[Mónica]
Bea me contó esa misma noche, cuando ya estábamos en el hotel, lo que había pasado con Harry, cuando me dijo lo del beso me quedé flipando y tardé un poco en asimilarlo pero cuando me dijo que después le había metido un guantazo no pude evitar echarle la bronca pero eso no sirvió de nada.
No se volvieron a hablar en el resto de la semana, fuimos a hacer surf, de compras, al cine, conocimos muchas partes de la ciudad pero ellos dos no se hablaban, bueno...sí que lo hacían, solo cuando Lou estaba delante, en ese momento se convertían en los dos mejores amigos del mundo pero en cuanto la madre de Bea se daba la vuelta...volvían a comportarse como siempre.
Por el contrario, en contraposición a la “relación” de Bea y Harry, estábamos Niall y yo, había cambiado y no precisamente para mal. Me trataba como una princesa y me encantaba, estaba siempre atento a mí, sí me veía sola o un poco seria al segundo lo tenía dándome un abrazo. La cosa no había pasado del casi beso de aquella noche en mi habitación pero...la verdad es que algo me decía que pronto pasaría algo más. Todas las noches pasaba por mi habitación solo para decirme buenas noches y los minutos anteriores a un concierto los pasábamos él y yo, apartados de los demás, a veces hablando y a veces solo abrazados hasta que les tocaba salir. Estaba en una nube.
Después de Australia nos fuimos a EEUU y aunque echaba de menos a mi familia, las ganas de ir a EEUU eran aún mayores. Lo siento mamá. El vuelo era de madrugada así que lo pasamos en su gran mayoría durmiendo, cuando llegamos eran las 6 de la mañana...en Sidney, en S. Francisco eran las doce del mediodía y lo único que yo quería hacer era dormir.
Al llegar al hotel nos dieron las habitaciones, esta vez eran compartidas y, obviamente, me puse con Bea. Las dos estábamos igual de muertas así que cuando llegamos a la habitación nos tiramos en nuestras camas, eso sí...primero vimos toda la habitación que no estaba nada mal, pero no conseguimos quedarnos dormidas por culpa de que alguien empezó a llamar a la puerta.
-abre tú... -le dije a Bea-
-no pienso levantarme -dijo poniéndose boca abajo y tapándose con la almohada-
-pues que les den... -dije cerrando otra vez los ojos-
-¡¡MÓNICA, BEA!! ¿PODÉIS ABRIR? -Abrí de nuevo los ojos al escuchar la voz de Niall al otro lado de la puerta-
-creo que si que te vas a levantar... -dijo la voz de Bea amortiguada bajo la almohada-
-vete a donde yo te diga -dije mientras me levantaba-
-¿a dormir? Encantada...
Solté el aire en una carcajada antes de abrir la puerta y encontrarme con Niall y Liam, éste último entró dándome un abrazo y salió diez segundos después con Bea, pataleando, en brazos. Cuando se dejaron de escuchar sus gritos Niall entró y cerró la puerta.
-estoy demasiado dormida como para asimilar eso... -él rió-
-digamos que es una forma sutil de dejarnos solos -sonreí-
-¿sutil? -Se encogió de hombros- pues...no es que no me apetezca estar contigo pero estoy muerta sueño...la fiesta de ayer me dejó para el arrastre y quería dormir...de verdad que lo necesito
-¿quién te lo impide? Tú duerme pero yo me quedo contigo -sonreí-
Me cogió de la mano y me llevó de nuevo a la cama, él se sentó y tiró de mí hasta que quedamos tumbados uno al lado del otro, mirándonos. Como siempre, noté como me iba poniendo roja, él sonrió y me acarició la mejilla haciendo que yo cerrase los ojos. Su mano bajó hasta mi cintura pegándome más a él, me besó en la frente y me abrazó, poco después caí profundamente dormida.
