CAPITULO 49
[Harry Styles]
Esto no podía estar pasando. No cuando Bea y yo llevábamos tan solo quince días saliendo. No podía aparecer Taylor de la nada y joderme la noche que yo creía que sería especial.
Mi primera reacción fue querer mandar a Bea a casa, no quería que se viesen. Me dispuse a ir hacia el backstage, ignorando las quejas de los chicos, pero no llegué a ningún sitio.
-¡Harry! –Mierda…-
Me di la vuelta mientras me colocaba un poco el beanie y puse la sonrisa más forzada que había puesto en mi vida. Ojalá y no me reconociese, podría raparme o teñirme…eso haría más difícil que la gente me reconociese.
-¿Cómo estás? –Dijo dándome dos besos y un abrazo que no fui capaz de devolver- ¿nervioso? Yo un poco
-para nada –dije secamente ignorando la primera pregunta- ¿tú?
-yo genial, odio el jetlag pero bueno, tu sabes cómo es eso –dijo soltando una risita-
¿Cómo no me he dado cuenta antes de lo molesta que era su risa? Me metí las manos en los bolsillos para apretar los puños sin que nadie se diese cuenta. No tenía nada que decirle pero aparentemente ella quería mantener una conversación que yo no estaba dispuesto a mantener.
-¿Qué tal con Bea? Tengo entendido que ahora os lleváis mejor
-estamos saliendo –no solía ser tan seco con nadie, menos con una chica, pero simplemente con ella no podía evitarlo-
-¿en serio? ¿Te perdonó? Vaya, me alegro mucho –dijo sonriendo- ¿está aquí? Me gustaría hablar con ella, disculparme y eso
-ya…no creo que eso sea una buena idea –dijo frunciendo el ceño-
Bea no aceptaría nada de ella, ni una disculpa, ni un saludo, nada. No aguantaría ni verla, por eso tenía que decirle que Taylor estaba aquí antes de que lo descubriese por ella misma. Sin decir nada más giré sobre mis talones, escuchando un último “¡disfruta de la actuación!” y me dispuse a buscar a Bea o a Lou, ya que encontrar a una implicaba encontrar a la otra.
-¡PAUL! –Grité cuando le divisé al fondo de un pasillo- ¿has visto a Bea? –Pregunté-
-la última vez que la vi, estaba en el catering
Asentí y volví a girarme porque el catering estaba justo por el camino por el que había venido.
Si nunca antes habías estado en el O2 te parecía un laberinto. Tantos pasillos y tantas habitaciones. Pero después de haber actuado aquí tantas veces y haber estado otras tantas, me resultaba tan fácil como andar por casa.
Después de unos minutos encontré la habitación en cuya puerta había un cartel en el que ponía “Catering” y abrí la puerta. Estaba llena de gente. Famosos y no famosos, estilistas, maquilladores, de todo. Hice un barrido rápido con la mirada hasta que vi en una mesa a Lou, Pablo, Cal y Bea, ¡por fin!
Me acerqué rápidamente, casi corriendo, hasta que estuve lo bastante cerca como para llamar la atención de quienes estaban en la mesa.
-¿ya habéis terminado el ensayo? –Preguntó Cal sorprendido-
-sí, le tocaba a otra persona –dije mirando solamente a Bea-
-¿Quién? –Inquirió Lou con curiosidad. En lugar de responder, miré a mi novia-
-¿podemos hablar? Tengo que contarte algo
Me miró confundida unos segundos antes de asentir. Se levantó con la botella de Coca Cola en la mano y me siguió dejando que cogiese su mano nada más salir de la habitación.
