Las Aventuras Del Bebé Dean.

54. La sombra de Dean

Dean ya sabía que el bicolor se encontraba alrededores de la tienda observándolo.

¿Hasta dónde llegaría la maldad del niño mimado de la autoridad?

Esta vez Dean no dará ni un paso atrás, estaba dispuesto para enfrentar las consecuencias. Jugar con Roman era lo único que deseaba en las fiestas próximas, sin importar nada. Sólo quiere demostrarle a su amigo que todo lo que hizo fue por él, pero si eso lo mantenía lejos del samoano pues renunciaría a la buena causa por su amistad aunque todos fueran a perder sus hogares.

Sin importarle seguía buscando y buscando algo que le llegase a gustar a Reigns...

"¿Un carro? No, ya le di uno. Espero que después de todo este conflicto lo siga teniendo con él." - dijo el castaño.

Y así era, Roman todavía conservaba con mucho cariño al carrito que le obsequió Dean. Es uno de sus tesoros más apreciados y lo único que mantiene del lunático por el momento, objeto por el cual lo recuerda con mucha tristeza.

...

Y el pequeño Dean seguía buscando y Seth observando cada uno de sus pasos.

De repente el castaño vio un rompecabezas que decía: "Amigos para siempre" y pensó que tal vez le agradaría a Roman ya que tenía colores muy bonitos y la frase era muy significativa para ambos.

Tomó con sus manitos el rompecabezas y miró el precio. Era muy económico y hasta le sobraba una moneditas para una envoltura navideña y un moño. Así que fue a buscar aquellos objetos para agregarle al regalo que estaba destinado para el samoano.

Seth muy enojado lo siguió, pero Dean es muy astuto y le tiene una embocada. Con toda su habilidad de subirse donde sea, el pequeño lunático se subió a una repisa de la tienda para observar en qué parte de la sección de juguetes se encontraba el bicolor, pues Dean estaba dispuesto de humillarlo.

"Desde aquí se ve toda la tienda. Allá está mamá. Me había olvidado que vine con ella... ahora... ¿Dónde está ese idiota? - dijo Dean - Ya lo ví, ni se imagina lo que le espera...