vamos, Brooke. Es la tercera vez que te niegas. Quiero pasar tiempo contigo.
Suspiro levemente y en un intento de sonrisa agrego:-está bien, Cal.