Capítulo 26

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(Maratón 8/10)

-Estás preparada? -me preguntó Michael

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-Estás preparada? -me preguntó Michael.

-No.

-Qué lástima. Dale, vos podés.

Se pusieron todos en sus lugares porque tenía que ser "casual". Me até la remera y me acerqué a las rejas, tratando de poner una pose seductora y fallando en el intento ahre.

-Fabri.

-Sí?

-Podés venir un segundo?

-Voy -dijo, mirando el celular, y después me vió-. Qué estás haciendo?

-Yo? Nada -le respondí, mordiéndome el dedo.

-_____(comoporongatellames), por favor.

-Decime _____(comoporonguitatellames).

-No.

-Ay buenoo jajajajaj escuchame.

-Decime.

-Te tengo que confesar algo.

-Te escucho.

-Nada, que estás re bueno.

-Ya sé.

-No vas a decir nada más?

-No.

-Bueno y no sé, capaz podríamos hablar.

-Estamos hablando.

-Fabri xfabor.

-Decime qué es lo que querés y ponete la remera por favor.

Me quedé callada, pensando, y me di cuenta que no servía para chamuyar y que aparentemente mi plan no funcaba. Miré a los chicos disimuladamente y todos me hacían señas que no entendía, hasta que vi a Pedro señalándose las pelotas y después la boca. Me tenían que estar jodiendo.

-Y si te digo que tengo una propuesta indecente?

-Quién sos Romeo Santos.

-Te hago un pete.

Me miró serio un rato, negó con la cabeza, miró alrededor y abrió la puertita. Salí, me agarró de la mano y me llevó hasta el escritorio. Miré desesperada para todos lados hasta que vi una copia de las llaves al lado de unos folios y una pila de papeles.

-Esperá.

-Qué pasa? -me preguntó.

-No tenés ganas de mear antes?

-No, estoy bien.

-Seguro?

-Sí.

-Segurísimo?

-Bueno, capaz un poco.

-Te espero acá.

-No hagas nada eh.

-Obvio que no.

Apenas entró a su "baño privado", agarré las llaves y corrí hasta donde estaban los chicos. Se acercaron todos y me empezaron a putear porque ya había pobrado abrir con cinco llaves y no servía ninguna, hasta que la encontré y salieron todos. También dejé salir a Pedro, pobrecito, lo quería un poquito.

-Qué están haciendo? -preguntó Fabricio desde atrás.

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