capítulo 32: "No te quiero perder"

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Tyler

Luego de que Alex se despidiera de su hermano, y viera su nombre escrito en esa lápida. Se descompuso completamente y lloro a más no poder como si de eso dependiera su vida. Solo me quedaba abrazarla y acariciar su cabello susurrándole que todo estaría bien. Sé que una pérdida de alguien querido es muy difícil, aún me duele la ausencia de mi madre. Pero haré todo lo posible para que Alex pueda estar bien y ser plenamente feliz.

Pasaron unos veinte minutos de llanto hasta que salimos de ese lugar que aspiraba tanto dolor y sufrimiento. Alex iba mirando por la ventana todo el rato y aunque estaba más tranquila. Podía notar como sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas y ocasionaba un gran nudo en mi garganta, difícil de quitar.

– Tyler, ¿te podrías quedar hoy conmigo? Es que no quiero estar sola - dice en un hilo de voz -

– Por supuesto que si.

  En unos pocos minutos, llegamos al departamento de Alex. Estaciono el auto con mucho cuidado. Al llegar lo primero que hago es llamar a Rosa, la vecina que cuida a mis hermanas. Le explico brevemente toda la situación y me dice que no hay problema alguno en que las niñas pasen la noche en su casa. Y siento un alivio muy profundo y solo me queda quitarle un poco la tristeza a mi novia.

Cuelgo la llamada y me dirijo al sofá dónde se encuentra debatiendo algo en su cabeza.

– ¿Necesitas algo? – le pregunto tiernamente trayéndola hacia mi, para abrazarla.

–No, todo bien. – responde sirviendo la nariz.

– ¿Qué te parece si te das un baño caliente, te pones cómoda y luego hacemos una pizza?.

– Me parece bien. – responde con una sonrisa como si fuera una niña chiquita. Se va a su habitación y yo enciendo el televisor y me dispongo a ver son como niños. Mientras Alex se bañaba.

Alex.

Aún estoy un poco triste. Y aunque me intento convencer a mi misma de que no fui la culpable. Algo muy dentro de mi siempre dirá lo contrario. Pero tampoco quiero estar todo el día lamentándome por ello. Agradezco mucho que Tyler sr haya quedado y sé que me ayudará mucho no estar sola.

Voy a la ducha, pongo el agua caliente y me relajo completamente. Me pongo una pijama rosa de pantalón y camisa que me quedaba enorme. Cepillo mi cabello mojado y salgo de la habitación encontrándome a Tyler entretenido con el televisor.

– Volví – digo, sentándome a su lado.

– ¿Cómo puedes verte tan bien con una simple pijama? – dice mirándome con ternura ocasionando un leve sonrojo de mi parte.

Pusimos música en el equipo de sonido he hicimos un desastre mientras cocinábamos, pero puedo asegurarles que me reí muchísimo, y lo necesitaba. Toda nuestra cara estaba repleta de harina y salsa de tomate. Pero ya la pizza estaba en el horno.

– ¿Podemos ver “yo antes de ti” – respondo haciendo un puchero.

Esta película la he visto miles de veces y jamás me cansaré, pero Tyler es más de ver películas de acción y terror. Este tipo de películas le aburrían, pero tenía esperanzas en poder verla con él.

–Solo por hoy diré que sí. – responde sonriendo de lado. Ocasionando un pequeño baile de victoria por mi parte.

Nos sentamos en el sofá juntos y estaba recostada en su pecho mientras la veíamos y esperábamos que la comida estuviera lista.

– Podría ver todo el día tu cara de emoción al ver esto – dice muy cerca.

– Es que es lo mejor del mundo, ¡Le regaló unas medias de abejitas, y eran sus favoritas! – creo que mi emoción se notaba a kilómetros.

– ¿Puedo abrazarte? Te ves demasiado tierna como para no hacerlo.  – Tyler se levanta del sofá y extiende sus brazos. 

Cómo la diferencia de alturas es bastante, quedo un poco más arriba de su ombligo. Y me abraza con una ternura y amor inexplicable. Respiro su perfume y puedo sentir como todo estará bien.

–No quiero perderte, Tyler.

– Eso no pasará, cariño. Siempre estaré para cuidarte y amarte como te lo mereces. – me da un corto beso en los labios.

La comida estuvo lista a los pocos minutos y cenamos rápidamente mientras continuamos viendo la película. Cuando acabó, aprovechamos de hacer el proyecto que nos habían asignado en química. Después de eso pusimos Just Dance y nos reímos demasiado.

– No puedo creer que no te sepas el baile de la Macarena – la indignación de Tyler es increíble.

– No, no me gusta y me da mucha pena bailar – digo alzando los hombros.

– Es muy fácil, solo presta atención.

  Tyler se burló mucho de mi, con mi intento de baile. Hasta que logró salirme algo bien, podría decirse. Era un poco tarde y al día siguiente teníamos clases. Y decidimos irnos a dormir.

La hija del presidente  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora