-_____(comoporongatellames) -dijo Calum, dándose vuelta en la camilla con cara de sorprendido.
-Hola -le respondí-. Estás bien?
-Sí, con un poco de dolor pero bien.
-Que bueno.
Le sonreí como pude y me senté al costado, acariciándole la cara. Se había dado cuenta que pasaba algo, tenía esa cara de preocupado que ponía cuando se imaginaba que me había mandado una cagada. Igual no es que me mandara cagadas muy seguido. Bueno capaz sí. Me dijo que le dolía el culo de estar en la misma posición, entonces se acomodó como pudo y me miró de arriba a abajo como mil veces.
-Dale decime.
-Qué cosa? -lo miré haciéndome la boluda.
-Fuiste la última en entrar y tenés los ojos hinchados porque hace un rato estabas llorando.
-Como sabés?
-Y no sé, capaz porque soy tu novio y lloras dos veces por semana más o menos. Y después me llamás, me decís que sos una pelotuda, te llevo una taza de café y te digo que vas a estar bien.
-Bueno, sí -me largué a llorar y me soné los mocos con la remera-. Es que soy una pelotuda.
-Te traería la taza de café pero tengo miedo de que se me salga la pierna si me paro.
-Calum.
-Decime.
-Ya sé que vas a pensar que soy la peor persona del mundo y que no te mereces que te hagan esto, y no espero que me perdones ni que sigas estando conmigo porque sé que no lo vas a hacer, pero te pido que me escuches hasta el final y que sepas que sos lo mejor que tengo.
Le expliqué todo bastante despacio para que él procesara todo y bastante rápido para que no se me cortaran las palabras. Miró la pared y abrió la boca, pero no dijo nada y la volvió a cerrar. Era como si hubiera abierto la heladera y se diera cuenta que alguien se había tomado todo el helado, o como si le estuviera chorreando el bife y se acordara del precio de los tampones. Me agarró la mano pero la soltó rápido como si lo estuviera quemando y me pidió que saliera con la poca voz que le quedaba.
