capitulo 28: "El accidente"

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Maratón 2/?

Alex.

  Se encontraba toda la familia reunida en la parte trasera de la casa. Como hace mucho tiempo no se reunían. Salgo de mi habitación por el ruido y me emociono al escuchar la voz de mis tíos. Llevaba mucho tiempo sin verlos y los extrañaba. Al instante que llego, toda la música se apaga y es un poco más obscuro de lo que era antes. Todos murmuran cosas mirándome mal, y puedo entender perfectamente un “todo fue su culpa”.

  Siento una fuerte punzada en la cabeza y me agobio rápidamente. Imágenes y recuerdos llegan a mi mente y solo lloro. Y decido salir corriendo de la casa, a unos pocos metros me adentro en una avenida muy solitaria. Tocan mi hombro y era él, me envuelve en un cálido abrazo y me asegura que yo no fui la culpable de nada. Al mismo tiempo que me da un beso en la frente y mi llanto se tranquiliza un poco.

Despierto de golpe, de ese terrible sueño. Tenía la frente sudada y las mejillas mojadas por las dramas. Y el intenso dolor de cabeza. Visualizo la hora en mi reloj y son la 1:23 am. Voy a la cocina y me tomo una pastilla para el dolor, me quedo un rato ahí, mirando un punto fijo en la pared. Y recuerdos de todo lo que pasó, los llantos, castigos, el psicólogo. Llegan a mi mente y en menos de lo que pienso ya me encuentro llorando.

Todo el accidente me dejó con un pequeño trauma, asistí al psicólogo casi por un año, y me había servido de gran ayuda. Llevaba mucho tiempo sin soñarlo, hasta hoy. Y una muy pequeña sensación en mi pecho me dice que hubiese preferido que me pasara a mi y no a él. Decido irme a mi habitación, porque la soledad del departamento, me deprime aún más. Por mucho que intento conciliar el sueño, es en vano. Los recuerdos divagan por mi mente, al igual que antiguos y nuevos sentimientos.

Mi psicólogo decía que nuestra mente es la principal razón de cómo nos sentimos. Y sé que yo misma me auto destruyo al culparme y recordar algo que me afecta para mal. Pero es parte de mi, sucedió en algún momento y aunque quisiera, no puedo tapar el sol con un dedo. Desde el accidente, fue que la relación con mi madre se volvió tan turbia. Y ahora que papá no está, quisiera muchísimo saber que cuento con ello. Andres y Lucas aún no aparecen y no podemos hacer nada por ellos. Y esas cosas me estresan de sobre manera.

********

La alarma suena indicándome que debo ir al instituto una vez más. Despierto rápidamente pues casi no dormí bien, pensé y llore muchísimo. Me doy un baño con agua caliente, logrando que mi cuerpo se relaje un poco. Cepillo mis dientes y me coloco un jean rasgado, con una blusa gris y Vans negras. Mi cabello lo peino y dejo suelto. Aplico un poco de maquillaje, tapando cada una de mis ojeras.

   Suelo ser muy cerrada, no siempre digo cómo me siento. Y no es porque no confíe, aunque también es un punto aceptable. Consideró que cada persona tiene sus propios problemas y batallas en su mente como para escuchar y ayudar a alguien más. No me gusta ser molestia. Y aunque no sea lo correcto, muchas veces prefiero fingir que soy fuerte para no quebrarme delante de otros.

Tomo un cereal con leche, y guardo unas galletas en mi bolso por si después me da hambre, que dudo mucho sea así. Mi cabeza aún dolía y no me sentía en óptimas condiciones como para manejar. Por lo que decido tomar un taxi, el cual llega a los pocos minutos. Estoy llegando un poco más temprano de lo normal al instituto por lo que éste se encuentra un poco vacío.

Al bajarme del taxi y pagarle al señor, me dirijo a la biblioteca que contaba con calefacción. Ya comenzaba la época de invierno y eso me llenaba de emoción. Tomo un libro de matemáticas aunque mis ánimos no estén muy elevados y me dispongo a leer la última clase que vimos. Pues me quedaron algunas dudas.

– Alex, ¡Hola! ¿Hoy habrá entrenamiento como habíamos dicho? – pregunta Ashley, sentándose a mi lado.

– Ash, si te soy sincera ando con mucho dolor de cabeza hoy, ¿Podrías dirigir tú el entrenamiento?

– Por supuesto, ensayaremos lo que habías propuesto. Y te aviso después.

– Vale, muchas gracias. –Sonrío y ella de retira.

  En las películas siempre pintan las porristas, como chicas rubias, rivalidad entre ellas, y que su prioridad número uno es conseguir un chico diferente cada fin de semana. Y si, algunos estereotipos no se equivocan. Pero a pesar de lo que sea, tengo muy buena relación con cada una de las chicas del equipo, nos apoyamos y escuchamos. Y aunque no sean íntimas amigas mías, las considero unas grandiosas personas sin duda.

Me encontraba tan sumida en mis pensamientos, que realmente no estaba leyendo nada del libro y no había notado que Tyler se encontraba sentado a mi lado.

–¿Llevas mucho tiempo acá? – pregunto con la voz un poco nerviosa.

–Lo suficiente – se encoje de hombros – ¿Todo está bien, Alex? – pregunta con una ceja alzada.

– Todo perfecto –Sonrío sin mostrar los dientes.

Tyler asiente con la cabeza y al mismo tiempo suena el timbre indicándonos la entrada a las clases. Sé que puedo confiar en Tyler y el sería el gran apoyo que necesito en este momento. Pero aún no me siento capacitada para hablar del accidente y todo lo que ello implica.

La hija del presidente  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora