CAPITULO 30
[Louis Tomlinson]
Cuando entré de nuevo en el salón todo lo que vi fue a Bea corriendo hacia su habitación y a Harry mirándola confundido y siguiéndola, ¿ahora qué? Fui hacia Alba quien estaba con Mónica y le pasé un brazo por la cintura dándole un beso en la cabeza. Ella me sonrió dándome un beso en la mejilla.
-¿qué ha pasado? -Pregunté-
-no tenemos ni idea...de repente he escuchado un “¿qué?” de Bea y al segundo siguiente estaba yendo a su habitación -fruncí un poco el ceño-
-como se pongan a pelear me los cargo -dijo Mónica-
-esperemos que no... -murmuré-
Seguimos hablando durante un rato y de repente Harry salió de la habitación de Bea dando un portazo y, a continuación, de la casa dando otro. Nos quedamos en silencio mirándonos unos a otros. Suspiré y le di un beso a Alba, dejé el vaso en la mesa y corrí detrás de mi mejor amigo. Afortunadamente le pillé saliendo del portal.
-¡Harry! -Corrí hacia él y le paré- ¿qué ha pasado?
-¡que soy un puto momento de debilidad! -Gritó de repente. Fruncí el ceño-
-¿cómo?
-nada, déjalo. Ya te contaré, quiero estar solo
Sin dejarme decir nada más se dio la vuelta y siguió hasta su coche. Miré hacia el cielo suspirando con frustración, ¿por qué no podía ser todo un poquito más fácil? Volví al piso y todos me miraron, todos excepto Bea que no estaba y Damon que supuse que estaba con ella.
-¿y bien? -Liam preguntó. Me encogí de hombros- ¿no has hablado con él?
-lo he intentado pero ha dicho que quería estar solo y que ya me contaría...
Todos asintieron y siguieron con sus conversaciones pero a mi se me habían quitado las ganas de fiesta, el único motivo por el que me quedaba era por llevar a Alba a casa más tarde. Me salí al balcón y me apoyé contra el muro. Me mataba ver a mi mejor amigo así, no era él, echaba de menos al Harry que no para de reír y bromear, sus chistes malos y su sonrisa de imbécil cuando nombrábamos a Bea. Parecía que nada de eso quedaba en él y realmente lo echaba de menos.
Noté unas pequeñas manos rodeándome la cintura suavemente y sonreí cuando sentí un beso en mi espalda. Me giré y me encontré con Alba.
-no me gusta verte solo -dijo sonriendo un poco-
-solo estoy preocupado por Harry -dije-
-lo entiendo... -suspiré y la abracé, apoyando la barbilla en su cabeza-
-eres una enana -rió un poco y me miró- es verdad
-que gracioso -dijo sarcástica a lo que la abracé de nuevo-
-me gusta que lo seas -me miró sonriendo- no sé, es como que siente que te protejo
Sonrió un poco más y se puso de puntillas para rozar sus labios con los mío, sonreí y me incliné para poder besarla en condiciones, pasando ambos brazos por su cintura y ella los suyos por mi cuello. Rompí el beso poco después y le di un beso en la frente.