Capítulo 16

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—Che, ya que estás acá, me cuidás un toque a mi hermano? —me preguntó Juan, saliendo de la casa. MENOS MAL QUE SALIÓ, PENSÉ QUE IBA A TENER QUE IR A LA ESCUELA CON UNA BOLSA DE PAPEL MADERA EN LA CABEZA PARA QUE NO SE ASUSTahre.

—No —dijo Ashton.

—Sí, lo pasás a buscar por casa? —dije.

—Mejor me lo dejás en la puerta del supermercado chino, yo lo agarro, no te hagas drama.

Fuimos caminando en silencio hasta mi casa y, apenas entramos, el pibito agarró confianza, que se yo.

—Tenés chocolatada?

—Sí —le dije.

—Y galletitas?

—También.

—Y jugo?

—Te dan de comer en tu casa?

—Sí, pero mi hermano se come toda mi comida porque es un gordo.

—Ah.

—La cONCHA DE LA LORA —dijo Calum.

—No te habías ido? —le pregunté.

—No.

—Ah.

—La cONCHA DE LA LORA.

—Que te pasa boludo.

—Me di el dedito contra el mueble.

—Pero tenés las zapatillas puestas.

—Pero...

—Qué es concha? —nos preguntó el pibito.

—Tomá la chocolatada, me voy un segundo al baño —le dije, subiendo las escaleras.

—Naaaa, joda joda. Ya sé lo que es.

—Cuántos años tenés? —le preguntó Calum.

—7.

—Ah. Yo también me voy un segundo, tengo que ayudar a _____(comoporongatellames) a limpiarse el culo. Es que no llega.

BoludaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora