9. Un día sin él. (Ambreigns babies)

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Una mañana la madre de Dean tenía que salir de urgencia y no sabía con quién dejarlo ya que el Sr. Ambrose estaba trabajando.

Llamó a muchas niñeras recomendadas pero no se encontraban. Así que tuvo que recurrir a dejarlo en una guardería que se encontraba a una cuadra.

- Dean, lo siento mi pequeño, quiero que te quedes quietito hasta que regrese. Te dejaré en la guardería. Espero que te lleves bien con los demás así como lo hiciste en la fiesta.

Dean miraba a su mamá con enojo.

- Lo sé cariño, sé que estás molesto, pero no puedo llevarte conmigo.

- Ya llegamos.

Sale una mujer rubia muy presumida a atender a la señora.

- Yo llegaré en un par de horas. Cuidelo por favor. ¿Dónde realizo el pago por el servicio?

- Ahí en caja, pase. – Dijo la alta rubia que poseía unos grandes senos.

Dean la miraba con asco.

- Parece que un niñito no se despertó con ánimo hoy? – Dijo la joven.

Mis niños hoy tendremos a un nuevo amiguito, estará aquí un par de horas.

Nadie le ponía atención a la joven, excepto un niño de unos 6 años gordito, era el mayor de la guardería.

- Mira mi pequeño Rusev, hoy tienes un nuevo amiguito. – Le dijo la rubia al pequeño.

- Sí miss lana. Estoy muy emocionado por jugar con él – Lo decía sarcásticamente el pequeño.

- Ya regreso voy a limar mis uñas – Dijo Lana retirándose del salón de recreación.

Dean aburrido se sentó en una esquina cuando de repente se le acercó Rusev.

- Oye niño, no me gusto tu gesto de asco con la Miss Lana.

- ¿Cómo no quería que la viera así, si sus cosas me estaban tapando la cara. – Dijo el pequeño Dean.

- Qué cosa? – Preguntó Rusev

- Eso que tienen todas las mamás

- Ah! Entiendo – Dijo Rusev mirando a todos los lados. Mi nombre es Rusev, todos los días mis padres me dejan aquí.

- ¿Cómo soportas un lugar como éste? A esa tipa le pagan por no hacer nada.

- Cuida tus palabras loco. – Dijo el pequeño ruso amenazante. Ella es la rosa más hermosa del jardín. Cuando crezca quisiera casarme con ella.

- Pero si es vieja. – Dijo Dean.

- ¿Qué te pasa? – Gritó furioso Rusev y de inmediato comenzó a insultarlo en ruso mientras se alejaba.

- No sé qué haré aquí. Extraño a Roman – Dijo Dean

- Acaso dijiste Roman? – Preguntaron dos pequeños samoanos

- ¿A ustedes qué les importa? – Se volteaba Dean todo enojado.

- Es que así se llama nuestro primo – dijeron los pequeños.

- ¡En serio! ¿Su apellido es Reigns? – Cuestionó el castaño.

- Síiii – ¿Eres su amigo Dean? – Preguntó uno de los gemelos.

Las Aventuras Del Bebé Dean.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora