CAPITULO 53
[Alba]
Después de unos largos veinticinco minutos, me bajé en la parada de Oxford Circus. Salí del vagón y miré alrededor, observando cada uno se los símbolos del metro con el nombre de la estación hasta que, en uno de ellos, vi una cartulina naranja pegada. Este niño era tonto, ¿Cómo se le ocurría poner una cartulina naranja sobre un fondo rojo? Estas cosas con Cris no pasan.
Cogí la cartulina que llevaba mi nombre y la desdoblé para leer la siguiente pista: “enhorabuena estudiante ;) estás un paso más cerca de tu sorpresa. Lo estás haciendo genial. Atenta: Coge el río hasta la parada más verde y busca debajo de tu culo.”
¿Debajo de mi culo? ¿Verde? Zayn estaba mal de la cabeza, era la única explicación que le encontraba a todo este paripé que había montado. Aunque si, me encantaba que hubiera puesto tanta dedicación en ello. Dado que, al parecer, tenía que hacer trasbordo fui directamente a la línea Victoria porque era la única azul, como el agua de un río, y volví a mirar el mapa. Algo verde… ¿Green Park?
Justo entonces escuché el sonido del tren viniendo y, cuando me giré, vi que era justo el que llevaba a Green Park. Miré el mapa una vez más para ver qué era lo único que tenía algo de sentido y entré en el vagón con rapidez. Estaba loco, de remate, para manicomio, pero le quería más de lo que me gustaría admitir.
[Bea]
Me encantaban los chicos de Five Seconds of Summer. Me alegraba de que Niall y Louis hubieran decidido darles una oportunidad porque, además, su música era genial y estaba segura de que tendrían éxito.
Desde el momento en el que llegamos al O2 me hicieron olvidar todo el drama que tenía montado en la cabeza. Calum era adorable, aunque se notaba que era el tipo de chico que se mantiene escondido en las sombras pero, en realidad, es un peligro para la sociedad; Michael estaba como una cabra, nunca había conocido a alguien a quien le gustasen tanto los Pokémon; Luke era simplemente adorable: a primera vista me había parecido el más extrovertido de todos pero era todo lo contrario, era muy tímido pero divertido. Eso, sumado a esos ojazos azules, me hacía saber que no le era difícil conseguir chicas; por último, estaba Ashton con quien había congeniado desde el principio. Le había dicho que me encantaba la batería y, desde ese momento, él mismo se había puesto el título de mi profesor particular durante todo el Tour.
El ambiente estaba relajado; ellos le decían a mi madre como querían el pelo mientras ella hacía algunos arreglos rápidos en su vestuario. Arreglos que, en su mayoría, consistían en romper una camiseta o una manga solo para que quedase más “rockero”. Lo peor es que funcionaba.
Pero todo ese buen rollo se fue por el desagüe cuando la puerta se abrió y Harry entró de golpe… ¿Qué coño hacía él aquí en su día libre? La habitación se sumió en un silencio sepulcral que solo me ponía más y más nerviosa. No entendía qué hacía aquí la verdad.
-hola –dijo finalmente-
-¡qué sorpresa! –Dijo Mike levantándose, siendo así el primero en saludarle. Después de que todos le saludaran, excepto yo, entró y cerró la puerta haciendo que me tensase aún más-
-¿y qué te trae por aquí? –Preguntó mi madre mirándome de reojo-
-me aburría y quería ver a los chicos ensayar –dijo rápidamente-
Me mordí el labio inferior y miré hacia otro lado. Necesitaba salir de aquí lo más rápido posible. No podía quedarme en el mismo sitio que él durante todo el día y salir ilesa.
