Las Aventuras Del Bebé Dean.

55. Enfrentamiento

Dean bajaba de la repisa, ya calculaba los pasos de Sethie, pero el bicolor más astuto lo seguía sigilosamente.

El bicolor quería quitarle el rompecabezas que Dean llevaría para Roman porque sabía que detener al castaño no será suficiente.

Dean, no se irá con ese regalo, lo prometo – dijo enojado Seth – ¿Dónde demonios se metió ese lunático? – dijo mientras lo buscaba.

El pequeño Dean se detuvo al ver que sus cordones estaban desatados y dejó el rompecabezas encima de una mesa navideña que era parte de la decoración del lugar.

Seth lo vio, quiso enfrentarlo pero al ver el rompecabezas lo tomó e intentó huir. Dean lo vio y corrió detrás de él.

Estaban en corredores distintos pero se gritaban con mucho furor:

Dean: ¡Idiota devuélveme eso!

Seth: ¿Qué me harás Dean? Tú y yo teníamos un trato. ¿Es para Reigns verdad? Ese mocoso no quiere saber nada de ti, tú eres un traidor.

Dean: Ya no me interesa lo que nos harás, solo quiero de vuelta a mi amigo.

Seth: Yo soy tu amigo, Ambrose

Dean: Tú jamás fuiste mi amigo, eres un mocoso mimado, con supuesto poder, que me manipulaste, pero ya no, hijo de la grandísima p... – La grosería del pequeño fue interrumpido por un anuncio promocional de local donde indicaba descuentos en la sección de lácteos y todos corrieron al sector.

Dean y Seth quedaron solos en esa sección y seguían gritando:

Seth: Oféndeme todo lo que quieras, pero jamás le darás esto a Reigns.

El bicolor quiso dañar el rompecabezas pero era de un material muy fuerte para sus manitas – Demonios, ¡Es-to, no, se pu-e-de rooom-per! – dijo todo frustrado mientras intentaba romperlo.

Dean: Te encontraré sabandija, pagaras por todo este sufrimiento.

Seth: Búscame si puedes – dijo todo burlesco.

Caminaba el bicolor evitando al castaño, pero Ambrose fue más astuto, vio por unos espejos la silueta del niño de la autoridad, se escondió y cuando Seth paso por aquella sección, se le lanzó encima y lo golpeaba directamente al rostro.

Dean: ¡Esto va por Roman! – decía mientras le daba puñetazos.

Seth tampoco no se dejaba y le respondía de la misma manera.

Ambos vieron que el rompecabezas quedó a un lado y decidieron tomarlo. Los pequeños se jalaban de las camisetas, de los cabellos, metían golpes, y todo para poder llegar primero hacia el juguete que se encontraba en el suelo. Dean se enfureció mucho más y le metió una patada directamente en la cara a Seth. El bicolor se quedó inconsciente por unos segundos y luego se sentó apoyando su espalda hacia la pared del local.

Seth: Me pagaras esta Ambrose. No sabes lo que has hecho.

Dean corría hacia donde su mamá, sabía que con ella, Seth no lo buscará nuevamente para arrebatarle el juguete.