[Niall Horan]
El vuelo que nos llevaría a Londres salía bastante temprano y con temprano quiero decir que llegamos al hotel con el tiempo justo para ducharnos y terminar de hacer las maletas, eran solo las siete de la mañana y ya estábamos en las furgonetas. En la furgoneta en la que yo iba había seis asientos más los dos de alante, Andy iba conduciendo y Zayn con él delante, en el medio íbamos Liam, Mónica y yo, y atrás Louis, Harry y Bea.
Ni siquiera nos habíamos molestado en ponernos ropa medianamente decente, de hecho Louis iba con los pantalones del pijama y los demás, excepto Mónica y Bea que iban con vaqueros, íbamos en chándal. Ninguno hablaba mucho, se notaba el cansancio que había dejado la fiesta de ayer. Al parecer Harry y Bea arreglaron las cosas ya que ella iba dormida apoyada en él y él no soltaba su mano.
Noté los labios de Mónica en mi mejilla y sonreí al mirarla, ella me miraba medio dormida, con los ojos medio cerrados en una expresión que la hacía adorable.
-duerme -dije- te despierto cuando lleguemos al aeropuerto
-prefiero dormir en el avión...
-como quieras -le di un pequeño beso y la abracé por lo hombros, poco después estaba dormida-
Tardamos unos quince minutos, incluso menos, en llegar al JFK, desperté a Mónica y escuché como Harry despertaba a Bea quien a su vez despertaba a Louis quien despertó a Liam, que estaba delante, con una colleja. Al bajarnos sacamos las maletas y entramos en el aeropuerto, había algunas fans pero Andy, Paul y Preston nos metieron prisa porque íbamos un poco atrasados.
A pesar del supuesto “retraso” que supuestamente llevábamos, al entrar en la zona de embarque nos dijeron que aún quedaban casi dos horas así que, en lugar de dar vueltas por el aeropuerto, nos fuimos a desayunar.
-¿Mónica? -Escuché una voz diciendo el nombre de mi novia y me di la vuelta para ver a un tío alto, de pelo castaño claro y ojos verdiazules-
-¿Ian? -El susodicho asintió- ¡¡¡IAN!!!
Mónica se levantó de golpe y se tiró, literalmente, a los brazos de ese tío, ¿quién coño era y de qué mierda se conocían? Sí, mis celos aparecían de forma rápida. Miré con el ceño fruncido la escena. Noté unos toques en el brazo y miré a Bea.
-es uno de sus mejores amigos -me explicó- fueron juntos al instituto
-¿tuvieron algo? -Ella rió- no le veo lo gracioso
-no sé si llegaron a tener “algo” -dijo haciendo las comillas con los dedos- pero...algo pasó
-chicos -escuché a Mónica- él es Ian, un amigo, Ian, ellos son...todos -sonrió y posó sus ojos en mi, yo aparté la mirada- ¿quieres desayunar?
-claro -se sentó con nosotros, justo al lado de Mónica- y ¿qué? ¿Volvéis a Londres?
-sí -dijo Mónica- después hay otra gira por U.K pero...primero un descanso
-lo necesitáis me imagino
-la verdad es que sí -contestó Liam- llevamos unos días libres aquí pero aún así...necesitamos volver a casa
-he oído que el concierto fue increíble, enhorabuena -todos excepto yo contestaron con un “gracias”-
No hablé en todo el desayuno, Mónica me miraba y me acariciaba el pelo, la pierna, la mano, lo que fuera, pero tampoco me dijo nada, ¿qué iba a decirme? Estaba ocupada hablando con su querido amigo.
-bueno chicos, ha sido un placer -dijo Nian o Ian o como se llamase- tengo que irme, mi vuelo sale en media hora
-qué suerte... -dijo Bea- a nosotros nos queda una eternidad